MIG XXI — Restaurant in Figueira de Castelo Rodrigo

Visitei pela primeira vez este lugar há dois dias, onde fomos recebidos por um senhor com clara falta de vontade de trabalhar. Ainda tentei meter conversa, como sempre faço, mas nem bom dia, nem boa tarde, nem boa noite. Demorou a levantar a mesa e a fazer o pedido. Ao fim não disse a sobremesa toda que havia e ficamos surpresos por saber que haviam outras opções além da mousse de chocolate e mousse de limão que disse que havia.

Apesar do serviço fraco, regressamos ao restaurante no dia seguinte para o almoço, pois tínhamos gostado da comida. Tendo consciência que já era ligeiramente tarde perguntei ao mesmo senhor se poderíamos nos sentar e a resposta foi um seco "a esta hora já não servimos". Depois, o senhor apenas se afastou e ignorou-me como se ali não estivéssemos.

Para nosso completo espanto reparámos que esse mesmo senhor estava já noutra mesa a receber pedidos de outros clientes. Decidi então entrar e perguntar à senhora da casa se poderia nos servir. A resposta foi a mesma. Confrontei-a com o facto de o outro senhor estar a receber ainda pedidos. Respondeu-nos que "vocês andam a ir a outros sítios primeiro e depois vêm aqui". Ou seja, a senhora presumiu que fomos primeiro a outros restaurantes que não nos receberam pelo adiantado da hora e que acabámos ali por falta de opções. Apesar de tentar explicar à senhora que tínhamos acabado de chegar duma caminhada, a senhora ignorou-me e apenas se afastava sem responder.

Foi a situação mais caricata e surreal que vivi num restaurante. Péssimo serviço ao cliente, antipatia total e pequenez de mente. Pessoas destas não deveriam nunca estar à frente dum restaurante. Nem sempre a comida boa justifica tudo. Horrível experiência! Não recomendo a ninguém.

Fomos comer ao lado e fomos bem atendidos e com tão boa ou melhor comida. Aquilo que a senhora nos acusou acabou por se concretizar, mas de forma inversa. Tivemos que ir a outro lado por...

Odio poner reseñas negativas en Google, pero hay veces que pasan cosas inadmisibles y deben quedar reflejadas. Veraneamos en el pueblo de al lado y venimos todos los años. Éste va a ser el último. Fuimos 4 personas a cenar y la atención de primeras por parte del propietario dejó mucho que desear, se plantó en nuestra mesa nada más darnos las cartas y no se fue de ahí hasta que pedimos con la cara más antipática que hemos visto nunca, incomodándonos un montón. Como ya sabemos de otras veces las cantidades son muy grandes (se puede ver en las fotos del restaurante) así que pedimos dos platos para compartir, una bandeja de carne y otra de bacalao. La comida, la de siempre, sin ser un espectáculo, pero está buena. Cuando acabamos de comer, llenos, dijimos de hacer unos helados de postre y ahí es cuando viene lo "mejor". El dueño se plantó en la mesa de muy malas maneras y nos dijo: la próxima vez si pedís solo dos platos no os vamos ni a atender. No me había pasado nunca en ningún restaurante. Lógicamente no hicimos el postre ahí, ni tampoco nos verán más veces. Es increíble el trato nefasto que tienen hacia el cliente y lo maleducados que son. Lo peor de todo es que son los propios dueños. Viendo los comentarios más recientes veo que es algo habitual además por parte de ellos. No les augura nada bueno...

Estabamos de ruta en moto por Arribes del Duero y quisimos hacer la N221 que es muy buena carretera por lo que terminamos cayendo en Barca d’Alva a la hora de comer.

Paramos en este como podríamos haberlo hecho en cualquier otro de los que hay en esa misma calle porqué tampoco tiene ningún atractivo ni nada que lo haga diferente del resto.

El caso es que comimos bien, muy bien podríamos decir y bien de precio. La comida sin ser nada del otro mundo pero abundante y casera Ensalada para compartir y carne con patatas para dos.

El servicio, si tenemos en cuenta la seriedad de los Portugueses en linea a lo que se espera pero viendo los comentarios me apunto al carro de decir y afirmar que al dueño le faltan ganas, modales y algo...