Para empezar decir que esta crítica pretende ser constructiva y respetuosa ya que el negocio de la hostelería no es para nada sencillo. Lo primero decir que el restaurante necesitaría tener una persona que ante una queja o problema con el servicio pudiera ofrecer al cliente una solución clara y rápida para que este se encuentre cómodo y tranquilo ante esa posible situación. Echamos en falta una comunicación rápida y eficaz ante un percance que tuvimos y además alguno de lo camareros no tenía la preparación suficiente para enfrentarse a ella.
Lo segundo y con todo el respeto decir que la comida no está a la altura de un lugar que te ofrece una cocina de autor y de fusión. Sin entrar en detalles, agregar que hay un abuso de algas en todos los platos y que a veces lo mejor es hacer uso de menos salsas y demás añadidos que no aportan nada al plato y centrarse en el producto y el sabor final. Por favor, ¿qué sentido tiene echar fresas o dónde está la gracia de ese pico de gallo insípido? En este caso no nos gustó a ninguno nada de lo que probamos a excepción de las gyozas y el crepe. El parmentier del pulpo es el peor que he podido comer, duro y con una textura desagradable (lo contrario a lo que debe ser un buen parmentier). Quizás en un tiempo la cosa vaya por el buen camino y Águilas se convierta en un lugar de referencia en cuanto a cocina de autor... Pero aún ese momento no ha llegado y le queda mucho a pesar de los esfuerzos.
Ojalá esta crítica "pique" y haga que los responsables del restaurante luchen por lograr esa excelencia y por ser una referencia en cuanto a gastronomía para los que ya tenemos un paladar.
Nosotros no volveremos pero siempre animamos a probar por si la cosa mejora. Gracias y les...
Read moreLa buena voluntad es un aliciente que hace que volvamos a algunos restaurantes, aunque luego lo que nos encontramos en la mesa, en el servicio, o en sus propuestas, quede algo renqueante. Kabuki llena sus mesas en una noche del julio estivo en Águilas, demasiadas mesas para el equipo de sala, que aturullado, no logra contener el ritmo de pedidos, pese a que a la cocina funciona como una máquina que saca platos, emplatados con corrección y que juegan en esa liga donde el todo es más que las partes. Es decir, hay interés por envoltorios novedosos pero el sabor es confuso. Se repite en diferentes platos la misma secuela del alga wakame, no hay una muestra clara de ese mero en el canelón que hace del sabor marino una confusa investigación hacia lo que rellene el interior de la pieza pasada por horno. La pieza de burrata lleva un acompañamiento ajeno a lo que debería ser el juego del lácteo, y la hace soportable pero no satisfactoria. Demasiadas cosas en los platos no los convierten en efectivos. Confusísima la carta de vinos con pocos blancos de marquen acidez, que vendría bien para la propuesta asiática que quiere ofrecer la casa. Además de una caligrafía difícil. Aunque de precios contenidos no hay botellas que sean memorables, aun buscando las primeras marcas de grandez casas de zonas donde el blanco es ya una realidad muy placentera. Poca variación en tintos por copas. Cuando el servicio está desbordado es difícil que los servicios lleguen a buen puerto. Alguna mesa menos seria de agradecer. Los resultados serían otros. La cocina se encarrila, pero debería de liberarse de lo sencillo y lo barroco para ser efectivametne más acorde a cierto espíritu oriental donde lo...
Read moreSome friends recommend this place! We started with an Egyptian empanadilla followed by scallops. Then we tried some jyozi and patatas bravas. We finished with bolitas de pollo and a caneloni de rabo de toro. Everything was delicious! This definitely is a great place to have dinner. I definitely recommend it!
P.S. I included pictures of each dish, apart from the desserts, which were irresistible. We started digging into them and before I noticed we had finished the coulant and...
Read more