Restaurant Can Valls — Restaurant in Brunyola i Sant Martí Sapresa

We chose this restaurant for a family gathering in Catalunya. Our son was getting married at a nearby Monastery and we invited 50 people for a celebration the night before the big event. The communication was all done through email. We went back and forth about the menu and we blindly chose this place based on our communication, the website and the proximity to the wedding venue. I am so glad we did. The venue did a beautiful job in their handling of this event. The food was excellent; the service professional and the atmosphere was outstanding. Everyone raved about how the food was some of the best they had while in Spain. We were hoping for an authentic experience and got exactly that. We even had lunch there the day before in order to meet and firm things up for the following night. Service, food and everything was excellent. I would highly recommend Can Valls for an event or for a pleasant, gourmet ,...

Una experiencia algo decepcionante. Fuimos 2 adultos con 3 niños. Pedimos unos platos para compartir de primero y un chuletón de segundo. De picar fue el foie (servido sobre cuatro tostadas multicereales estilo las del Mercadona), alcachofas (muy buenas), caracoles a la llauna (salían enteros pero de tamaño bastante pequeños con una salsa bastante plana en sabor) y steak tartar (servido en unos brioche de leche, el sabor del pan reducía el de la carne). Al ser 5 personas Marta nos recomendó medio bocadillito de steak tartar para cada uno, ya que los niños iban a comer también. Nos sirvieron el chuletón, que en principio iba con la piedra para poder hacerlo a tu gusto. Nos la trajeron tarde cuando llevábamos medio chuletón comido después de reclamarlo en varias ocasiones. De postre los niños pidieron sorbetes, y mi marido y yo pedimos un surtido de bombones, carquiñolis, frutos secos…para tomarnos el café. Cuando cogimos los carquiñolis nos dimos cuenta de que tenían seda colgando, con lo que estaban en mal estado. Le comentamos a la camarera esto y se llevó el carquiñol con la mano, fue incapaz de recogernos el plato. Lo lógico era traer otro en su lugar, pero no fue así, esperamos bastante tiempo para decirnos que ese plato no lo iban a cobrar (4€, ya contábamos con eso…). Lo que remató el día fue cuando llegó la cuenta y vimos el precio del entrante steak tartar que nos resultó desorbitado (67€) por lo que reclamamos, más caro que el chuletón. Nos dijeron que habían cobrado 2 raciones y media. Marta, cuando nos recomendó las raciones en ningún momento comentó el precio ni qué cantidad venía por ración, entendiendo que los niños comen menos. Finalmente nos cobraron el plato más o menos a la mitad (aún así lo veíamos extremadamente caro). Tuvimos que reclamar hasta en dos ocasiones la cuenta ya que también se habían equivocado en cobrarnos bebidas de más. Bastante incómodo la verdad, con sensación de que nos fuéramos cuanto antes. Tras expresar el malestar nos regalaron 2 cajas de coulans, pero habríamos agradecido poder hablar con Marta o David, ya que veníamos con mucha ilusión desde Castelldefels. La cuenta...

Servicio excelente, comida a otro nivel, lugar impecable.

Partimos de una recomendación para visitar el lugar, y la recomendación se quedó corta, la camarera a cargo, Teresa, es fantástica, alegre, solemne, trabajadora, experta en la carta, rápida, lo tiene todo para ser un 100. Su recomendación de croquetas de butifarra negra fue sensacional, un gusto exquisito que tuvo que ser repetido por su increíble sabor. Seguido de un arroz negro al punto con una preparación que te dejará con las ganas de más, todo esto acompañado de un albariño llamado Pulpo, tan suave y elegante que sin darte cuenta necesitarás otra botella. Tras este principio continuamos con su solomillo de su propia cosecha, ya que tienen su matadero, con salsa de Pedro Ximénez. Mira, dios mío la carne, dios, INCREÍBLE, se derrite en tu paladar al saborear tal exquisitez, no necesité a penas masticar, una sensación de perfección que te dará la alegría de tu vida. Pensábamos que ya no podían mejorar más pero con sus famosos postres caseros vamos a terminar de disfrutar nuestra gran comida,probando su famoso coulant de avellanas de la zona y un sorbete de limón para bajar tanta comida, todo casero. De verdad no hay palabras para describir este lugar, 100% recomendado. Tal vez pueda parecer precio alto pero es bajo en comparación con la gama extraordinaria de sabores y olores que...