La semana pasada fui con la familia al Techo del Paraíso que ya le teníamos ganas! Con El Puerto nevado y unas vistas espectaculares fuimos recibidos por Héctor, alma del restaurante ( cocinero joven, talentoso e innovador en su tierra), nos hizo algunas recomendaciones según lo que nos apeteciera... Empezamos con unos entrantes, embutidos de la casa (cecina,lomo, salchichón,chorizo)...que calidad! Que sabor! Que corte tan fino...que placer! Cómo la familia es del norte, seguimos con unos callos para compartir, picantitos pero perfectos, invito a probarlos a aquellos que normalmente no les guste la casquería porque son de otra liga! Tuve la tremenda suerte de que hubo variedad en la mesa así que probé un poquito de todo! El pote de berzas, uno de los grandes desconocidos de la tierrina... Tierno, sabroso, un compango de calidad pero nada grasiento! De 10! El entrecot, puff el km 0 se nota en esta pieza, que calidad que sabor a carne real! El rabo de vaca, guisadito, salsa espesita y deliciosa, se deshace en la boca! LA COSTILLA, si, en mayúsculas por su propio tamaño y por lo diferente de lo que esperas! Nos explicaron la técnica para cocinarla y se nota el trabajo y el tiempo que le dedican...nunca había probado una costilla así, lo más sorprendente! Y finalmente mi plato...lengua estofada, reconozco que lo pedí por nostalgia, mi abuela solía cocinarla...y confieso que se me escapó una lagrimita de felicidad al probarla...estaba taaaan buena, tan tierna, cocinada con tanto gusto, es un plato que no suele haber en muchos restaurantes y de verdad para mí lo mejor sin duda! Que buen hacer tienen estos jóvenes, una vueltita de hoja a los clásicos pero sin estridencias y con contundencia! Llegamos como pudimos a los postres pero que calidad! Esa tarta de queso casera! Intentad dejar un huequito! La calidad y cantidad del producto es su seña de identidad pero no olvidamos el exquisito servicio, amables, atentos, educados, de 10.
En resumen, recomendado 100%, saldrás lleno, sin problema para llevarte a casa aquello con lo que no hayas podido y sin dejarte un riñón en el intento!
Larga vida al Restaurante...
Read moreHoy hemos ido a conocer el restaurante Leitariegos en familia,llevábamos tiempo con ganas de subir a conocerlo y tengo que decir que no defraudó,lo primero que me impactó es lo bonito que lo tienen en medio de un paisaje de excepción que para la gente que no es de la zona impresiona mucho más! Lo siguiente las medidas que cumplen a raja tabla con el tema del Covid,excelente! Tienen unas camareras la mar de majas y excelente el servicio realizado. La comida ha estado de lujo, hacía tiempo que no me gustaba tanto la comida en un restaurante y cuando digo todo fue todo. La lubina muy buena pero es que el lomo para compartir entre dos eso estaba de muerte,los chuletones más de lo mismo y la caldereta de oveja estaba exquisita👌 el vino de la casa impresionante,no soy de vinos pero el de hoy entraba sólo de rico que estaba. Las croquetas buenísimas y caseras y los calamares como hacía tiempo que no los comía,riquísimos y sobre todo frescos fundamental ya que es cada vez más difícil que te los pongan frescos. Los postres tb riquísimos y caseros. Estaba buenísimo hasta el café! Luego esa ruta para bajar la comida al Cuetu de Arbás,con unas maravillosas vistas y fotografías para inmortalizar el día y luego tomar unos refrescos a la bajada en la terraza no tiene precio. También decir que los aseos muy limpios y fundamental cuando vas con niños que tengan tronas y cambiador en los baños que en la mayoría no se acuerdan que las familias con niños también salimos. Por último el cocinero muy atento que salió a preguntarnos si estaba todo a nuestro gusto,que en pocos sitios lo hacen o que te recojan las migas de la mesa. La verdad que recomendable tanto por sus paisajes,como por su elegancia,saber estar y tratar al comensal y sobre todo en la comida exquisita. Sin duda alguna,repetiremos!! Muchas...
Read moreVaya por delante que hemos descubierto en el restaurante Leitariegos un lugar donde volver para poder seguir explorando una carta repleta de tentaciones del paraíso. En esta ocasión nos decidimos por un poco de mar con unos entrantes de bacalao y una lubina salvaje, y también una representación de la tierra con caldereta del pastor y un lomo de vaca de Leitariegos. Intentando saber como gobernaban los pescados que estaban insuperables, confesaron que el secreto estaba en traerlos vivos hasta la Laguna de Arbas, a tiro de piedra del restaurante, donde después de un periodo de aclimatación alcanzan el punto justo para llevarlos a la mesa. Decir que, llegados hasta la laguna, no hemos visto ningún bacalao ni lubina, y mucho menos pulpos o bogavantes en sus aguas, con lo cual sospechamos que la explicación ha sido una licencia jocosa que encubre la mano diestra del jefe de máquinas, que sin torturar una excelente materia prima la sabe tratar con exquisito mimo. ¿Y qué decir del lomo de vaca?. Pues carne en estado puro, sin imprimaciones innecesarias, tan suave que bien podría servir para destetar a lactantes. Se puede concluir que los platos salen impecables desde los fogones, pero además cuentan con el valor añadido de ser uno de esos sitios donde ganan en su trayecto desde la cocina a la mesa con un servicio de comedor amable, profesional y diligente. Así que a los cafés, mientras se aprecian las extraordinarias panorámicas del entorno, uno se siente más que nunca en el paraíso que han sabido modelar un equipo joven y sobradamente preparado en este...
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