Galicia restaurant — Restaurant in Begonte

Pongo una estrella por no poner. NEFASTO, no hemos ido pero el trato ha sido vergonzoso. Llamamos el viernes para hacer una reserva para comer el sábado para 2 personas. Ya por teléfono note que muchas ganas de recibir a alguien de fuera no tenían, nos puso en la supuesta barra para hacernos un favor y que en 1 hora teníamos que comer. Anoche tuvimos un problema personal mi pareja y yo y esta mañana hemos estado en las urgencias cercanas y hemos obviado por completo la reserva, lo cual entiendo perfectamente ya que es una reserva que no va a ser utilizada. Llegando del sitio de urgencias cercano, recibo 3 llamadas en mi móvil. Mi sorpresa cuando lo cojo, es que un señor me recrimina que han reservado 2 mesas a mi nombre; una de 4 y otra de 2. Y que no han venido. Que que poca vergüenza tenemos que que falta de respeto, que se han quedado 8 personas sin comer por mi culpa…: una llamada muy desagradable para la situación que estábamos viviendo. Entiendo que es un problema una más para 2, que no se haya ocupado ,he repetido por activa y por pasiva que lo sentía muchísimo pero que hemos acabo en urgencias . No es mi estilo. Pero que me llame un señor diciéndome que que poca vergüenza que esto le parece de risa que Bla Bla Bla Bla. Mire señor organícese mejor y si por una mesa de dos no ha podido dar de comer a 8, el problema lo tiene usted no yo. Panda de sin vergüenzas y a...

Mi marido y yo fuimos a comer un día normal entre semana, sin reserva. La carta era muy reducida y siendo totalmente franca, algo vieja (se despegaban las fundas con las hojas dentro) lo cual no puedo valorarlo como algo negativo, el sitio es muy acogedor y estilo rústico, la atención de los camareros fue genial, atentos a lo q necesitasemos, servicial y amables. Pedimos albóndigas, una milanesa y una ensalada. Tardó un poquito en salir (poquito no significa q esperamos media hora por plato) lo cual para mí entender es q la comida la marchan al momento y no es algo q tengan ahí ya esperando un golpe de microondas para servir al cliente... en cuanto a sabor, era como comer las albóndigas hechas por mi abuela, caseras, sabrosas y tiernas, un buen plato de albóndigas tanto en tamaño como cantidad y ¿la milanesa? Igual... yo aquel día no comí en un restaurante, comí en casa de mi abuela porq todos los platos eran platos típicos y sencillos, ninguna "deconstrucción de..." O "marinado con..." Era comida casera y sabrosa. Sin duda alguna volveremos a parar ahí. Por cierto, los postres caseros, la tarta tres...

Sitio maravilloso, lleno de detalles, rústico, que nunca te cansas de mirar y ver lo que hay. En un ambiente familiar, muebles antiguos, obras de arte, todo con mucho gusto. La comida espectacular; las mejores albóndigas, y caseras de verdad, que he comido en mi vida. Precio más que razonable, postres caseros deliciosos, café de pote. Carta con carnes y pescados así como platos para compartir, nosotros compartirmos unos mejillones y de segundo unas albóndigas y un raxo con patatas. Sabía de su buena fama pero nunca me había coincidido comer aquí, desde luego la fama es merecida. Trato agradable del personal, majos y atentos. No tengo nada malo que decir. En serio, entraría a la cocina y llenaría tuppers de esas albóndigas, x favor qué delicia! Recomiendo llamar para preguntar por reservas porque siempre que he pasado por allí he visto gente. Nosotros habíamos reservado para las 3 y ni dos minutos pasados de esa hora estábamos sentados pero igual a horas más puntas puede que estén completos pues es un sitio conocido por comer bien y eso...