Restaurant Can Candelich — Restaurant in Cànoves i Samalús

Llegamos al restaurante porque no encontramos nada abierto y pregúntanos si podríamos comer. Al entrar vemos un menú cerrado de 27€ , que nos parece caro para el entorno y el local, pero pensamos que tal vez valdría la pena. Error!! Pedimos agua y nos rellena una jarra que debia tener 25 años de antiguedad de agua de una fuente de estas de agua embotellada, en serio. Pido escalivada y traen un plato con 2 trozos de pimiento asado y un trozo de huevo duro en medio. Sin ajo y perejil, sin anchoa, sin aliño, nada, insípido. De segundo cordero asado, y traen 2 trozos de cordero de la parte con hueso sin apenas carne, y de postre dicen que helado de 3 sabores, y la sorpresa llega con un trozo de corte helado de los de galleta, como en los 80'. Alucinante que un sitio así tenga la desfachatez de cobrar 27€ por tal menú, y qué mala suerte tuvimos. En cuanto al servicio, una chica joven muy apurada y sin ninguna simpatía y un señor muy borde y con cara de mal...

Ayer tuvimos comida familiar. Éramos una mesa de 20 personas. La comida, casera y buena pero sin pasarnos: el primer plato consiste en buffet libre con poca variedad, un segundo de carnes y postre buffet con 5 o 6 tartas a escoger, yogures y alguna cosita más, todo más que correcto para el precio, 23 €. adultos y 15 €. los niños. Pero el detalle está en el servicio en mesa: horrible =para no volver. El servicio lo ofrece un señor (parece ser el dueño) que desde el minuto 1 se encarga de soltarte frescas que al principio es tan surrealista que piensas que tiene un humor especial, el cual tú no aprecias, pero durante la comida confirmas que es un maleducado, una lástima por que el resto de personal es un encanto, pero estan más en cocina y casi no tratas con ellos. Les aconsejo que dejen al señor en cocina y sirvan las mesas alguno de ellos, porque al menos nosotros 20 no pensamos volver....

M’esperava quelcom millor. La qualitat no em va cridar l’atenció, ni molt menys. M’havien parlat molt bé, tot i que qui m’ho va recomanar feia temps que no hi anava. Entenc que abans s’hi menjava bé, però ara no és el cas. Per no parlar del tracte. El cambrer que ens va atendre deuria tenir mal dia, però va ser mal educat, desafortunat i amb molt males maneres. Entre altres “perles”, quan va portar el segon plat li vam recordar que un dels plats de carn l’hi havíem demanat molt fet. La seva resposta va ser “no recordo quin era, és igual”. Va girar cua i va marxar sense més. No vam entrar en discussions, perquè els meus acompanyants em van frenar, però crec que no és manera de contestar. Com a mínim, agafes el plat i demanes a cuina que el passin una mica més... per no parlar de la manera tan desagradable que tenia de dirigir-se als tres nens que teníem a taula. En resum, no el...