Bar Club Náutico Mar de Aragón — Restaurant in Caspe

La comida estaba realmente buena, lo que arruinó la comida y el ambiente fantástico del lugar fue la camarera… sinceramente, nunca me han tratado tan mal en ningún sitio.

La camarera rubia de ojos azules parecía como si la estuvieran obligando a trabajar… de lo más borde posible. Primero, no nos quería dar mesa, luego nos dijo que había mucha gente delante y que no sabía cuándo nos iba a atender. Faltaban 45 minutos para que el restaurante cerrara y quería quitarnos la comida de la mesa mientras estábamos comiendo… Cuando fuimos a pagar, dejó pasar a gente delante de nosotros, parecía que éramos invisibles y que le estábamos haciendo un favor por estar allí… Quitando a esta persona, que más bien debería estar domando animales y no de cara al público, la experiencia fue genial. Recomiendo al dueño que preste más atención a quién contrata, porque con camareras así cualquier día acaba...

El sitio es precioso y es una pena, pero el trato de la gerente del bar deja mucho que desear. Nos dijo de muy malas maneras que no podía hacernos nada de cocina, que solo las tapas de la vitrina. Al entrar a mirar las tapas que había, cogimos la Carta que estaba encima de la vitrina para ver qué tipo de platos tenían y cuando entró se dirigió a nosotros y nos quitó de la mano la Carta diciendo: " Señores, no hay cocina". Desde luego y viendo los demás comentarios que hay, se denota una total incapacidad de trato al público, fundamental cuando tienes un establecimiento de este tipo. Los socios del club deberían pensar muy bien a quién le dan la gestión del bar Náutico, porque la imagen del mismo se ve dañada con el trato inaceptable de la gerente hacia los clientes. Desde luego, ni volveré ni lo...

Desaconsejado 100%. Esta opinión va dirigida al dueño del local. Solo un consejo... cuando contrates camareras pregúntate primero si tienen ganas de trabajar, es lo básico para ser un buen camarero. Hoy hemos ido a comer y la camarera nos ha puesto inconvenientes a la hora de seleccionar a nuestro gusto los platos combinados, ya que le suponía un problema modificar los de la carta, ( que es muy limitada, y además ella misma había cambiado por falta de algunos productos) ante nuestro asombro al estar el bar con las mesas vacías de clientes, nos hemos marchado sin comer. Somos un grupo de personas que venimos mucho a Caspe. Pero lo que es seguro que hasta que no cambien de camarera...