No es la primera vez que comía aquí, ya que he bajado alguna vez desde la urbanización donde tenemos la casa. Y la última experiencia... Una pena. Han perdido un cliente para siempre. Una pena que la comida haya bajado su calidad aunque no se come del todo mal pero lo peor el servicio y el trato. A continuación expongo lo que ocurrió el pasado viernes: Llamamos para reservar si había mesa, me dicen que estan completos y que a las 15 tienen libre mesas. Ok, pues bajamos a menos 10 o así para ver si podíamos tomar una cerveza mientras, pero después de 5 min esperando y los camareros pasando y mirando, nadie nos decía nada. Además vimos que ya había algunas mesas libres. La verdad que yo me hubiera ido en ese justo momento pero bueno, el calor que hacía y con la familia y la hora que era.. pues al cabo de unos minutos nos viene a preguntar una señora y al decirle la hora a la que me había dicho su compañero que tenía la mesa libre (creo que es el jefe, Jesús) se ríe y se va hablando por detrás con el compañero diciendo que el segundo turno es a las 15 15 que a las 15 no cree que me haya dicho. Bueno entramos ya con una sensación de vacile puesto que yo no tengo porque engañarla, si su compañero o jefe se ha equivocado. Pero vamos que no vengo a debatir aquí cuando es el segundo turno en tu restaurante, yo vengo a comer a la hora que me han dicho y además ya desde que llegamos vimos algunas mesas totalmente libres, incluso limpias. Pues bien, viene el camarero varias veces, el cual nos había visto fuera de pie esperando y ni nos había saludado y ahora viene con prisas con la cerveza recién traída a ver si sabíamos ya la comida. Bueno el caso es que le preguntamos si podíamos elegir un menú entero a compartir pero de dos segundos, ya que no nos gustaban los primeros y nos responde que si. Además tampoco teníamos demasiada hambre por lo que compartir un menú para dos (mi pareja y yo) y una ración más que pedimos podría ser suficiente y lo fué. Mi hijo se pidió un entrecot y un postre. Pues bien la comida regulera como puse al inicio de la reseña, antes se comía mejor, pero eso es mi opinión personal y no voy a extenderme más ahí. Llega el momento de pedir la cuenta y lo que tenía que haber sido 1 menú (15€), el cual incluye el postre y 1 agua, más ración de calamares (15€), más 1 entrecot (20€) junto a las 4 copas de cerveza (12,80€) y un agua extra, haciendo un total de 64,50€ es lo que se desglosa a continuación: 2 medio menús (22€), calamares (15€), entrecot (20€), 4 copas cerveza (12,80€), postre, 2 cafés y dos aguas. No me acuerdo el precio de esto último pero a parte de cobrarnos como dos medios menús sacando más dinero por unos platos bastantes mediocres (la ternera no estaba mal pero unos huevos con chorizo que te los comes de tapa en cualquier lado) no nos adjuntaron el resto de las cosas que van incluidas con los menús, llegando una cuenta total de unos 78€. Pero lo peor de todo es que les pidas un mini chupitin de licor para la digestión, te los ponga amablemente pero cuando le dijimos lo de la cuenta y nos la cambiaron por 3 veces, porque, o no se enteraban de nada o no querían, y en la cuenta definitiva nos trae correctamente los precios a lo que habíamos pedido pero nos cobra los chupitos. A alguien no le sentó bien que un cliente no le regalará su dinero me parece a mí, y por eso ya no nos regaló los chupitos, que pena. Y además peor aún es irte con sensación de que encima se molestan y que está regalada la comida por casi 70€ y un servicio nefasto. NO VOLVERÉ NI A PEDIR UN...
Read moreLa alcarria esparce su encanto en cada esquina, pero el Mesón El Parral, con su trato exquisito y su alta cocina inesperada, es una joya incrustada en la austera belleza de estas tierras. Un hallazgo maravilloso para quien se deja llevar por los senderos del apetito y la curiosidad.
Hay tres estrellas que brillan con luz propia: la tortilla de patata, el plato del día y los postres. La tortilla de patata, humilde en su esencia, se convierte aquí en un manjar digno de reyes. El plato del día es siempre una apuesta segura, variado y lleno de matices. Y sin duda, los pescados son una maravilla. A pesar de la distancia con el mar, estos son tan frescos y sabrosos que sorprenden y deleitan.
Para culminar la experiencia gastronómica, los postres en tarros son una sinfonía dulce para el paladar. Cada uno de ellos es una sorpresa, una deliciosa combinación de texturas y sabores que te transportan a un mundo de sensaciones dulces y exquisitas.
El Mesón El Parral, apostado en Albalate de Zorita, es un recuerdo viviente de la Alcarria, un canto a los sentidos que se yergue como un oasis de sabor y cortesía. Este lugar, con sus murmullos y fragancias, me recibió como un viejo amigo, invitándome a descansar en su umbría entrada, bajo el frescor de sus eficaces enfriadores.
La humildad de su apariencia esconde un arte culinario deslumbrante, una danza de sabores y texturas que estremecen el paladar. No tomamos el menú, no; fuimos seducidos por la promesa de un bocado ligero, y nos sorprendió una oda a la calidad, una sinfonía de exquisiteces preparadas con esmero, técnica y sabor.
Y en cuanto al precio, podría esperarse que fuera desorbitado dada la elevada calidad de los platos. Pero no, no lo fue. Fue justo, una prueba de la honestidad del lugar, un reconocimiento a su valiosa esencia, lejos de los núcleos turísticos y las...
Read moreUno de los mejores sitios por la zona para comer de menú a medio día, o raciones por la noche. Pero es cierto que un precio bastante elevado... Sobre todo en los últimos 3-4 años donde ha habido una subida constante en el precio.
Por ejemplo el menú de fin de semana, son unos 25€, y para ser de un pueblo en la zona en la que está...es exagerado (en sitios como Madrid, Guadalajara, Toledo... Son precios más asequibles). Pero es cierto que en la zona se han debido poner de acuerdo, ya que los 3 o 4 restaurantes que hay en el pueblo tienen los mismos precios, y ahí me quedo con éste restaurante sin duda.
En cuanto a la comida esta bien por norma general, suelen ser 3 primeros y 3 segundos a elegir, más bebida y postre (tienen unos vasitos de muchas variedades, que son un acierto). Y tienen el detalle de poner un aperitivo mientras sirven la comida.
La cantidad es abundante, la presentación intenta ser cuidada, y el trato del servicio muy muy amable (a veces puede ser más o menos rápido, pero eso es lógico en función de la cantidad de clientela).
Si vas a vomer por la zona, 100%...
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