Bar Comino — Restaurant in Almudévar

Acabamos de comer alli, y un 10 se queda corto: restaurante familiar donde se come muy bien, y el trato y el servicio es inmejorable.

Hemos ido mi mujer y yo con un perrito, y nos sacaron un cuenco con agua con hielos. Ademas, nos aconsejaron una zona para el perro que estaba fresquita y corria el aire.

Sobre la comida, de primero pedimos una fideau cada uno que estaba espectacular. Y encima nos pusieron a parte una ensalada. De segundo pedimos unas pechugas que les dijimos que nos la pusieran directamente para llevar, porque con la fideua y la ensalada ya estabamos llenos. De postre pedimos sandía y melon, y parecía postre doble, porque eran 2 trozos grandes de sandía y 2 de melón. De beber pedimos una caña que era una jarra helada de cerveza, y un refresco. Y nos pusieron tambien a parte una botella grande de agua.

El chico y la señora que nos atendieron super amables, muy atentos todo el tiempo desde el primer momento.

La reseña de 4.9/5 es totalmente merecida: comida, servicio y ambiente de 10. Merece totalmente la pena desviarte 5 minutos de la autopista para disfrutar de una gran comida casera y un...

Una decepción. Fuimos porque viajamos de Pirineos a madrid y decidimos desviarnos a comer dados los comentarios que habían sobre este sitio. Debimos ir el pero día ( domingo) porque peor fue imposible. La atención he de decir que fue correcta pero el servicio una pena. Estuvimos 1 h y 50 minutos para q nos pusieran una ensalada normal , dos pechugas de pollo rebozadas y dos “cachopos”. Los platos de pollo tenían poca carne, y los cachopos , una pena. Todo rebozado, una lámina de carne casi invisible y algo de queso. Si has estado por la zona y eres de Asturias como yo, ese plato es un engaño. NO comimos postre ni café porque nos habríamos eternizado. Otra familia al lado nuestro les pasó igual. Precio 64€. Juzgar vosotros ( ahh una botella de agua agua y una cerveza sin alcohol). Además había mucho ruido y fue incómodo. Si vas pensando en comer en un viaje, quizás no pensaría en este sitio ya que desplazarse de la autovía para comer, no lo volvería a hacer. Desde luego, no...

¡Qué alegría haber conocido este bar! Sus dueños, Pilar y Toño son encantadores. Buscábamos sitio para comer desde hacía rato, vuelta de vacaciones, camino de Madrid, a las 15h. No era fácil. Hoy era su día de descanso, pero nos han dicho que fuéramos, que algo nos podrían hacer. Los cachopos, los filetes empanados, los filetes de lomo, las patatas fritas…todo riquísimo. Y la que más ha disfrutado, mi hija celíaca, se ha pedido croquetas de jamón y boletus con patatas y el pan sin gluten no podía faltar. Normalmente no puede tomar croquetas en los restaurantes. Un día especial que nunca olvidaremos. La vida te pone en el camino a gente maravillosa y Pilar y Toño son de esas personas que nunca olvidas y das gracias a Dios por haberlas conocido. Si volvemos a pasar por aquí sin duda nos pasaremos por el Bar Comino....