Casa Leonor & Jacma — Restaurant in Benizalón

Este restaurante no es ni su sombra en comparación hace 10 años. Sitio acogedor al entrar, en el que se sirven comidas tipo menús de diferentes platos y precios, en los que no hay cartas de los menús ni precios de cada uno de ellos. Para empezar, ya te encuentras en la mesa preparada las ensaladas, en la que deberían de colocarse una vez sentados los comensales. A saber desde cuando están las ensaladas puestas en la mesa. La ensalada lleva un tomate troceado en varios trozos, unos taquitos de queso tipo Burgos de Arias, unos mini trozos de mango, nueces, etc.. No existe carta de menús, directamente el dueño te pregunta por la bebida y por el primer plato que sólo tiene 3 variedades. Pedimos migas, fidegua y brócoli gratinado. El primer plato es ridículo, era una especie de tapa en tamaño se refiere, para eso es mejor no poner primer plato y quedas hasta mejor. Decepcionante. De segundo plato tiene sobre 7 y 8 platos variados especialmente carnes a la brasa, de pescado sólo tiene un plato. Estos platos son más voluminoso en tamaño pero en vez de servirlos todos juntos, iban salpicados y unos comían antes que otros. El entrecot de ternera estaba algo duro y con muchos tendones y rejumeaba que parecía cordero en vez de ternera, la pierna de cordero no estaba bien asada al horno, todos los platos acompañados de un poco de patatas fritas. El postre poca variedad donde elegir. Te ponen café en el menú. Al pedir la cuenta, no te traen factura y te la dice de boca sin saber lo que vale nada. Pides la factura y te dice que depende que segundo plato pidas así vale el menú. El de entrecot de ternera vale 28€. Un robo. Si pides carrillada tiene un precio, el codillo otro y asi. No fueron capaces de preguntar si queríamos unos chupitos, después de dejarte más de 200€ en comer. Atención por parte de los camareros y el dueño es mejor no comentar. Se nota en la cantidad de gente que va a comer, en los segundos platos donde tenia mas variedad a elegir y mejor calidad, trato más correcto por parte de los camareros y el precio de los menús...

Llama para hacer reserva, no te arrepentirás, y ve con hambre!!! 😜 Lo recomiendo 120%

Hace 13 años fue la primera vez que fuimos y nos pareció muy bien. Estaba embarazada de mi hija y hoy hemos repetido pensando en que la experiencia se repitiera. Pero no ha sido así, ha sido ESPECTACULAR. Íbamos 11 (6 adultos y 5 niños). La ensalada al centro era pipirrana con la cantidad justa de aceite y sabor de verdura fresca. Continuamos con el primer plato, hoy había, migas (jugosas con carne a la orza, pimiento frito y aceitunas), trigo (bien guisado, con la carne que se rompía, al buen estilo almeriense), y salteado de setas fritas (guau!!) En la mesa se sirvió al gusto de cada uno, sin tardanza. De segundo el plato fuerte acompañados de patatas fritas de verdad con pimiento rojo o amarillo frito.... Pierna delantera de cabrito (tierna, jugosa....eeeegggsss) secreto (a la brasa, y no eran pequeños, bien hechos y sabor perfecto), entrecot al gusto del comensal que más de uno no ha podido acabarlo, chuletón (la felicidad absoluta de mi marido, ha disfrutado, con esta carne hecha en su punto, se salía del plato), y carrillada, esta última ha sido mi opción... Se rompía con solo posar el tenedor, jugosa, sabrosa, espectacular... No hay palabras. Continuamos con los postres... Pecado de cardenal todos ellos, pero con diferencia la tarta de queso es la mejor. La casa nos invitó a una copita de crema para ayudar a digerir este banquete vikingo. El servicio es familiar y bueno. Todo llegó caliente y sin esperar demasiado (lo justo para que las carnes se hicieran, normal). Por barba nos salió a 23€!!! No lo hemos visto nada caro.

En cuanto terminemos de digerir todo, volveremos. Muchas...

Antes de leer esta reseña debo advertir que el restaurante estaba lleno con celebraciones incluidas por lo que algunas deficiencias pueden tener su explicación y entiendo, viendo la buena valoración que tiene, que en otras circunstancias quizá no se hubieran producido.

Casa de cuatro plantas con escaleras estrechas y varias dependencias pequeñas distribuidas de forma irregular que han sido acondicionadas como bar y comedores. Algunos disponen de equipos de aire acondicionado.

Decoración rústica con mesas y sillas de madera.

Ambiente ruidoso pero había muchos clientes en todas las plantas y salas.

Menú diario con varios platos de primero, segundo (carnes) y postre. En la mesa, aperitivo de cortesía: en nuestro caso, un sabroso tomate de calidad con abundante aceite.

Platos con una elaboración, calidad y presentación aceptables: arroz caldoso con bogavante y pota muy sabroso, al igual que la ensaladilla lo que contrasta con unas carnes algo insípidas o con presentación mejorable (el secreto y la pluma eran trozos muy grandes y poco apetecibles; cortado en tiras quizá sea difícil hacerlo a la brasa pero es mas agradable a la vista).

El personal hace muy bien su trabajo teniendo en cuenta lo complicado de la distribución de las salas. Trato agradable y familiar. Servicio rápido.

Limpieza y orden mejorables.

Un menú de dos platos, postre, bebida sin restricción y café por 25 € está muy bien. Una lástima que algunos detalles no estén a la misma altura pero siempre se pueden solucionar. Seguro que volveremos a ver si ha sido así para darle esas dos estrellas que...