Fuimos con reserva, nos pusieron una mesa al sol en el interior, el toldo estaba arrancado por el viento, pero hacía bastante tiempo según el estado de los tornillos, con lo que todo el rato te daba el sol en la cara. Tras media hora sentados y sin que nadie se acercara a atendernos, nos dice el camarero que no tienen carta que la están cambiando. Nos pregunta que queremos para beber, pero se le olvida tomar nota de la comida. Unos quince minutos después el mismo camarero trae las bebidas, cerveza sin y tinto de verano y se marcha sin mediar palabra. A continuación se acerca otro camarero distinto pero ver qué queremos comer, como no hay carta nos dice de palabra lo que tienen para el día, sin informar del precio de cada plato, sólo nos informa que tienen chuletón a 45€ el kilo. Finalmente pedimos caballitos, marineras, una ensalada y como plato principal unos nos decantamos por cordero a la brasa y otros pollo también a la brasa. Los dos primeros nos los sirvieron relativamente pronto, la única pega es que faltaba un cubierto y tuvimos que levantarnos a por él ya que aunque lo pedimos nunca llegó. A continuación sirvieron la ensalada, esperamos un poco a ver si podíamos acompañarla con el plato principal, pero visto que este no llegaba y que el hambre apretaba, dimos buena cuenta de ella. Eso sí, no había cuchara de servir, pero no era cuestión de pinchar todos del mismo plato, algo nos ha enseñado el covid, por lo que otra vez tuvimos que levantarnos para pedir una cuchara, que dicho sea de paso nos vino bien porque tras dos horas sentados en la silla ya empezaban a dormirse las piernas. Por fin llegó la carne a la brasa, pero sólo 3 platos, el resto tuvimos que esperar 15 minutos a que nos tocara el turno. Finalmente aconsejados por el camarero, nos decidimos a pedir postre, con la sorpresa de que no les quedaba lo que nos habían ofrecido, hubo que cambiar de elección pero es verdad que el plan b estaba muy bueno. El resumen fue 24€ por cabeza, el precio ajustado a la buena comida pero no...
Read moreMe acabo de hacer esta cuenta para hacer la reseña, porque nunca antes viví algo así, y me gustaría ahorrárselo a la gente si puede ir a otro sitio de la zona.
Habíamos reservado una paella, y antes de servirla nos insistieron en pedir también entrantes, dijimos que no, que no teníamos tanto saque y que con la paella estaba bien. Insistieron tanto que acabamos diciendo sí a un tigre y dos cosas más, por vergüenza. Nos sacaron cuatro tigres, y dos unidades del resto. Llamamos la atención, pero se hicieron los locos.
Tras comernos la paella, nos preguntaron qué queríamos de postre, dijimos que nada, que estábamos llenos. Volvieron a insistir, repetimos que no, ya un poco cansados. El camarero se fue y le escuchamos hablar con malas maneras de nosotros junto a la persona que estaba dentro. Regresó, con la misma educación, a decir que teníamos que probar los postres, que era la especialidad, parecía algo obligatorio, por lo menos "la tarta del abuelo". Con ganas ya de irnos, pedimos una unidad de dicha tarta, para una persona, insistimos en ello: Solo una porción, pequeña, PARA UNA PERSONA. Pues va el camarero y saca un surtido de postres, seis porciones, que no estaban recién hechas precisamente, y no estaba la dichosa tarta del abuelo. Cuánta suerte debió tener el resto de comensales que dejaron esas buenas referencias que estoy leyendo ahora, porque desde luego los astros se nos desalinearon a nosotros ese día.
Finalmente, sacan la cuenta, nos cobran un disparate y nos hablan con poca educación. Nos vamos de allí con la sensación de haber sido timados y un mal sabor de boca por la mala relación calidad-precio. Hablando del tema en el coche, de regreso a casa, coincidimos en que es la primera vez que no...
Read moreAcudimos a cenar con la familia después del Triatlón y SORPRESA…. más vale malo conocido que bueno por conocer…. Después de 1.30h allí sentados viendo el desmadre que tenía allí montado el camarero en la terraza y solamente habiendo comido unos caballitos fritos , unas croquetas y un calamar a la plancha más duro que una piedra; le comentamos al camarero que solamente nos marche uno de los entrecots porque una de las personas que venía se puso mala y tubo que ir al servicio un par de veces a devolver. Su respuesta fue que estaban ya listos para salir… que extraño fue que si estaban listos a los 40 minutos después todavía no habían salido. Así que nos levantemos y le pedimos la cuenta a la barra. Después de dialogar con la señora de la barra y otro señor muy amable nos comento que los entrecots estaban solicitados desde hace 10min y que eso tardaba 5’ en hacerse a la brasa. Esta claro el camarero con la poca vergüenza nos engaño con el propósito de hacer una buena cuenta con nosotros. Nos cobraron los entrecots sin haberlos comido porque decía que ya los tenía. Cuando le dije que no los sacará que no los quería, me decía que hacía ahora con ellos, pues mi respuesta fue pues cobradlos porque lo único que quería era irnos de allí porque la impotencia que sientes en una situación así no se la deseas a nadie. Pero sin dudarlo esta persona hubiera tenido que acarrear las consecuencias y haberse quedado el los entrecots y pagarlos el porque nos MINTIÓ Y ENGAÑÓ!!
Solamente queremos que nos devuelvan nuestro dinero que ayer se le regaló a esta persona
Solo espero que esta crítica os haga mejorar y que si no podéis atender 10 mesas porque no tenéis gente, coger 5 y atenderles correctamente a la larga...
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