Un paraíso gastronómico en la montaña
Si hay un lugar donde la comida tradicional, el entorno natural y la calidez del servicio se combinan en una experiencia inolvidable, ese es Can Sardà, en Cerdanyola del Vallès. Ubicado en plena montaña, rodeado de árboles, aire puro y el sonido relajante de la naturaleza, este restaurante es un refugio perfecto para quienes buscan disfrutar de una buena comida en un ambiente auténtico y acogedor.
Desde el momento en que llegas, sientes que el tiempo se desacelera. Es el tipo de sitio donde lo único que importa es comer bien, compartir buenos momentos y disfrutar sin prisas. Empezamos con el clásico pan con tomate, pero aquí la experiencia es aún mejor porque te lo preparas tú mismo: cortas el tomate, lo frotas sobre el pan crujiente, añades el aceite de oliva y la sal al gusto… ¡Just perfect! Simple, delicioso y con ese toque casero que hace la diferencia.
Luego vino el plato estrella: los calçots, el verdadero must de Can Sardà. Servidos en abundancia, tiernos y con ese sabor ahumado perfecto, acompañados de una salsa romesco que estaba para chuparse los dedos. Mojar los calçots en esa salsa y saborearlos al aire libre es una experiencia que simplemente no tiene comparación.
También probamos una selección de verduras a la brasa, entre ellas alcachofas, champiñones y unas patatas espectaculares, con ese sabor a fuego lento que solo la leña puede dar. Todo estaba en su punto, bien cocinado y con una calidad que se nota en cada bocado. Y para acompañar, un vino de la casa que sorprendió gratamente: equilibrado, suave y perfecto para maridar con la comida sin restarle protagonismo.
Y como toda gran comida merece un buen cierre, no podíamos irnos sin probar el postre. Probamos varias opciones, pero si hay un postre que se ganó mi corazón fue la tarta de tiramisú. Suave, cremosa y con el balance perfecto entre café, cacao y mascarpone, cada cucharada era un verdadero placer.
Además de la calidad de la comida, lo que hace que Can Sardà sea un sitio tan especial es su ambiente. El entorno natural, la atención amable y ese aire de restaurante de toda la vida donde se come bien sin artificios, pero con mucha pasión por la cocina. Es el lugar perfecto para disfrutar en grupo, con amigos o en familia, y dejarse llevar por el sabor de la tradición en medio de la montaña.
Si estás en la zona o simplemente buscas una escapada gastronómica con buena comida, buenos precios y un ambiente inmejorable, Can Sardà es una parada obligatoria....
Read moreVolvemos a repetir 25/02/24. Aparte de los calçots pedimos pies de cerdo con alubias, chuletón de ternera y repetimos los profitoreles. Rápidos y excelente atención. El menú de calçots ha subido, ahora cuesta 45€ y pico por persona.
Visitado el 04/03/23 RESERVAR MESA ANTES DE IR! Gran descubrimiento de esta Masia y la historia del santuario que está al lado. Hicimos reserva por teléfono para 3 personas. Había la posibilidad de mesa en la terraza, pero por el frío preferimos en el comedor. El comedor es amplio, se lleno rápido. Había opción de menú de Calçots, salía por unos 43€ y pico. Decidimos la opción de elegir a nuestro gusto. Nos repartieron un kit que había el pitet (babero) guantes de plástico y un sobre con toallita húmeda para limpiarse las manos. Pedimos 2 tejas de Calçots, que habrían como unos 12 en cada uno. La salsa romesco de los Calçots es suave, espectacular al igual que el alioli casero. La butifarra buenísima, torrada de pan con tomate y ajo para untar. Los 3 pedimos profiteroles, buenísimos también. Tienen carta con diferentes carnes a la brasa, caracoles, alcachofas, girgolas (setas) etc.. Y carta con diferentes postres. El Servicio de los camareros y camareras estupendo, rápidos y atentos en todo momento.
Tienen lavabo con cambiador. Se pueden ver en el exterior diferentes animales: gallinas, pájaros, pavo real y cabra. Un columpio y un tobogán Sitio ideal para toda la familia. Hay mucho aparcamiento. Pongo foto ticket de la comida por si os sirve.
La Masia esta rodeada de montañas, naturaleza ideal para hacer senderismo y ver varias hermitas de la zona.
Esta ubicada en un lugar tranquilo, de culto y misterioso. Justo al lado de la Masia esta el santuario de la Virgen de Lourdes y una capilla. Lugar donde se apareció la virgen en 1974. Se sucedieron milagros y extraños fenómenos. Hay una fuente que bendecida por la Virgen donde la gente llena sus botellas No funcionaba en...
Read moreValoro infinito el tiempo, la dedicación y el interés porque las cosas salgan bien. Es por eso que, después de su amable contestación, edito la valoración de la reseña, pensando en que ha podido ser un mal día.
No necesito,ni espero ninguna compensación. Solo con el detalle de contestar como lo ha hecho, es más que suficiente. ( muchas gracias!) Se que es un trabajo duro y muy sacrificado. Por eso mismo, me da lástima que teniendo buen producto y cuidando las cosas como se ve que hacen, pasen estas cosas. Reitero mi agradecimiento y pido disculpas por mis palabras, frutos del enfado. ( también le pido que me entienda y se ponga en mi lugar)
"La verdad es que un poco defraudado. Lo primero, destacar el excelente servicio del personal de sala. Atent@s , simpátic@s y eficientes. Pero, en relación a la comida no puedo decir lo mismo. Respeto que quieran diferenciarse en el menú " calçotada" ofreciendo tres carnes diferentes en vez de la típica parrillada . Pero deberían hacerlo bien. Éramos tres, y hemos pedido las tres opciones. Entrecot, paletilla de cordero y pierna de cabrito. El entrecor frío de nevera , por dentro, el cordero y el cabrito crudos por dentro. Son carnes de cocción lenta y no pueden servirlas así. Es un auténtico desperdicio. Me he fijado en más mesas y todas tenían el mismo problema. Una lástima que ejecuten tan mal el trabajo y arruinen lo que podía haber sido una comida estupenda. Los calçots y el postre estaban muy bien. Por 50€ por persona este tipo de cosas, ya no están justificadas bajo ningún concepto. La lástima??? Que el sitio está lleno. Al haber tanta demanda, es difícil que la gente mejore. Probablemente lean la reseña y digan. " si, si. Lo que tu digas, pero yo tengo el restaurante lleno". Lo entiendo y me hago cargo. Pero me da pena, que pudiendo hacerlo bien, simplemente prestando algo más de atención en lo que hacen, salgas de allí pensando en que...
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