Restaurante Casa Miguel de Cardeña — Restaurant in Cardeña

Varios años después de una valoración óptima, y tras nuestra tercera y última visita, debo decir que se nos ha caído un mito... Lechón frito muy rico, como siempre, pero que nos digan que una ración de 17 euros, es para 4 personas, y al llegar tengan literalmente 2 escuetas porciones para cada uno... El albondigón, se ha convertido en una albóndiga un poco más grande.

En definitiva, han puesto las raciones muy pequeñas y han subido los precios.

Ha pasado de una cita obligada, a un lugar que olvidar...

Que lástima....

Opinión antigua. Ya hemos ido dos veces. Una con mi familia, y otra con mi familia y amigos. Literalmente lloras de gusto con su lechón frito... que rico! Pero es que lo demás tampoco desmerece nada. Por citar algo más, los albóndigones... espectaculares... El personal, ambas veces, encantadores todos. Por contra, las dos veces nos sentaron en unas pequeñas mesas frente a la barra. Se está un poco incómodo, más aun cuando después me enteré que dentro un comedor amplio .... La primera vez, el sitio estaba a tope y creo que era por eso, pero la segunda vez, estaba vacío... no sé, quizás por no abrírnoslo solo a nosotros... no sé. Pero vamos... que sarna con...

Situado en una bonita plaza, el bar Casa Miguel de Cardeña es un establecimiento pequeño, que instala multitud de mesas en el exterior ( en la calzada) muchísimas más de las que tiene capacidad de atender y en consecuencia el caos está garantizado, la comida tarda una barbaridad en salir,los platos salen con cuentagotas y eso quiere decir que que entre un comensal y otro de una misma mesa puede haber una diferencia de más de una hora en el amuerzo. Los camareros/as hacen lo que pueden y sin tener un mal trato están completamente superados, entre otras cuestiones porque no parecen que sean profesionales , pueden llevarte un plato pero no los cubiertos, llevarte la bebida y no los vasos, etc. No obstante, creo que en este establecimiento no se comería del todo mal un día en el que haya poco afluencia de público, pero no desde luego un domingo cualquiera que haya una cantidad importante de gente. Intentar abarcar mucho más de lo que puede atender, es llanamente "Pan para hoy y hambre para mañana" porque a buen seguro que muchas de las personas que ayer le dieron pan casi seguro...

Aviso a los potenciales clientes que de nada sirve reservar una mesa en este restaurante. Hoy hemos ido desde Córdoba expresamente a comer allí. Hemos llegado algo después de las 12:45 y me he llegado personalmente a reservar para las 14:15 una mesa en el interior junto a un ventanal. El mismo propietario ha escrito mi nombre y 2 personas y lo ha colocado en la mesa acordada en mi presencia. Cuando volvimos a las 14:07 nos encontramos la desagradable sorpresa de que la mesa estaba ocupada por otras dos personas que, según ellos, se habían sentado a comer sin pedir permiso. Inaudita la falta de profesionalidad en ese aspecto. No podemos decir nada de la comida porque solo nos ofrecieron una alternativa mucho peor y nos fuimos. No pedimos el libro de reclamaciones porque parecía algo increíble y no reaccionamos en ese momento. Lamento escribir esto, pero es lo que nos ha pasado después de desplazarnos...