La Cueva — Restaurant in Collado Villalba

Si pero no Me explico Es cierto que los torreznos son excepcionales pero nunca sabes si te van a tocar. Es el típico bar de barrio en el que se sirve si te conocen o no. Estuve en la barra y pedí 3 botellines. Me sirvieron un guisito muy rico de fabes, champiñones y carne con patatas por cada botellín. Al no servirme torreznos se lo pedí y la contestación fue que había mucha gente y le iban a pedir todos torreznos. Tocaba lo que tocaba. Vino una mujer y pidió 3 raciones. Contestó que eran muchos y le dieron una pero si quería más que lo pidiera después. Al ver que por raciones se podían pedir, le pedí una y me contestó que se debían encargar de un día para otro. Como si le hubiera encargado esa mujer que pidió 3 raciones de forma improvisada. Conclusión, si os desplazáis desde lejos a Villalba para probar los torreznos no tengo claro que merezca la pena por el trato discriminatorios que recibes cuando eres un...

Es difícil definir la cueva de Tito. Se trata de una tasca de toda la vida donde las licencias sanitarias son evidentes. Al entrar a veces la bofetada de olor a cocinaca es sensible. Tiene una terracilla al lado con mesas hechas por el alumno tonto de bricomania pero con unos grafittis espectaculares en los paramentos que la hace cutremente deliciosa, encantadora. Sin embargo siempre está a rebosar. Los torreznos que ponen con cuentagotas son sencillamente inmejorables. Otros aperitivos como los judíones, callos con garbanzos e higaditos siempre en su punto lo hacen junto con el perfecto punto de frío de los botellines un sitio que si no visitas algo e pierdes. Tito tal vez sea el tabernero más borde de España pero raro será si vas y no está lleno....

El lugar y el ambiente es como volver a los bares de hace 50 años . Lo mejor los torreznos, lo peor es el trato por parte del dueño, es una persona malencarada y en constante estado de cabreo, “malafollá” sería su mote perfecto si fuese andaluz, no te deja pedir lo que quieres de tapear aunque se lo pagues , solo te pone una vez torreznos y luego cada ronda lleva asignada una tapa, judiones, garbanzos con chorizo o lo que toque ,la verdad es que con el trato tan malo que da, no sé cómo no ha cerrado hace años pero ahí sigue , haciendo lo que le da la gana con su mal carácter pero su buen hacer en la cocina, todo un lugar para vivir un bar de postguerra , los carteles del baño no aptos para...