En respuesta al propietario sobre la reseña de Sergio Jiménez, comentarle varias cosas que parece que no ha tenido en cuenta a la hora de decir que nos invitó a cenar y nosotros aprovechamos la situación: Pedimos al llegar 2 tapas, 2 platos para niños y 5 platos para adultos(entre ellos, 2 platos de costillas) y pedimos por favor que sirvieran antes los platos de los niños. Avisan al rato que una de las tapas no hay disponibilidad y la cambiamos por otras tapas. Después de un rato y a cuenta gotas sale alguna tapa, algún principal, y ni rastro del plato de uno de los niños. Y aún repitiéndolo nos comentan que no pueden hacer nada. Siguen saliendo platos, avisamos que sigue faltando una de las tapas y nos avisan que "se está descongelando". Al rato salen los dos platos de costillas y al intentar comerlas estaban literalmente congeladas por dentro. Evidentemente a raíz de la experiencia que estábamos teniendo, entre los comensales empezamos a comentar la situación y de repente un señor, que dijo que era el padre de la dueña, empezó a increparnos diciendo que nos estábamos quejando sin razón. A lo que además, se añadió la madre de la misma añadiendo que estábamos mintiendo en el tema de las costillas sin querer comprobarlo por ella misma. En una de esas, con todos los platos ya servidos, nos avisan que no había una de las tapas(la que supuestamente se estaba descongelando). En NINGUN MOMENTO, fue nuestra intención irnos sin pagar. Fue la única solución que nos dieron ustedes(a última hora) a parte de: el local está lleno. Así que lo de no escatimar no entiendo porque lo dice si después de decir que la cuenta corría por si cuenta, lo que hicimos fue marcharnos del local. Habla usted de falta de empatía. Una de las cosas que hicimos fue hablar con el camarero indicándole que éramos conscientes que no era su culpa sino más bien de la organización y la cocina. Así que creo que se equivoca con el tema de la empatía. Desde luego que no voy a ser yo quien le dé lecciones de hostelería, pero como opinión, que para algo está este lugar, creo que si la cocina no da, no debería aceptar más reservas de las que pueda servir.
Probablemente hayamos tenido mala suerte, pero creo que es lógico nuestro descontento con el servicio y la calidad. Tranquilo, "amigo" que no nos volveremos a...
Read moreSábado de fiestas. El local lleno. Nos atiende un tal Jesús. G. Camarero, un hombre rudo, desenfrenado y tosco que nos demostraría su soberbía y esnobismo a lo largo de una larga y dura cena.
Veníamos de casa con los bocatas ya pedidos para ahorrarle tiempo a Jesús, el cual solo tenía que apaciguarse un momento, respirar y leer la nota que le teníamos preparada con todas nuestras comandas del día de antes, pero no.
Jesús nos chilló de forma muy grosera: "ESTO QUE? LO TENIAIS YA PEDIO'?! ASI NO, QUE SINO YO NOSE QUE LLEVO EN CADA MESA" nos dijo despectivamente mientras mostraba su espalda con desprecio como si de un gorila plateado se tratase. Sin duda quería demostrar de quién era el territorio.
Cuando vino la segunda vez, ya con miedo, le pedimos una botellas de agua y dijo que nos las traería calientes, que le daba igual todo...
Para demostrar su apabullante superioridad sobre el resto de camareros, se burlaba y pitorreaba de un amigo que teníamos apartado por picadura de mejillón cebra. Jesús. G eso le da igual, el disfruta del sufrimiento ajeno e incitaba al intoxicado a acercarse a todo el local para propagar la plaga de crustáceos. Tremendo ruin don Jesús G.
La guinda fue al pedir que nos sacara la cuenta a mi y a mis 3 nietos arios por separado, ya que nos encontrábamos mal debido al parasito y unos teníamos que irnos antes, a lo cual respondió: "ESO YA ME LO HIZO LA NIÑATA ESA EL OTRO DIA, HAY QUE SER *, BUAJAJAJA" Mientras se reía y jactaba junto con el dueño del local, en un desacato de risas burlescas y elitismo.
La comida por cierto el morro venía en forma de pelota frita todos los trozos pegaos, rollo algodón de azúcar. Los calamares eran unas zapatillas Kipsta Airpunder Renachar Edition y los bocatas tenían el pan tan pocho y blando que seguramente sea de las lagrimas de los clientes que han recibido el trato de...
Read moreHorrible la experiencia, no sólo la de esta vacaciones de Semana Santa, también desde el verano pasado. No aciertan en lo que se les pide, ni alli ni para recoger. Tardan mucho en servir. Esta semana santa, de malas maneras no invitaron a irnos, sin tan siquiera preguntarnos que íbamos a tomar. A las 12h ya tenía que preparar las mesas para comer, cuando, igual preguntando si era para unas cervezas, nos hubiera atendido sin afectar a la preparación, pero por lo visto era mejor echarnos, que dar un servicio, ganar € y tener clientes contentos. Para rematar, al dia siguiente para cenar, hora y media para servirnos la cena, 3 sándwich y 2 hamburguesas para los niños, una ensalada, todo cosas fáciles y rápidas, y sólo éramos 5 mesas (lo digo por la excusa de las 200personas) Los bocadillos se enfriaban en la barra...un auténtico desastre. Una pena que en el pueblo tengamos este servicio, luego se oyen quejas de que siempre vamos a Chelva y no cuidamos los negocios del pueblo, pero así se hace complicado. Encima, perdemos el parque de bolas que iba genial para los niños. Para estos negocios hace falta gente con ganas y con idea, no sólo ganar por castigo, con gente que va una vez y lo mismo ni repite. 29/04/2022 En respuesta a tu comentario: no sois los mismos de siempre, tu tienes alquilado el merendero, nuestras experiencias positivas lo fueron con Ruben/ M. Jose, contigo no las hemos tenido, lo que he escrito nos pasa desde que estás tu. Gracias por la respuesta y suerte, pero mientras tu actitud no cambie, al menos a mi no me verás por allí, aunque eso no creo...
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