OS PENDELLOS — Restaurant in Chantada

El lugar es fantástico y acogedor, ideal para estar en familia, la relación calidad precio es buena. La comida directamente es deliciosa, bueno por lo menos las pizzas que comí. El inconformismo y el ahí de mi baja calificación, empieza desde la “reserva” ni si quiera son ruta Michelin como para tanto protocolo, es un simple restaurante familiar, llegamos a la 1 pm y nos dieron reserva para las 3 y no nos comunican que la cocina cierra a las 3:30pm, pedí unos refrescos y no lo sirven con vaso y limón (como en todos lados), pedimos una pizza al terminarla decidimos pedir otra porque la verdad estaba deliciosa, y ahí es cuando empieza a mostrarse la calidad de la atención del sitio, llega hasta mi, el caballero que nos hace la reserva y nos dice que la cocina “cerró” se le informa que nadie nos comunicó el horario de la cocina, y deciden a regañadientes darnos la segunda pizza que estaba tan deliciosa como la primera, de inmediato fue muy notorio el malestar de las camareras, nos miraron mal de ida y venida lo cual tornó desagradable el resto del rato, seguido de ello en la segunda pizza nos percatamos que si tienen manera de como servir bien la pizza con el respectivo cubierto, pero no empañare la buena atención de la señorita rubia cabello corto de camiseta negra quien fue muy gentil y maja en todo momento, otro motivo por el cual coloco 1 estrella es porque deja mucho que desear que te cobren el agua y además un pan que no pedí y que te lo colocan en plan “cortesía”, no es el hecho del precio porque es una bobada pero vamos a ver me la sensación que la gerencia es bastante rácana… sin más a que hacer referencia la recomendación es: pedir para llevar … Ah otra cosa si bien estamos cerca de Halloween 🎃 no creo que esa telaraña sea decoración.

Quiero Aclarar que dadá la respuesta mi calificación sigue siendo la misma ya que no fue posible hablarse en el momento, porque desde la reserva se vio el trato poco gentil y luego la misma persona al entréganos la carta la actitud fue poco amigable no sé si es porque no tenemos acento gallego o español o porque simplemente éramos una pareja de chicas, así que no la valía la pena intentar hablarlo...

Hice 2 reservas en la misma semana, 7 comensales ambos días.

El primer día no nos trajeron pan ni la segunda ronda de bebidas, ignorándonos completamente cada vez que pasaban por nuestro lado y se lo pedíamos. Desistimos pese a la sed y el calor que pasamos y esperamos pacientemente 40 minutos entre que finalizamos el segundo plato y el postre. En compensación no nos cobraron una parrillada de carne para 3. Como son días de festivos y mucho visitante no cancelé la segunda reserva para darle otra oportunidad pues es un sitio que me gustaba. En esta reserva indiqué que llegaríamos a partir de las 15:30h si no había inconveniente y me dieron el ok. Pues bien, llegamos a las 15:45h y a parte de una reprimenda por parte del jefe me dice que si no es porque conoce a uno de los que venían conmigo que no nos da de comer. Haberme dicho en la reserva que hice por WhatsApp que no me atendías pero tratarme así, no. Por cierto que le quise decir esto personalmente y no le apeteció salir. Creo que estos 15 minutos que me tomé de margen hoy con previo aviso no han hecho perder de dar de comer a ningún otro comensal ni han causado inconvenientes a los trabajadores del local pero desde luego que no voy a volver nunca más ni se lo voy a recomendar a nadie favorablemente.

La comida sin ser nada del otro mundo está bien, habiendo en el menú muchos de los platos que hay...

Desde el momento en que entramos en este encantador establecimiento, nos recibió una atmósfera cálida y un servicio excepcionalmente amable. La estrella de nuestra visita fue sin duda el plato de carrilleras de ternera, tiernas al punto de deshacerse en la boca, bañadas en una deliciosa reducción de mencia con castañas que aportaban un toque otoñal y hogareño a la experiencia gastronómica. El equilibrio de sabores era simplemente sublime.

Además de la comida, que fue extraordinaria, el restaurante ofrece una excelente relación calidad-precio con menús variados que se adaptan a diferentes preferencias y presupuestos, con opciones de 14 y 20 euros, y una carta muy completa para quienes desean explorar más.

La decoración del lugar, con fotografías que evocan nostalgia y un diseño interior que invita a la comodidad, crea el ambiente perfecto para disfrutar de una comida tranquila y placentera. Es evidente que se ha puesto mucho cuidado en cada detalle, desde la presentación de los platos hasta la selección de la música de fondo, lo que contribuye a una experiencia gastronómica redonda.

Recomiendo encarecidamente este restaurante a cualquiera que busque platos de calidad en un ambiente acogedor y con un equipo que te hace sentir como en casa....