La casa del farero — Restaurant in Chiclana de la Frontera

I recommend you keep an eye on the prices and your choices. I have eaten at this restaurant three times but this time the quality and price was astronomical. The cost of the dishes is disproportionate to the quality and quantity. The "specials" are a very expensive option. I recommend you ask the waiter to confirm at least TWICE what the cost per head will be for any seafood which is weighed or any rice dish which is priced per head. The Carabineros rice dish which I ordered to share with 3 other people was VERY expensive. Our total bill for 2 starters to share and a rice dish for 3 people which we shared amongst four of us plus 2 deserts and 1 bottle of wine cost 252 Euros. These prices are similar to what you would spend in a top restaurant in New York, or Hollywood, but in Cadiz, this is exceptionally expensive. The quality of the Carabineros rice was terrible, it was poorly cooked, the carabineros were not of premium quality or size, they were very small, but the worst thing was the flavour. The rice was insipid, we immediately asked for salt, but what we should have done in hindsight was send it straight back to the kitchen and cancel the lunch. It is just too expensive and for those prices you should be getting perfection every time. Don't get tempted by the views, make sure you always check prices, and return and dishes which do not taste or have the quality you...

La verdad es que odio hacer críticas negativas, pero cuando salgo de un restaurante con una sensación tan frustrante como de este, creo que debo hacerlo, por dos motivos, para que el negocio, si lo ve oportuno, reconsidere algunas cuestiones, y para que alguien que vaya perdido, sepa a qué atenerse. Pretendo que sea constructiva, aunque pueda no parecerlo.

LA CASA DEL FARERO, en el poblado de Sancti Petri, lo tiene todo a priori para el éxito. El restaurante es realmente bonito y la ubicación y las vistas, un absoluto lujo. No es que la comida esté mal, pero la relación precio-calidad es de las peores que recuerdo.

La carta es muy sugerente y el jefe de sala, muy amable, trata de venderte el producto más caro. Creo que quedó claro que no queríamos gastarnos mucho pero hizo caso omiso.

Pedimos dos entrantes, unas croquetas, seis unidades, tres de atún y tres de lubina, muy ricas, 19.80 euros las seis, 3.30 cada una.... Luego, tiras de tortillita de camarones (16.50€), que en realidad eran tres tortillitas cortadas por la mitad y puestas en vertical en un vaso. Poca calidad, pésima fritura y masa bastante vulgar. Un disparate. Muy lejos de las frituras crujientes y delicadas del Faro o el Ventorrillo del Chato, y a años luz por supuesto de las de A Poniente, incluso de otras gaditanas más populares, mucho más ricas y por supuesto, baratas. Teníamos ganas de comer arroz, y el del señorito, arroz seco con marisco y pescado (22 euros), parecía perfecto. El jefe de sala no dejaba de insistir que añadiendo un carabinero por cabeza, crecía de sabor de forma increíble de sabor, subiendo unos 12 o 15 euros más por cabeza. Venga, convencidos ante tanta insistencia... Finalmente, por arte de magia, fueron 22€ de mas. Total, 88 euros dos platos de arroz. Rico, no excepcional, y a un precio totalmente injustificado. Y ya está. Tres cervezas y una manzanilla. Ni vino ni postre ni café. Total: 149 euros.

No recuerdo una mayor despropósito en mucho tiempo. Consiguen que ir a comer a un restaurantes con estrella Michelin parezca barato.

Como tema aparte, el servicio, que sin contar al señor comercial-jefe de sala, es algo antipático. Cada vez que dábamos las gracias a una señora que nos traía los poco platos y bebidas, ni contestaba. De hecho creo que se molestaron porque no pedimos ni postre ni café.

Y por último, la exigua carta de vinos. Con referencias bastante convencionales, salvo algunas cosas interesantes, y con solo CUATRO vinos del marco de Jerez y de Sanlucar!!! Un fino, una manzanilla, un oloroso y un palo cortao. Algo que me parece inconcebible estando en Cádiz. Tienen el pésimo detalle de traerlo además ya servido desde barra.

Desgraciadamente, aparte de las vistas, es para no volver. Las dos estrellas que pongo son por esas fabulosas vistas y por las "lujosas" croquetas, que a pesar de su precio exagerado, estaban ricas.

Siento la crítica, y aclarar que no es estrictamente un tema de precio. 149€ se pagan a gusto, pero si la comida lo merece. Esta...

Vivimos todo el año en Chiclana y estuvimos para comer hace 2 días con motivo de una celebración que queríamos hacer especial.

En el restaurante solamente estaban ocupadas media docena de mesas y pudimos ver hasta 4 camareros atendiendo. Sin embargo el servicio fue nefasto y para más claridad lo enumero: Cuando nos tomaron nota de la bebida y nos dejaron la carta para decidir les pedimos que nos trajeran como entremés unas croquetas que fueron servidas en un razonable espacio de tiempo. Sin embargo ya habíamos terminado el aperitivo y tuvimos que reclamar que nos tomaran la comanda pues (al parecer) se les había olvidado. Pedimos la ensalada templada de gambones, cazón en adobo y coquinas, todo para compartir, y nos trajeron tras alguna espera la ensalada y las coquinas, pero no los platos donde servírnoslas y que - de nuevo - tuvimos que reclamar. CUARENTA minutos después (cuando ya habíamos terminado de comer y era cerca de las 4 de la tarde) vino uno de los camareros con la fritura de cazón que por supuesto devolvimos a cocina. A estas horas el restaurante estaba prácticamente vacío y mi acompañante pidió un café con leche, el cual tardó en llegar a mesa 10 minutos, momento en el que solicitamos la cuenta. Como pasado un rato la cuenta no llegaba nos hemos levantado para pedirla en barra, donde encontramos dos camareros, uno de ellos en la barra y el otro cobrando a la última mesa que quedaba aparte de nosotros. Debía de haber algún problema con la factura de esta mesa porque no terminaban de cobrarla y finalmente les dijeron que se la volverían a sacar, momento en el que yo le dije a mi acompañante que le esperaba fuera pues ya me estaba superando el pésimo servicio. Ahí el camarero en barra muy agitado (imagino que veía nuestras caras) nos ofreció varias veces si queríamos un licor de la casa, que no aceptamos porque ya en ese momento lo único que queríamos era marcharnos de ese lugar. Finalmente nuestra cuenta llegó, pagamos y nos pudimos ir.

En resumen, más de 80 euros para dos comensales por 1 botella de verdejo, 1 ración de croquetas, otra de coquinas y una ensalada, todo ello aliñado generosamente de ineptitud, ineficacia y pésimo servicio.

Es una lástima que el servicio hunda la extrema calidad de la cocina, pues todo lo que nos sirvieron...