Bar Cañardo — Restaurant in Alfoz de Lloredo

I strongly recommend Bar Canardo for thé local atmoshphere, warm service, and hearty food. When my wife and I arrived, à local couplé had ridden up to the bar on horseback and were drinking wine in stem glassés while still àstride the horses. The server was friendly and fun. Hours later, we stopped for a rest in another village (we are walking the Camino de Santiago) and the server was having à drink with friends there: it was her hometown! She recognized us and welcomed us enthusiastically. We are so happy to have stopped at Bar Canardo. I recomend the chorizo with égg and fries. The food was tasty and...

PÉSIMO. Pedimos varias tapas y tenemos que pedir que nos pongan los platos para comerlas, no sé a qué tipo de público están acostumbrados, pero en mi casa se acostumbra a comer en platos, no a meter las manos en la fuente. Croquetas de supermercado enanas, congeladas e insípidas, pedimos una ensalada mixta sin cebolla y lo que hacen es escarbar para quitarla, ya que encontramos restos de cebolla en la fuente y la ensalada ya tenía el sabor de la cebolla. Falta por servir una tapa y aún así nos retiran todos los platos y cubiertos (avisando en el momento de que faltaba). Más de veinte minutos esperando por la ración que faltaba, hasta que nos cansamos y decidimos marchar. Por supuesto pretendían que pagásemos la ración que no salió. El vaso de mi acompañante sucio, adjunto foto. Se entiende que pueden ser fechas de mucho movimiento pero que no se dignen a encomendar errores ni a dar una mínima explicación, disculpa o decir que ha habido algún malentendido no es propio de ningún tipo de servicio. Ni volvería ni...

Una pena habernos ido literalmente con tan mal sabor de boca. Hacía años que no comía tan mal.

Los sitios turísticos o sitios de playa suelen tener siempre el mismo problema, y es que no tienen que esforzarse en tener contentos a los clientes porque probablemente no vuelvan a ir… y eso es lo que ha pasado hoy, que hemos comido francamente mal. El resumen de lo que hemos pedido: • Unas patatas “bravas” llenas de aceite más que usado con un cuenco minúsculo de tomate con tabasco. • Unos calamares a la plancha que olían a pescado fuerte, pero aún así hemos probado y estaban pasadísimos, requemados y con una bechamel que sabía a rayos por dentro. • Zamburiñas, con la concha negra de lo quemadas que estaban, con una textura de chicle duro que te cuesta hasta masticar, secas e insípidas.

Además, después de la basura que nos han puesto nos han cobrado un euro más en cada cosa respecto de los precios que aparecen en el menú....