Fui a comer este pasado domingo, con el grupo de Villagarcía de la Torre. Decir que la comida estaba muy rica, excelente la cocina; no así los modos y maneras. La reserva se hizo de dos y cuarto a dos y media. Llegamos cuatro personas en un principio, alrededor de las dos y veinte y nos encontramos con que las mesas estaban separadas, cuando habíamos pedido que las unieran. Yo misma pregunté al camarero la causa y nos dijo que era muy complicado y que íbamos a estar incómodos. Quedamos en que esperaríamos al resto porque aunque el once es impar, queríamos estar todos juntos y se decidiría después, una vez se valorara la posible incomodidad.
Mientras esperamos al resto, nosotros cuatro, pedimos cervezas y un plato de croquetas, y le comentamos al camarero que los demás se retrasarian porque estaban en la procesión y se había demorado la salida.
Alrededor de las tres llegó el resto, hablamos de unir las mesas y el camarero, muy amable y correcto en todo momento, las unió y nos colocamos.
Cuando empezamos a pedir los platos el camarero avisó insistiendo varias veces que teníamos que pedir platos para compartir y no individuales. Nos quedamos un poco extrañados y nos explicó las causas, entre ellas que ya era muy tarde y no quedaban suficientes existencias. Nos conformamos y pedimos.
Decir también que mientras se colocaban las mesas, dos personas del grupo se acercaron al baño y casualmente, una de ellas escuchó: para los de Villagarcía todo para compartir, todo para compartir. Eso dice bien poco de la profesionalidad y el saber estar: el cliente nunca debe enterarse de esa forma de los posibles intríngulis que existan. La persona que oyó esto nos lo comentó después que el camarero avisará con insistencia de cómo teníamos que pedir, y dio la sensación de que nos castigaban por llegar tarde.
Vuelvo a reiterar que la comida nos gustó y se sirvió bien de tiempo. No ocurrió lo mismo con la espera para pedir los postres y con la espera para pedir los cafés, y salimos de allí sobre las seis y diez, y no fue para hacer tiempo para ver ninguna procesión, como se comenta en una reseña anterior.
Cuando ya acabamos, apareció la propietaria que nos amonestó por la tardanza en la llegada y nos dijo muy enfadada que la habíamos hecho perder mucho dinero porque había tenido que rechazar treinta reservas. Yo personalmente no entendí lo de los rechazos, porque cuando llegamos el primer grupo había más mesas libres aparte de dos que ya estaban ocupadas y las dos de nuestra reserva. No obstante, no conocemos el mecanismo de reservas y pérdidas y nos limitamos a callarnos y dos personas del grupo le pidieron disculpas, mientras ella seguía riñéndonos.
Y cuando ya salimos, Francisco, que había hecho la reserva, pidió disculpas personalmente a la propietaria, que es la encargada de la cocina, delante de dos camareros, uno de ellos el que tan amablemente nos sirvió. De hecho le pidió perdón diciendo que cometió un error no llamando para rectificar la hora y reservar alas tres, aunque su mujer se lo había sugerido.
Esta señora, propietaria del establecimiento, y con tantos años de experiencia que tiene, según nos indicó durante su amonestación, quizás debería limitarse a la cocina, que sin duda alguna maneja a la perfección, y dejar las relaciones públicas.
Quizás esperaba que cada uno de los once del grupo nos arrodillasemos a pedir perdón y clemencia para no recibir diez latigazos por nuestro error.
Y desde aquí yo también me disculpo por la tardanza de parte del grupo, pero estoy por asegurar que no volveré, aún sabiendo que me perderé una comida deliciosa; no sea que cometa alguna torpeza y esa señora salga de la cocina a pegarme...
Read moreEs la cuarta vez que voy a comer a este restaurante y si he vuelto es porque siempre he quedado muy contento con la comida, calidad de los productos y preparación de los mismos, pero esta vez después de haber reservado con casi dos meses de antelación, nada mas llegar se me dice que nos iban haber llamado para que retrasáramos nuestra llegada de las 14, 30, habiendo llegado a las 14,29, para un grupo de 16 amigos, a los cuales les había hablado de las bondades de este sitio en especial del abanico, y cual es mi sorpresa que al sentarnos se nos dice que hay de todo, pero a la hora de la verdad no pudimos saborear ninguno de los 10 abanicos pedidos, pues no tenían ni uno, casi otro tanto nos pasa con la ensaladilla de pulpo, que de cuatro raciones que pedimos sólo nos trajeron tres. Como es lógico pedimos otras carnes y todas ellas nos las sirvieron frías, así como las patatas panaderas que las acompañaban, el caso es que fue toda una decepción. También quiero decir que las raciones tanto de pulpo, como de las migas, ambas muy buenas, pero escasas. El servicio de los dos camareros excelente, pero la que dejó mucho que desear fue la dueña y cocinera, Mª José, la cual en ningún momento pidió disculpas y ademas quiso mantener que tenía la razón cuando varios de los comensales la hicieron saber que en efecto las carnes estaban frías. Todo una pena y un gran disgusto para mí, pues no pude agasajar a mis invitados como me hubiera gustado. ¡Ah! Cuando reserve intenté que me hicieran un menú con precio cerrado, pero salía más caro que...
Read moreHe comido allí con mi familia hoy y he salido bastante decepcionada. Ellos habían comido antes allí en repetidas ocasiones y me habían hablado muy bien de este sitio pero también han salido decepcionados. La calidad de la comida, en general, era buena: el solomillo estaba muy rico, la carrillada, aunque fría, también (aunque no era memorable tampoco), las croquetas se notaba que eran caseras y estaban buenas (aunque de nuevo, las he probado mejores). Las migas han sido para mí una decepción total: estaban secas, un poco frías y algo saladas. Las migas son de mis comidas favoritas y siempre que las veo en un menú, las pido. Han sido unas migas del montón, nada que ver con otras de la región. En cuanto a la cantidad, por mucho que la dueña sepa la cantidad de gramos exacta que debe llevar una ración, por el precio que tienen, en muchos sitios de igual categoría en la zona, te ponen bastante más. Los postres estaban ricos. Solo probamos la serradura y la mousse de limón. La mousse, es más cremosa que esponjosa y, para mi gusto, un poco dulce de más, pero rica. El servicio, muy bueno. Nos atendieron dos camareros, a cual más amable y el salón es...
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