Soy muy consciente de que hoy en día las reseñas son muy importantes para empresas y negocios. Se les da mucha importancia tanto para bien como para mal. Considero que están muy sobrevaloradas, pero es cierto que muchas personas se guían por ellas para acudir (o no) a un establecimiento, siendo esto muy injusto a veces. Al decir esto quiero dejar claro que soy consciente de lo que a continuación voy a relatar, muy a mi pesar.
Así, sin más rodeos: El pan te lo sirven frío. Y cuando digo frío, es frío. Los comensales tuvimos una agradable conversación realizando suposiciones del porqué de semejante suceso: había quien decía que el pan lo almacenaban a la intemperie, otros apostaban a que venía directo de la nevera, los más imaginativos exponían teorías que no reproduciré en estas líneas.
Los huevos rotos con jamón no lo son, sino que te ponen huevos "cocidos" con jamón y patatas, pero sin querer. Es decir, te quieren poner huevos fritos con el jamón y las patatas pero no saben, y los huevos quedan completamente cuajados. Un desastre. Todos podemos meter la pata, por supuesto, pero solamente el hecho de que te pongan semejante bazofia viene a decir que ni prestan atención ni les importa. En cualquier establecimiento el camarero, al fijarse ya hubiese dado media vuelta y ese plato no hubiera llegado a la mesa.
Traen los platos por parroquias. Un comensal decidió disfrutar como segundo plato de "ventresca con piquillos" y como era un plato frío y ya lo tenían preparado lo trajeron como 5-10 minutos antes de traer los demás, seguramente para que los demás comensales pudiésemos fijarnos bien en lo bonito que venía emplatado. Resulta sorprendente, máxime cuando se trata de un plato que ya tienes preparado y puedes traerlo según salgan los platos calientes, vamos digo yo.
Tienen una bellísima máquina de café que debe de estar de adorno, porque, loco de mi, no se me ocurre otra cosa que pedir un cortado para mitigar el mal sabor de boca pero la camarera me indica, con exquisita educación y con una radiante sonrisa, que no, que el café ha de ser "de pota". Pues nada, no se toma café, aquí no se enciende la máquina no vaya a ser que se ensucie y se gaste.
Ah, casi se me pasa, se olvidaron de traernos uno de los platos que pedimos de primero (langostinos) y viendo el panorama apostábamos que nos los iban a incluir en la cuenta y tendríamos que reclamar, pero no, gracias a Dios ni los sirvieron ni los cobraron. Una suerte, oiga.
Me han borrado la reseña y no entiendo por qué. Vuelvo a ponerla porque es cierta y en vez de pedir disculpas quieren hacer censura. Pues no, señores, así no...
Read moreDecidí llevar a mi familia a comer por recomendación de varios amigos. El lugar es bonito y agradable, había gente al ser sábado es una hora bastante concurrida. El primer camarero que nos atendió fue muy amable y nos tomó nota, también nos aconsejó por el tema de cantidades a pedir. El pulpo con cachelos que nos sirvieron estaba pasado y al comentarlo la respuesta de otro camarero fue que "para su gusto estaba bien". Todos los gallegos sabemos que cuando la piel del pulpo está salida ( no lleva el borde alilado) y está como un chicle es que está pasado de cocción, y eso puede suceder, pero el caso es que la respuesta del segundo camarero que nos atendió fue desagradable, no nos ofreció cambiarlo de hecho dijo que no ( a otra ración de pulpo). Nos quedamos sorprendidos y eso ya hizo que el resto de la comida fuera de todo menos una experiencia bonita y agradable que es lo que todos buscamos cuando vamos a comer a un restaurante, sobre todo que el trato sea profesional. El raxo insípido y seco, de postre pedimos una tarta para no quedarnos con tan mal sabor de boca :( Al final cuando vas a comer es un conjunto de cosas, y aunque no siempre salga bien todo, el trato dispensando fue muy seco y de malas maneras, por eso no lo recomiendo, tiene muy buenas reseñas pero nuestra experiencia no ha sido buena...
Read moreTodo iba bien hasta que el camarero me pegó una vacilada... Pedimos pulpo y raxo, como no podemos tomar patatas ni pan les dijimos que no nos trajeran el pan, que el pulpo lo pusieran sin las patatas y si nos podían cambiar las patatas del raxo por un par de huevos (como me hicieron en A Viña das travesas) Nos lo cambiaron y todo bien hasta que fuimos a pagar. Nos cobraron le pan, se lo indicamos, nos dijo que nos invitaban a unos cafés más y chupitos pero como ya estábamos tomando café y no podemos tomar alcohol le dijimos que no que nos abonara el pan y listo. Entonces el camarero torció el morro y cuando vino como el dinero del pan lo dejó de malas maneras en la mesa y nos pegó la vacilada "a los huevos estáis invitados" Si me hubiera dicho que me los cobraba cuando pedí el cambio le habría dicho que se lo pagaba, me daba igual. Es la manera más absurda de perder un cliente...
Conclusión: no vuelvo. Me voy a A viña nos trataron genial y...
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