Bar Restaurante Picu La Vieya — Restaurant in Cangas de Onís

I strongly recommend you to read the newest reviews, as most of great reviews come from the times the original owner was running this restaurant. The overall review rate is not as high as it is because of the new management and the current cooking/serving/price ratio, unfortunately. We always loved going to this restaurant, but all has changed to worse since the change of owners/personnel. Today, we have been turned down in a very rude way by the older waiter that we cannot eat there anymore (we were regulars, mind me). The same thing can be done in very different way. Perhaps politely and not making the guests feel very unwelcome? But this specific guy lacks good manners and professionalism. It felt very uncomfortable and unfriendly. We have given them a few tries, to be fair, after the change of ownership. But it’s just not good. The possibly manager (not owner) is a cocky person who knows the best and behaves in a very weird way, pushing you into ordering what they prefer. It is, if they serve you. For that reasons, unfortunately, we concluded that this was the last time we tried to go there. What a pity and missed...

Hemos ido a comer aquí dos veces, la última hoy día 22/08. Todo lo que hemos comido estaba estupendo y la atención de todos los camareros ha sido increíble, a excepción de un hombre algo más mayor con pelo canoso. Escribo la reseña solo para dejar claro que gente así no merece espacio en ningún equipo. Desde el principio fue un poco chulo. Le dijimos que queríamos comer una parrillada para dos y nos dijo que "si veníamos al norte a comer carne lo que teníamos que pedir era el chuletón de vaca". Eso ya nos chocó. Al hablar de esa forma dimos por hecho que era el encargado, aunque no lo tenemos claro. Tal vez por eso se sienta superior a todos sus compañeros. Mientras estábamos comiendo, ocurrió algo en la barra que había al lado nuestro. Este hombre se puso a hablarle con total desprecio a una de sus compañeras. Cuando acabó de explicarle lo que quería (de malas formas) y la camarera se estaba marchando para continuar trabajando, escuchamos como seguía insultándola sin que ella pudiera oírle, diciendo que era una estúpida y otras cosas horribles que creí escuchar y no me gustaría escribir. Cuando la camarera entró al restaurante después de entregar una comanda, se fue adentro a llorar. Sus compañeros la vieron y parecía que era algo que pasa a menudo, ya que fueron todos a consolarla. En este punto, yo estaba intentando contenerme las lágrimas en la mesa porque no tolero las faltas de respeto y no comprendo como alguien se cree tan impune de poder despreciar así a NADIE. Como llevaba un rato aguantándome (con la mejor cara que podía poner), sus compañeros se percataron y empezaron a venir a verme y a ofrecerme agua, hasta que se dieron cuenta de que, lo que me estaba afectando tanto, era el mal trato del susodicho a la camarera. No pude mostrarle lo suficiente cuánto sentía que tuviese que aguantar eso porque no era capaz ni de hablar bien en ese momento. Al rato, se acercó alguien que parecía ser también un superior a preguntarme qué me ocurría. Se lo expliqué como pude (de forma incompleta, por eso esta reseña). Considero que actos como estos no deberían quedar impunes y más si son algo recurrente. Que su jefe o quien sea tenga claro cómo es esta persona (si se le puede considerar como tal). Muchas gracias al resto por preocuparse por mí pero, sobretodo, por...

PÉSIMA EXPERIENCIA. Tras la nueva apertura del restaurante tras el paso de Manolo, antiguo dueño, quisimos ver si mantenían su exencia o si habían hecho nuevos cambios, decepcionante… Decidimos pedir una parrilla para 2 personas ( 55€), la cual llevaba : 1 criollo, chorizo rojo, costillas, 500 gr entrecot, presa ibérica con patatas y pimientos, más su correspondiente bebida. Tras pedir la comanda y no traérnosla, tuvimos que volver a pedirla. También decidimos pedir un chorizo criollo para ir picando mientras venía la parrilla con su chimichurri, terminamos el criollo y la salsa vino al final…. Cuando llegó para parrilla, SOLO había criollo, costillas, chorizo rojo y un trozo de carne cruda que llamaron “entrecot” y patatas. FALTABA COMIDA. Se lo decimos a una de las camareras, como no tenia ni idea se fue a buscar una solución y no vino con la respuesta, lo mismo ocurrió con otro camarero joven, brazo derecho tatuado el cual, me discutió la situación. Le comento lo que estaba ocurriendo y me dice que no lo tiene que poder eso no lo ha puesto en la parrilla, que han abierto hace 2 días y que pueden faltar cosas … a lo que le respondo que si yo pido un plato pensando que tiene x ingredientes, esos ingredientes tienen que aparecer, ya que lo voy a pagar. Su contestación es que al final de la comida se ajustarán las cuentas. Por si no es poco, interrumpe mi conversación diciéndome que él también tiene que hablar, que le deje de interrumpir, VAYA PROFESIONAL…

Otra chica, debía ser una encargada, de gafas, muy prudente, nos escuchó y al ver que no podía solucionar el problema ya que se había actuado nefastamente tanto en trato recibido como en comida, pidió disculpas y no nos cobró nada.

Al margen de esta chica, se merecían una HOJA DE RECLAMACIÓN y por supuesto, primera y última vez. Con esa actitud no van a llegar a ninguna parte.

Tienen muy difícil volver a ponerse a la altura de su antiguo...