Hostal Beti-jai — Restaurant in Aoiz/Agoitz

El Hostal Beti-Jai vivió años de mayor esplendor. De eso, no cabe duda. Podríamos decir que han sabido adaptarse a los nuevos tiempos. A los nuevos retos y formas de atraer a clientela de clase media que buscan siempre una buena RCP. También podemos decir que el hostal tiene dos partes, la nueva "bien reformada" y la antigua, sin reformar desde hace años (habitaciones con moqueta, por ejemplo). Por motivos de ocupación estuvimos en la parte antigua o no reformada. La habitación y el cuarto de baño que nos tocaron eran correctos. Bien de limpieza y funcionaba todo correctamente. En la bañera mantienen un hierro oxidado anclado a la pared, a pocos centímetros de la parte superior de la bañera, y cuya utilidad en el pasado ignoramos. Supusimos que no lo quitan por no romper el azulejo. Está en un sitio en el que a poco cuidado que pongas no vas ni a tocarlo. Una de las ventanas daba a la salida de humos y la otra a las vistas de la montaña y el parking trasero justo debajo (cada una con una orientación, en L). Vimos que la habitación de al lado quizá fuera aún peor porque tenía un compresor de AA justo en la ventana y también daba a la salida de humos de la cocina. Suponemos que por estar en esa parte antigua o no reformada, una de las sábanas estaba rota y así siguió todos los días de nuestra estancia. No nos importó especialmente pero es un detalle que deberían cuidar porque no cuesta nada cambiar la sábana si se ve al hacer la habitación que está rota. A pesar de esto, el chico que hacía las habitaciones nos pareció muy amable y nos atendió cuando le pedimos más almohadas y otra toalla (solo había una en la habitación cuando llegamos). Luego nos enteramos de que esta parte del hostal suele estar destinada a trabajadores (normalmente magrebíes y subsaharianos) que acuden temporalmente a esa zona a trabajar. Esto no es excusa para tener unas sábanas que no estén rotas... La parte de restaurante... Pues bien, pero ocurre lo mismo. Se ve que pasó por tiempos mucho mejores por lo que ahora el gran comedor se queda muy grande para la demanda que tiene (y estuvimos en julio-2021). Es una lástima porque todo lo que pedimos, desayunos, un menú y carta estuvo bastante bien, con aceptable RCP. Como colofón, y no es culpa de ellos, comentar que al estar a muy muy pocos metros de la iglesia, de 8:00 a 22:00 oirás las campanadas como es tradición: a las horas en punto tantas como la hora que es y también el aviso a y cuarto, a y media y a menos cuarto. Para colmo, se oían por partida doble con unos segundos de decalaje, no sabemos por qué otra iglesia o campanario. Esto no tendría importancia si, como es lo habitual, sales a hacer turismo a primera hora y vuelves a última, pero es que nosotros íbamos para teletrabajar 3 de los 5 días que fuimos. Aún con todo, le pongo 4* porque, en nuestra opinión, en conjunto ofrece...

El pueblo de Aoiz bonito, aunque el ambiente no me gustó demasiado.

El hostal muy bien situado y el ambiente muy familiar.Un lugar perfecto si estás de paso.

Nuestra habitación era amplia y estaba muy limpia. Pedimos una cuna de viaje para nuestra bebé y la instalaron sin problema con toda la ropa de cama de cuna perfecta, el único pero es que el lateral izquierdo estaba roto y no se quedaba anclada por lo que quedaba mucho hueco en ese lateral y el bebé se caía entre el colchón y el lateral por lo que tuvimos que meter la almohada extra que había en el armario para tapar ese hueco.

Como no teníamos el calienta biberones nos hicieron el favor de subir y dejar en uso en el pasillo un microondas de la cocina. Lo cual fue un buen detalle.

Poco antes de nuestra reserva se les estropeó el aire acondicionado y nos dieron la opción de cancelar la reserva, pero no podíamos porque teníamos que hacer noche en esa zona e íbamos sin tiempo de buscar más. Nos dijeron que nos harían descuento por no poder cubrir las condiciones que indicaban cuando reservamos y no nos lo hicieron finalmente.

El desayuno, 5€ por persona me pareció caro. Al final era una tostada de tomate con un café, ya que estaba cerrado el hostal y no tenían pinchos ni nada.

La atención del personal fue perfecta en...

Attention ! cet hôtel-restaurant n'est pas à Sangüesa mais à Aoiz-Agoitz !||Le Beti-Jai est avant tout un restaurant (le meilleur entre l'agglomération de Pampelune et Sos del Rey) et LA "cafeterìa" du village (parfaite pour l'apéritif du dimanche et les soirs de matches de foot), mais il propose aussi des chambres bienvenues dans cette partie de la Navarre pauvre en hébergements. Les chambres rénovées sont au goût du jour et offrent des prix néanmoins intéressants ; les plus anciennes sont bon marché et permettent notamment au voyageur solitaire de trouver chaussure à son pied sans se ruiner. Parking extérieur public sûr et gratuit à proximité, à côté de l'église paroissiale. Employés et propriétaires sont arrangeants (ne pas hésiter à demander un "abri" pour les vélos ou les motos), et on peut les solliciter, en espagnol mais aussi en italien ou en français. Le petit déjeuner est servi "en bas", à la cafétéria, mais il me semble qu'il peut également être servi en chambre à la demande.||Autre avantage : le Beti-Jai est quasiment ouvert 365 j. / 365. ||Etape donc simple et familiale, bon marché pour découvrir le nord-est de la Navarre tout en restant près de Pampelune (compter 25mn...