YENKA | Restaurante – Pensión ** — Restaurant in Barreiros

El restaurante tiene platos y postres abundantes y sabrosos. Algunos platos están poco hechos y/o cocinados, deberían darle más cocción y en otros están óptimos. En los papelillos que ponen en la mesa del menú diario indican los pictogramas con los alérgenos y advertencias que apenas se ven las letras al estar borroso, tienes un primer plato, un segundo, postre, bebida, pan y café por 15,00eur. y si comes en terraza son 18,00eur. Creo que para empresas les cobran a 10,00eur. y si solo comes un plato porque el segundo es mucho para la persona, he podido observar con un comensal que le cobraron a 7,00eur. Algo que no entiendo y está reflejado en el papel del menú que tienen menú infantil pero no te puedes llevar la comida ni compartir el menú y me sorprende porque si has pagado por ella y te la quieres llevar no puedes. Normas del Restaurante peculiares y extrañas. Hay una camarera extranjera que según como la cojas te habla bien o mal siendo borde con algunos comensales y maleducada, he podido observar que parecía los seleccionaba para contestarles mal, otra de las camareras más mayor decía palabrotas a la escucha de los comensales que había alrededor y eso no está bien visto al menos para nosotros que nos hemos quedado un poco sorprendidos. Dentro del local que tiene cristaleras y dan a la zona del Parking de tierra se filtra agua y viento, llega a entrar incluso el agua de lluvia y el ruído del viento del mar es ensordecedor y horrible, parece que va a levantar por los aires el chiringuito y hace frío. Dentro de esa sección cuenta con una TV enorme de plasma pero un comensal le pidió que la encendieran para ver las noticias y una camarera le dijo que por normas del Restaurante no se permitía tenerla encendida y el comensal le dijo "entonces para qué la quieres ahí colgada, de adorno" y la camarera contestó "no se puede", ¡extraño todo la verdad!. En otra sección tienen un comedor más acogedor con unas buenas vistas al mar y el romper de las olas cuando el mar está bravo. Tienen dos barras separadas por una cristalera donde hay unas mesas altas y taburetes para comer o picar algo en ese pasillo y al fondo unos sofás blancos aparentemente cómodos con una enorme cristalera para deleitarse de las vistas y el mar. La terraza exterior es amplia, el aparcamiento es amplio pero de tierra, los baños son estrechos, dos personas juntas es incómodo para moverse y entrar o salir por unos muebles de madera blancos que estorban el acceso. Lógicamente los platos son muy buenos, sabrosos y los postres abundantes y espectaculares pero los precios nos parecen caros y con unas normas incoherentes de no poder llevarte la comida que sobró después de haberla pagado. Y lo de la TV nos pareció lo último en contestaciones. Es como decir: "Tenemos música ambiente de fondo en el local pero no la podemos poner por normas del local"....

Was visiting As Catedrais Beach and didn’t want to eat at the ‘snack bar’ there, so I walked down to this restaurant. Lovely stroll, mostly along an elevated walkway. Despite the place being almost empty, they sat me in the middle of the room. My waiter was a bit aloof, and I think must have been suffering from a respiratory infection, as he was snottily sniffing with congestion while taking my order/delivering food/check. He brought my bread to the table bare-handed and dropped it onto the tabletop. I transferred it to my plate, and when he returned with the meal he picked up the plate and dumped the bread back onto the table. Kind of odd…. The food itself was fantastic, got the...

Ubicación ideal, pero non deixa de ser un chiringuito que prosperou a restaurante. Agobiante no interior con mesas situadas sen apenas espacio entre elas, notándose a búsqueda da maximización do beneficio.

Comida moi normal, un primeiro suposto arroz caldoso que mais ben era sopa de arroz, porque como había moita xente pois engaden mais auga e así gañánlle mais. Unha lubina ás carreiras, sen apenas aceite con dúas follas de leituga e dous trozos de tomate “manchado” con vinagre. Un pito asado con patacas fritas pero sen guarnición nin salsa. Se nota a presa que teñen por despachar e facer cartos.

Trato correcto ata que preguntamos se o brazo de gitano levaba ovo crudo porque na mesa había unha embarazada. Palabras textuais do camareiro “é que non teño nin p*ta idea de se leva, non che vale un iogur ou melocotón?”, tendolle que insistir en que por favor fora preguntar, poñendo cara de molesto e volvendo para recoller a mesa sen pronunciares mais palabra. O rapaz, un 3 sobre 10.

O mellor de todo foi que deixando 200€ de facturación, e con cafés fumeando recién servidos, unha empregada que parecía encargada nos dice que a ver se podemos apurar que hai xente esperando. De novo, se nota a presa por facturar, eran case as 4 da tarde e seguían aceptando mesas, e os empregados, sen descanso.

Para rematalo, a un membro do grupo unha empregada lle chamou a atención berrando “ehh non se vaian sen pagar”, cando xa estaba recién pagado.

Se pensaran en calidade e atención antes que en facer cartos, o sitio melloraría un mil %, pero para qué? A xente vamos como borregos en masa só pola ubicación a sitios mais ben mediocres en xeral. A min non me volven coller, non o recomendo. Por poñer exemplos, nas Sirenas en Viveiro ou na Sobreposta no Barqueiro cómese moito mellor e a atención é boa. Obviamente é mais caro, pero a comida vale...