Llegamos a las 14.30 a comer con reserva para 2 adultos y 2 niños, por lo que no tuvimos que esperar para sentarnos. Enseguida nos tomaron nota de la bebida, nos trajeron un aperitivo y nos sirvieron un poco de cava para celebrar el Día de la Madre. Tuve que pedir el cambio de la copa porque estaba manchada de pintalabios de otra persona. Para tomar comanda de la comida tuvimos que esperar media hora, hasta las 15.15. Los dos entrantes ( croquetas bastante sabrosas y calamar andaluza rico de sabor pero ración escasa para el precio, tirando a duro y con presentación pobre, un poco de lechuga, medio limón y un buen montón de mahonesa para acompañar) y el menú infantil ( plato de macarrones con tomate y jamón York)los sirvieron con bastante rapidez. El plato principal (parrillada de carnes al centro para compartir) llegó una hora después. El camarero que nos sirve nos advierte de que la piedra en que está servida la carne está muy caliente y nos podemos quemar. Cuál es nuestra sorpresa que al momento probamos la carne, y está fría. Tocamos la piedra, y fría también. Lo comentamos con el personal y se la llevan. Momentos después está de vuelta en la mesa y el camarero nos dice que se queda a ver cómo la probamos para comprobar que la temperatura de la carne está a nuestro gusto. De mal gusto mentir al traerla la primera vez, diciendo que está quemando y sabiendo que está fría, de mal gusto también quedarse parado observando a los comensales, pero sobre todo de mal gusto el no saber asumir un error, que siempre puede pasar y decir que la temperatura es una cuestión del gusto del cliente. Perdonen señores pero de poco vale que la carne esté al punto si está fría, y de poco vale que esté al punto si se sirve recalentada. El punto de la carne puede ser algo subjetivo, la temperatura no, servir la comida fría y después recalentada en un restaurante de su categoría, es un error garrafal. Puntualizar que de sabor, estaba riquísima, pero fría y recalentada pierde toda su gracia. Pedimos 3 postres muy ricos al centro para compartir (bizcocho de pistacho, hojaldre con mousse de limón y tarta de Ferrero Rocher). La experiencia no ha sido muy buena esta vez, entre la copa sucia, el tiempo de espera, la carne fría y el trato desacertado por parte...
Read moreUn desastre!! primero, no se aclaran con los precios; por teléfono dan un tipo de precio, y en el hotel otros. La cena, fría, y sin ningún tipo de sabor; encima, quemada por fuera, y media cruda por dentro. El pescado le hizo daño a uno de nosotros, y parecía que venía de microondas en vez de fritos. La atención por el camarero eso si, de primera; muy educado y atento, pero muy muy lento en venir a tomar nota, y en servir las comidas entre plato y plato. De hecho, tuve que ir a buscarlo para que viniera a tomar notas de los postres porque estaba de risas al final de la barra. Solamente estábamos nosotros cenando en ese sitio, por lo que no se entiende tanta lentitud... falta de profesionalidad total.
La habitación limpia, pero la ventana debía de estar media suelta o mal sellada, y temblaba, y era imposible dormir así. Si la apretabas, el temblor paraba. Para los que tenemos el sueño liegero, es imposible dormir así... no quise pedir cambio de habitación para no tener que recoger todo otra vez, asi que tueve que poner una silla, banco y mochilas para que presionsen la ventana y que se acabara ese ruido.
La habitacion en si no era fria, pero se habría agradecido que tuvieran alguna manta para que los que normalemnte somos un poco frioleros pudieramos dormir mas gustosamente.
El agua de la ducha o muy caliente o fria... mo hay termino medio; eso si, cuando le coges el gusto a la caliente, te saltan coletazos de la fria.
Y encima, a pesar de la poca calidad, el precio muy muy elevado
Un desastre a dode jamás volvería ni se lo...
Read moreLa mejor boda a la que hemos ido fue en Casa Pepe, por eso no lo dudamos mi marido y yo; siempre habíamos hablado que cuando nos casásemos sería con ellos. Decidimos casarnos el pasado 13 de mayo en la finca La Posadilla con el Catering de Casa Pepe.
Desde el primer momento que hablamos con Pilar nos transmitió confianza, cercanía y compromiso; por eso sabíamos que estábamos en las mejores manos. Para nosotros la comida era muy importante en la boda y tener alguien que te aconseje sinceramente, aún cuando sus consejos a veces no le beneficiaban, no tiene precio.
Pilar es muy perfeccionista, detallista y organizada, justo lo que necesitábamos nosotros que también somos así. Se nota la experiencia que tienen porque a pesar de tener muchos invitados, todo el mundo nos ha hablado de lo rico que estaba todo, la organización, el servicio y el cuidado de los detalles. Por no hablar de su disponibilidad para los mil cambios que le hicimos, gracias de corazón Pilar por todo el tiempo que nos has dedicado.
Controlaron los tiempos a la perfección agilizando cuando fue necesario, pero dejándonos disfrutar de cada momento y cuidando cada detalle aún sin nosotros pedirlo. Sin duda la mejor recomendación que podemos hacer de vosotros ya la hicisteis vosotros mismos el día de nuestra boda con un trabajo tan bien hecho y con tantas cosas buenas que nos han dicho nuestros invitados del catering. Ernesto gracias a tí tambien por tu profesionalidad y consejos.
Estamos muy felices con el resultado y agradecidos...
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