RESTAURANTE VATICANO — Restaurant in Alfajarín

Muy mala experiencia. Queríamos hacer una parada rápida para picar algo a mitad de camino del viaje y nos guiamos por las buenas reseñas. Cuando nos sentamos nos traen las cartas, vemos que solo hay un menú. Comentamos que vamos con prisa, que solo queremos picar algo rápido, por lo que el menú no nos cuadra, no queremos comer tanto ni perder tanto tiempo, y preguntamos si podemos pedir unas raciones. La camarera lo consulta y, tras la deliberación de 5 personas, nos dice, con desgana, que sí, pero solo cosas de freidora: bravas, fingers, alitas y calamares. Pedimos un par de raciones y vemos que también hay pinchos en barra (la camarera no lo indicó). Pedimos uno de queso con wasabi (era jalapeño), croquetas de pulpo (eran de atún) y otro de longaniza (este estaba bien). Cuando llegan las raciones (los calamares no tenían nada de sal) las vemos escasas y preguntamos si podemos pedir algo más, alguna ensalada. Consultan otra vez, cónclave de 4 personas. Tras resoplidos de los camareros, miradas y malas caras llega una camarera diciendo, con total condescendencia, que nos pueden hacer una ensalada mixta pero nos cobrarían medio menú. Pedimos otra ración de 6 alitas. Tras media hora de espera las sacan, no sin antes explicarnos la camarera, por enésima vez, que es la hora de menús y no de raciones. Me harto de que me perdonen la vida por no pedir un menú cuando hago una parada rápida y le explico que si no quieren dar raciones, que lo digan al entrar y sin más problema nos habríamos ido a otro sitio. Hemos perdido hora y media para comer 6 calamares y 12 alitas. Por no hablar de tener que aguantar las malas caras, altos humos y soberbia de los camareros. Viendo su actitud lo esperable es una respuesta en este tono poco amable y altivo que ha caracterizado nuestra visita. Espero que esta reseña contribuya a mejorar el...

Fuimos a comer un menú de fin de semana y la comida estaba bastante buena. El problema fue que al ir con los hijos (de 2 y 6 años) el camarero nos avisó cuando ya estábamos sentados en la mesa e íbamos a pedir que nos tenían que cobrar 2.50€ por cada hijo en concepto de servicio. Es decir, por poner el cubierto. En mis 40 años nunca me había pasado, me pareció bastante abusivo, dada la corta edad de mis hijos que apenas comen y al estar acostumbrados a compartir nuestra comida con ellos, le dije al camarero que de ser así tiene más sentido pedir algo para ellos (tipo pincho pequeño) que pagar por NADA. A los 5 minutos el camarero regresó con toda su buena intención para aclararnos que existía la posibilidad de no cobrarnos el suplemento si retiraban los manteles de papel y ni ponían platos ni cubiertos para los niños. Seguramente aun sigo llevando la cara de estupefacción que se me tuvo que quedar. Sin embargo, nos llevamos una grata sorpresa cuando bajamos y descubrimos una zona de juegos muy chula y donde mis hijos disfrutaron mucho. Entonces el dueño bajó a explicarnos el porqué de ese suplemento. Aun con sus explicaciones, que no fueron pocas, sigo sin entenderlo, ya que pienso que si quieres hacer eso, debes primero dejarlo bien claro en la carta o en algún lugar del restaurante bien visible (supongo que si no lo hacen es por vergüenza o porque no es de recibo cobrar por NADA. El dueño alega que los niños beben agua ( de mi botella, por supuesto, y comen pan (de mi pan, por supuesto) y si yo pidieran más pan, entonces entendería que me cobrase suplemento, aunque me seguiría pareciendo un poquito ruin. En mi opinión es querer aprovecharse. Espero que si quiere seguir con esa política lo haga avisando por escrito y estipulando una...

This restaurant was a huge disappointment. Two of the dishes we ordered were inedible, and despite not touching them, we were forced to pay for both after a mix-up with our order. The wait staff insisted we pay for the mistaken dishes. Even more disturbing, one of the dishes had a foul smell, reminiscent of sewage. Oddly, other guests who ordered the same dish didn't seem to mind. Regardless, I won't...