Fuimos el día de San Valentín 2 personas a comer previa reserva. Con respecto a los platos, he de decir que los mejillones en salsa estaban bastante buenos, por lo contrario el pulpo no lo aconsejo ya que estaba duro. Las miniburguers y el postre de hojaldre cumplieron con lo esperado. La tarta de queso es recomendable si aprecias el sabor del queso curado, no es tipo la viña pero tampoco es de las que solo saben a queso crema suave. Con respecto al local, se nota que está pensado para bodas y grandes eventos, ya que ahora en febrero por fuera está entre andamios y por dentro en el salón que comimos lo que parecía el baño en verdad era un cuarto de cosas varias. En definitiva, hay zonas muy cuidadas como el verdadero baño y otras no tanto. Con respecto al servicio, algunas copas parecían no conocer lo que es un lavavajillas. Por otro lado, me sorprendió ver un robot-camarero, pero deducimos que solo lo usaban para la zona de picoteo-barra, ya que en la sala de restaurante nos atendió un camarero correcto. Con respecto a la política de precios, podemos decir que es un restaurante con precios en la media. Cabe añadir que el pan no le cobran. Sin embargo, algo que me parece una tomadura de pelo, que no es la primera vez que veo en un restaurante y que me parece una falta de verguenza para con el cliente que reserva, es que por comer en sala y no en las mesas de picoteo nuestra carta sea más cara para el mismo plato, en nuestro caso 4,4€ más. Para más inri, en estos casos la carta de sala suele tener menos platos y menos formatos disponibles (en sala no se podían pedir medias raciones y perdimos la oportunidad de saborear más variedad de carta). Si se quieren evitar estos malentendidos con el cliente, que reducen drásticamente la satisfacción para con la empresa, se debería al menos mencionar la alternativa a la hora de reservar entre una mesa en zona de sala o en zona picoteo, o bien, publicar la carta de precios en la web (solo he encontrado los de picoteo) y establecimiento de forma conjunta. Ejemplo real: Ración de pulpo 10€(picoteo)/11,5€(sala)
No creo que volvamos a no ser que se cambie esta política discriminatoria, a pesar de que los platos estaban bien. No me extraña que la sala estuviera vacía y la zona de...
Read moreLe doy dos estrellas porque quiero ser justa. El sitio está muy bien, el parking es enorme y el entorno muy bonito. Era uno de mis sitios favoritos para tomar algo, pasar la tarde con los niños.. pero lo de hoy ha sido de vergüenza.
Estaban celebrando una boda y claro, los padres se ponen contentos (ha tenido que venir hasta la guardia civil y una ambulancia y llevarse a uno que estaba un poco... perjudicado) y los chavales se van al castillo hinchable y se descontrolan. Entiendo que deben ser los padres los responsables de las acciones de los hijos, pero cuando veo a chicos y chicas de casi 18 añazos y más grandes que yo saltando en el hinchable me toca la moral. Casi arrollan a mi sobrina de 3 y a otros tantos niños que siendo pequeños, no han podido disfrutar mientras los otros estaban ahí tirados haciendo el ganso. Se lo comunicamos al personal y básicamente parecía que no iba con ellos. Vamos que no hay límite de edad, según el encargado, jefe o quien fuera. Hasta donde yo sé, el dueño de la atracción debe hacerse responsable de ella, y si no, que no la monten. Y me da igual lo ocupados que estén atiendo la boda.
Así que nada, si tenéis 42, 54 u 87 años que sepáis que estáis invitados a hacer el cabra en ella, al dueño le da igual. Y si un mayor hace daño a vuestro hijo, pues mala suerte oye, qué le vamos a hacer.
Edito: Ustedes me contestan para decirme que yo quería el hinchable para mi sobrina básicamente. Lo siento mucho pero no, porque he ido allí decenas de veces y nunca me ha importado que hubiera niños pequeños, pe-que-ños jugando. Y esos de niños no tenían nada. Por otro lado siguen sin decir si hay límite de edad, pues nada, al próximo verano cuando monten el hinchable me subiré yo a él con mis 30 y tantos años cuando sus hijos estén jugando, a ver qué le...
Read moreNuestra experiencia en este establecimiento de Burgos fue totalmente decepcionante. Tras un evento familiar, decidimos pasar a tomar algo y, a pesar de estar en una sala privada y de que llovía y hacía bastante frío (algo bastante habitual en esta ciudad), no nos permitieron entrar con, lo que para nosotros, es parte de la FAMILIA. Se escudaron en que NO ADMITEN MASCOTAS ya que es un restaurante, pero hoy en día eso ya no es excusa: las mascotas (en nuestro caso, pequeñas que pueden cogerse en brazos) forman parte de la unidad familiar, y la decisión de permitir su entrada depende del criterio del establecimiento, no de su categoría. Lo más triste no fue solo el “no”, sino las formas. Faltó empatía, humanidad y un mínimo de consideración. Una pena que en pleno 2025 haya aún lugares que no estén a la altura de los tiempos ni de la sensibilidad de muchos de sus clientes. #petfriendly #dogfriendly #noadmitenmascotas (En esta reseña no podemos valorar la calidad del servicio ni su comida.) (Hay otros establecimientos en la zona que nos admiten con mucho gusto.) . GRACIAS por vuestra respuesta, PERO nos sorprende leer que se hizo una excepción, ya que en ningún momento se nos permitió acceder, ni dentro ni en ningún otro espacio. Por eso, resulta confuso que se diga lo contrario públicamente. ¿Acaso se hacen excepciones? ¿O es el comentario estereotipado de ChatGPT para quedar bien con el público?
Entendemos que cada local tiene sus normas, pero tratándose de un sitio con distintos espacios, creemos que podrían habilitar alguno como Pet Friendly, como ya hacen otros restaurantes de la zona. Es una pena que en una ciudad como Burgos no se apueste más por la inclusión real de las mascotas en...
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