Restaurant Venta de Pubill — Restaurant in Cornudella de Montsant

Restaurante casero de toda la vida. Aparcamos bajo un fino tendal de lona negra que nos ahorra las inclemencias de estos calores estivales. Una simple idea, pero que no se encuentra en todos los sitios. Hemos reservado por la mañana, nada más levantarnos. Es jueves. A pesar de que nos comentan que entre semana no hace falta reservar, nunca se sabe, sobre todo despues de leer tan estupendas reseñas de los compañeros local guides de altas estrellas. Una vez en el interior nos atiende una mujer que combina a la perfección amabilidad y profesionalidad. El local es espacioso, techos altos, paredes blancas y un asador interior (ahora en desuso) una venta, no engaña el nombre. Los comensales, menos de diez, nos saludan nada más entrar y nosotros hacemos lo mismo. Sabemos que no hay menú por reseñas anteriores y depende de la cantidad de platos que uno pida la cuenta puede ascender a 15€-35€ el comensal. A nosotros nos sale por 25€ cada uno y no nos importa, primero porque es un día de vacaciones y segundo porque hace tiempo que no comemos tan bien y tan a gusto. Dos ensaladas de queso fresco, pollo y huevos con jamón, ambos con guarnición de patatas fritas, postre helado de turrón casero y mel y mató con un potecito de miel aparte que nos encandila a ambos. Vermut Miró de Reus (no lo había probado, a la altura del Izaguirre), Cocacola y dos cafés que no pueden faltar. Lo que digan las reseñas sobre este lugar encantador se quedan cortas. Mi esposa y yo estamos pensando repetir para nuestro...

It is a lovely small place where travelers can sit and relax with coffee or get something to eat. They sell local natural honey and it is amazing. Also try their own made super sweet shot of wine. It is amazing. It has been an important place in the past with a lot of history. I passed again and this time I sat to eat from the menu. Everything was so fresh and tasted very nice. I enjoyed and the staff was so good. At the end I got a bottle of their own wine .... oh what how...

Una chica nos recibió a las 13:00 horas con la indicación de que sino habíamos hecho una reserva, tendríamos mesa por hora y media antes de tener que marcharnos, cuando el restaurante estaba prácticamente vacío. Comida casera, sin platos de cuchara o cocidos. Todo se hace a la brasa. Cantidades relativamente correctas. La esqueixada de bacalao me decepcionó: sosa, seca y triste. Mi madre se pidió conejo y me preguntó si era esto una broma cuando le trajeron el plato: estaba duro, seco y era solo una pequeña porción. La crema catalana estaba grumosa. Tiene fama entre los locales de ser buen restaurante, pero no encuentro lo sobresaliente en su comida y menos en su servicio. La señora nos hablaba en catalán (por suerte lo hablo) pero mi madre quedó con ojos muy abiertos intentando descifrar que se nos ofrecía como recomendaciones del día. En fin, que no os recomiendo el lugar, más que si por una emergencia llegan a pasar por allí. Tienen que retroceder en el tiempo, cuando iniciaban y ofrecían un servicio y comidas extraordinarios....