Mira que Asturias tiene declaraciones culturales para empapelar de títulos toda la sidra que producen, pero habría que sumarle otro: Casa Carlos Bien de Interés Gastronómico.
El sitio es grande, cuenta con terraza y está en mitad del municipio. Tiene varios aparcamientos y algunos terrenos cerca donde no pero si se puede aparcar. Suele haber bastante gente, por lo que si no tienes reserva espero que le hayas pedido fuerte a Nuestra Señora de Covadonga.
Nosotros no nos andamos con pruebas, fuimos a lo seguro. PATATAS CABRALES Y BRAVAS, CACHOPO DE CECINA Y QUESO DE CABRA y el CACHOPO TRADICIONAL. Los precios del cachopo están entre los 20 y 30 euros, más que merecidos porque su tamaño requiere mesa camilla para acomodarlo.
Nosotros pedimos salsas a parte y fuimos de cabeza a por la de cabrales. Sabor suave pero a la vez contundente de producto de cercanía. Con ese olor propio del buen cabrales que a algunos echa para atrás. La brava no picaba en exceso, por lo que nos vino bien para maridar con las primeras sidras y dejar espacio a los platos estrellas.
El primer bocado del cachopo de cecina y queso de cabra era la misma sensación que pillar la Playa de Gulpiyuri vacía un día de sol. No es nada aceitoso, no abunda el queso que ejerce firmemente su papel secundario siendo el Rodman ideal para que Jordan cecina entre a machacar. Un producto bueno, con poco empanado, que combina en el paladar y sacia las ganas de cachopo que te acompañan desde que pasas el túnel del Neró.
El tradicional lo caté menos, pero de nuevo muy bien frito sin llenarte el cuerpo de aceite innecesariamente y con una base fina de empanado para hacer las delicias de todo paladar exigente. Nos pusimos hasta el kiko pero hay que guardar hueco para el postre.
Todos los postres son caseros y algunos muy llamativos, como la TARTA DE QUESO que parece más una mezcla de cuajada y reaqesón, un ARROZ CON LECHE CARAMELIZADO para romper como la crema catalana y dejar que te empalague el buche, y un BROWNIE CON HELADO DE MANDARINA que nunca había probado y que formaba una dupla que ni Tristan y Valerón en los tiempos del EuroDepor.
Apuntado para regresar solo me queda deciros que disfrutéis porque la comida se hace corta ¡Sigan...
Read moreCachopo salado no....lo siguiente, decir que soy de cachopo y es la primera vez que no acabo uno, como suela de zapato, yerba, alpiste...lo que me echen.... Y tuve que retirar el jamón para comerlo y así todo al final tuve que dejar un cacho porque ya no podía con el sal.
Le indique al camarero para que lo comentase al cocinero lo salado del jamón y el jamón retirado en el plato ....y aún estoy esperando la respueta. Le dije expresamente que lo probase el cocinero...poca chapeta tiene cocinero ....o bien que es habitual y ya sabe lo que hay.
Cachopo 28 euros(precio caro para el tamaño que era, ese tamaño con 23 va más que pagado)..., no puedes cobrar 28 euros por un cachopo y meter jamón serrano del malo, salado a dolor, perronero...y si no es habitual esto, un cero al cocinero por no probar el jamón antes de hacerlo...con 28 euros no hay excusa de que vamos ajustados en costes.
Tamaño del cachopo grande( eso no se discute) y saladisimo ( eso tampoco se discutió por parte del bar....así que reconocen que lo estaba...) y por la cara del camarero cuando se lo dije, no era "novedad".
Fui exclusivamente a probar el cachopo por las reseñas, o me tocó el día del inocente o la gente no está de comer cachopos o son de fuera de Asturias.
El camarero entiendo que era un trabajador sin más, pero no dar una respuesta.... Hacer la avestruz....pues no es lo más certero por parte del establecimiento.
Yo la gente que habla de grandes cantidades y demás ,o son jilgueros o no saben como se come en Asturias ( desgraciadamente cada día a menos...).
Por si alguien piensa que es una reseña...
Read moreDurante nuestra estancia en Caravia, nos alojamos en la posada de Guillem y decidimos ir a cenar a La Casa Carlos, un restaurante muy popular en el pueblo. Llegamos sobre las 21:45–22:00 h y, aunque estaba bastante lleno, nos atendieron amablemente y nos sirvieron, avisándonos de que habría algo de espera debido a la cantidad de gente.
Pedimos un escalope que costaba 14 € y nos sorprendió gratamente: era enorme, con un empanado diferente y un sabor increíble. Nos llamó mucho la atención el tamaño del cachopo, que era incluso tres veces más grande que el escalope, así que decidimos pedir uno para llevar y recogerlo al día siguiente.😜
El cachopo nos lo entregaron envasado al vacío, cortado a la mitad para facilitar su cocinado y con las migas de pan aparte para empanarlo. Un detallazo que demuestra el cuidado que tienen con sus clientes. Además, podemos decir que ha sido el mejor cachopo de cecina que hemos probado hasta ahora.
Un restaurante totalmente recomendable si pasas por Caravia. Buen trato, buena comida y raciones muy generosas.✌🏼
Un saludo...
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