COMOHEYA restaurante — Restaurant in Bielsa

Qué decir?? Clientes “repetidores”, no digo habituales, conocidos…ni íntimos, ni amigos, bueno...ahora ya sí. Fuimos éste domingo mi mujer y yo. Elegimos el menú para dos (35+iva/person). Mientras esperamos, pido una caña, mi mujer el cosechero de la casa. Aperitivo cortesía de Conrado: queso en aceite de oliva. Una maravilla, a distancia ya huele. Reclama el vino que no llega y, como disculpa ante el despiste, le sirve una copa de Tres Picos.. Primero; Risotto de setas, recién cogidas (nos muestra la bolsa donde aún le restan, para apreciar el aroma que desprenden), y parmesano: exquisito. Principal: Chuletón de Ávila. Buen aspecto. Pelín picante. Se lo comento con despreocupación Rápidamente nos ofrece una nueva pieza. Declinamos por estar más que satisfechos. Postres: sandía sabrosa, con pepitas negras, de las que ya no se ven, y la famosa cuajada ella Aparece Mónica, su mujer, cocinera y responsable del local, a reiterarnos sus disculpas por el estado de la carne Conrado nos trae unos vasos de chupitos y nos sirve un excelente licor; brindamos con él para volver a visitar su casa en la próxima ocasión. Al pedir la cuenta, Conrado no acepta que abonemos nada. Me niego a aceptar una invitación que considero desproporcionada, por un defecto en el embalaje al vacío del proveedor, y habiendo disfrutado tanto de todo lo demás. Se reafirma en su decisión. Conociéndolo, no puedo más que seguir sus órdenes Le aviso de que volveremos y le agradeceré este detalle como corresponde Conste esta reseña (primera que hago) como parte del agradecimiento debido Y esperamos compartir muchas más buenas experiencias con esta...

DECEPCIÓN ABSOLUTA.

Guiados por los buenos comentarios que tenía, decidimos comer en este local.

Primero: llegamos y nos dice que en 20 minutos nos da mesa. La verdad UNA HORA esperando. Segundo: nos mete dentro y 15 minutos para darnos una carta, y otros 10 para tomarnos nota. Tercero: pedimos una Coca Cola Zero, y nos trae una botella de medio litro ABIERTA para que nos sirvamos. Cuarto: 20 minutos más tarde llega un primer plato, y cuando estábamos terminando, llega el otro primer plato. Quinto: los segundos llegan también por separado 25 minutos tras acabar los primeros platos. Sexto: los postres nos los toma un cocinero que se olvida de decirnos la mitad de los mismos. Séptimo: las mesas que entran después les pone aperitivo ... Y a nosotros ni pan. Octavo: una de las mesas de al lado nuestro le dice al propietario, con una educación exquisita, que no es normal que les tengan casi tres horas comiendo, y el propietario le responde que él al menos le estaba dando de comer, porque seguro que había ido a otros restaurantes de allí, y no le habían cogido. A lo que el comensal le contesta, que ha ido únicamente a su restaurante guiado por los comentarios de TripAdvisor donde le daban el primer lugar. Noveno: después de comer, el olor de la ropa es sencillamente desagradable Décimo: y con esto termino, el propietario tiene el lujo de decir, que por un menú de 15,50, bastante es que coman y en ese tiempo.

No voy a sacar conclusiones a todo lo expuesto. Ustedes mismos...

Estábamos por la zona justo el fin de semana de carnaval, sin ser conscientes de ello y de como se festeja en Bielsa este evento.

Llegábamos de hacer una ruta por los Llanos de Larri y estaba todo a rebentar, en ningún sitio nos daban ya de comer y Conrado nos acogió en su restaurante. Estaban todas la mesas ocupadas, pero nos dijo que si nos esperábamos 30 minutos, podríamos comer allí. No esperamos ni 15 minutos, que ya nos pudimos sentar a la mesa.

Al ser carnaval no tenían carta, solo la opción del menú que estaba en la pizarra. Aún y así, el camarero nos ofreció chuletón de 1 kg, en el caso de que nos quisiéramos menú y eso es lo que pedimos, junto a una buena ensalda. La carne estaba buenísima y las patatas fritas se notaba que eran caseras. Tanto la sopa castellana, como el pato, que eran los platos del menú, a pesar de no probarlo, tenían muy buena pinta y los demás clientes decían que estaba todo muy bueno.

Es todo muy campechano, desde el trato y el ambiente, hasta los platos que te sirven. Todo es hecho por el matrimonio que regenta el restaurante y los productos son naturales y de calidad.

Si quieres comer tranquilo, este no es tu sitio, ya que les va el rock y la música a toda pastilla, pero esto es lo que hace auténtico a este lugar que, además, te sirven un buen producto a buen precio y te sientes...