Restaurante Taberna el Frasco — Restaurant in Cartaya

Came here for a lunch while on vacation - I ordered the seafood rice and asked the waiter if it was enough for 2 people. He said yes. I looked and the price and saw it was 15 euros for a serving - which naturally you would think it was the serving that they would bring. I answered and said - that's good for 15 euros then. So they brought out the dish and we enjoyed lunch - only to see on the bill we were charged for it twice. In the small print, it's written that they charge per person, not per dish. It's not illegal, but it's definitely a bit misleading, especially after having spoken to the waiter whether 1 portion would be good for two. The food was good and the atmosphere nice, but it's little things like this that make me unhappy when dining out. I wish our server or at least the restaurant can make it more clear, when it seems rather like they are trying to get money from tourists... it's a shame because I also work in tourism and it makes the...

No puedo hablar de la comida, pero si de la atención que ha sido nefasta. Esta valoración la hago con la intención de que mejoren un poquito. Cuando describa lo ocurrido, si el que "nos atendió" lo lee sabrá perfectamente quienes éramos.

Llegamos 3 adultos y 2 pequeños. Hay hueco en la terraza, creo que 2 mesas. Nos sentamos justo delante de la puerta del restaurante. Nos ven llegar, nos ven sentarnos. Nadie se dirige a nosotros. Esperamos pacientemente aproximadamente 15-20 minutos. Hay 3 camareros pasando constantemente a nuestro lado y ninguno dice ni hola. No me parece normal cuando te dedicas al público. Tras este tiempo reclamamos atención 3 veces. A la tercera viene el que parece lleva la voz cantante (menudo cante). Viene ya con la lección aprendida y nos dice que la mesa no está montada y que por eso no nos ha atendido. Evidentemente le decimos que al llegar nos ven, hay mesa vacía y nos sentamos, que no tenemos ni idea de como trabajan allí, que lo lógico era haberse dirigido a nosotros a decírnoslo. Vuelve a la carga diciendo que hay más gente esperando, algo que no es cierto al menos cuando llegamos (espués si, detrás nuestra llegaron 2 mesas. Una se fue por cierto...). Se le dice que al llegar no había nadie, que nos han visto y no nos han dicho absolutamente nada y que nosotros no tenemos porqué saber cuál es la forma de trabajo, que lo lógico era haberse dirigido a nosotros. Se va diciendo que no llevamos razón.

Me dedico a la hostelería precisamente, y no son así las cosas. Primero si necesitas que la gente te pregunte estate pendiente o lo anuncias en algún sitio. Segundo, si no vas a atender ciertas mesas directamente las quitas porque yo no tengo que saber si las montas antes o después. Tercero, cuando alguien llega se le saluda siempre. Cuarto, si me he equivocado vienes y me lo dices. Quinto, la actitud chulesca sobra. Sexto, si se me levanta un cliente voy a ver qué ha sucedido.

En definitiva, el que lleva la voz cantante debe aprender un poco. Espero que haya tomado nota. De los errores se aprende.

Suerte y repito, la reseña va con las mejores...

Hemos estado mi marido, mi bebé de 14 meses y yo, en teoría para cenar. Había poca gente cuando pasamos por allí, a eso de las 21:40 y decidimos quedarnos a cenar. Después de pedirles rapidísimo por cierto, porque como había poca gente nos atendieron súper rápido. Sobre las 22:30 vemos que aquello está lleno de gente, gente que había aparecido mucho después que nosotros, y vemos cómo empieza a salir comida en dirección a otras mesas, pero ninguna de ellas para nosotros. Le preguntamos a otro camarero diferente al que nos atendió a ver si es que había pasado algo. A esto que de repente nos dice el camarero que nos atendió que se le había olvidado mandar la comanda a cocina, pero que ya lo había hecho y que nos la había adelantado. Como si nos estuviera haciendo un favor, ¡encima! Evidentemente, después de 40 minutos esperando media de choco frito, media de acedías y un montadito de presa, no pensaba esperar ni un minuto más, pues si hubiera ido con mi marido, pues vaya, no me hubiera importado, pero con un bebé de 14 meses, sentado esperando 40 minutos, con hambre y ya casi con sueño, como que no me parece. Me ha parecido una falta total de profesionalidad por parte del camarero que nos ha atendido, pues si tú llevas una serie de mesas y sabes tus comandas, ¿no te extraña sacar comida y ver que nosotros aún no tenemos nada puesto? Podría entender este tipo de cuestiones si hubiera habido muchísima gente, pero cuando llegamos a penas había 8 mesas y 4 camareros. Falta de consideración, poca profesionalidad y muy poca vista. Habíamos estado hace un par de veranos y acabamos muy contentos, por eso decidimos volver a repetir, pero me parece que este tipo de errores en este trabajo son imperdonables. Y que conste que he sido camarera y no hablo desde el desconocimiento. Sin lugar a dudas una experiencia nefasta que no volveré a vivir porque no me sentaré de nuevo en su terraza. Buena suerte para el que vaya, pero antes,...