Restaurante Casa Harry — Restaurant in Crevillent

Reservé mesa con un mes de antelación para dos adultos y un niño en este restaurante por recomendación de varias personas, aprovechando que era un día señalado (el día del padre) y por la carta de carnes del mundo. Cuando llegamos la mesa estaba montada para 2 personas, en un salón atestado y al lado del paso al baño y a la salida por lo que te obligaba a tener que moverte y pegarte a la mesa cada dos por tres para que el resto de comensales pudieran pasar. Primero pedimos las bebidas y la camarera nos las trajo junto a la carta del menú. Para que no hicieran esperar al niño pedimos pollo a la brasa para él. Como nuestra intención era probar las carnes exóticas que tenían, le pedí a la camarera la carta que tienen de ellas y tuve que insistir en varias ocasiones si tenía carta con otras carnes, finalmente cambio la camarera que nos servía y ésta trajo la carta y me dijo que sólo tenían cuatro clases de carne ese día, le mostré el listado de carnes que muestran las fotos de Google y me dijo que no tenían esa carta. Esto nos dejó decepcionados, pero bueno tampoco era requisito indispensable. Nos conformamos con el menú de 25€ que nos presentaron donde nos explicó que nos ponen pan con ajo y tomate y debíamos elegir tres entrantes, dos platos principales y postre o café. Elegimos: Croquetas, tabla ibéricos y calamares. Plato principal: Jabalí en salsa.

Las croquetas estaban cremosas pero con poco sabor. La tabla de ibéricos se componía de jamón serrano, unos pocos trozos de lomo embuchado mal cortado, salchichón y chorizo. Después de servirnos estos entrantes y de esperar un tiempo, se nos sirvió el plato principal a nosotros y el niño no había comido todavía. Llamé a la camarera para reclamar el plato del niño y los calamares de entrante que faltaban, ella me preguntó cuando pedimos ese plato y le dije que se lo pedí a su compañera, por lo que dió a entender que esa comanda no la tenían. Al tiempo aparece la camarera con un plato pequeño con siete y ocho anillas de calamares de tamaño pequeño. Le pregunté si ese era el plato de entrante, porque en comparación con las otras mesas tenían platos con raciones abundantes y me dijo que sí, como el pollo seguía sin aparecer le dije que si el pollo estaba sin hacer, que lo dejara estar y el niño se comió el plato de calamares como su principal. El plato de jabalí fue bastante normal para mí, mi marido lo había probado anteriormente en otros establecimientos y dijo que le faltaba sabor. Más tarde cuando vino la camarera a retirar los platos preguntando lo típico de si había estado todo bien, nos hizo el comentario de "bueno, el pollo estaba hecho a la mitad pero no importa" comentario que en mi opinión estaba fuera de lugar y nos molesto, no era culpa nuestra que perdieran la comanda. De postre pedimos tres leches fritas, de todo fue lo que nos pareció más rico en textura y sabor. A la hora de pagar se nos entregó el ticket con dos menús, un plato de calamares y un postre. Le reclamé a la camarera que el plato de calamares formaba parte de los entrantes que habíamos pedido con el menú, ella me respondió que nos lo había servido todos, al rebatirle ella cambio el ticket quitando el plato de calamares y entonces aboné el precio. Supongo que lo consideró un entrante extra y por eso era bastante menos abundante que el de las demás mesas

Sinceramente, para lo bien que me habían hablado del lugar salimos bastante decepcionados en general. No sé si es lo normal en este restaurante o es que se vieron superados por el día que era. Si en alguna ocasión puedo volver les dare otra oportunidad.

Aun con todo debo decir que el ambiente está genial y la...

This is a lovely Spanish restaurant, catering for both Spanish and tourists. The food is prepared on site and you can watch your meal being made. We arrived in a party of six adults and a young child. Bread and dip was immediately served along with a picture of water and glasses. Despite the varied tastes of everyone in our party we all received beautifully prepared food, served hot and well presented in the traditional way. The wine selection ranged from well known brands to lovely locally produced wines. Our hosts knowledge of the wines was outstanding. They coped well with those in our party who only spoke English but we're much more forthcoming with the Spanish speakers. A lovely traditional Spanish dining experience. The best recommendation I can give is every time we are in the area we make a point of dining at...

Fuimos el martes pasado (02/04/24) a comer allí para pasar un bando de la huerta diferente y porque en Murcia todo esta llenisímo, y he de decir que excepto por dos mesas más estabamos casi solos y el ambiente fue súper tranquilo, la atención fue atenta y rápida aunque a la hora de pedir les faltaban bastantes cosas... según nos dijeron porque el día anterior el día de fiesta había sido allí y se les habia llenado y dejado casi sin nada, por eso por ejemplo a la hora de pedir carnes hubo que cambiar lo que pedimos como el pollo a la brasa o la chuleta de cerdo (tampoco habia cordero) a la brasa que el mismo dueño vino a informarnos de que no quedaba y muy amablemente la verdad nos aconsejo el chuletón de ternera lechal y todo un acierto! Más tierna imposible, blanquita y sin echar re gusto. A la hora de los entrantes si que dejó un poco que desear... el jamón serrano se notaba que era de este embasado, las piruletas de gambas algunas estaban algo correosas y las croquetas estaban demasiado compactas, como si la masa en vez de ser una bechamel cremosa fuera una especie de masa dura, no sé un poco raras... el resto de platos principales (iban tres niños para los que pedimos macarrones a la boloñesa pero no pude hacer foto) muy bien, las carnes buenísimas tanto los chuletones, como el solomillo a la pimienta y la carrillera en salsa. En los postres también alguno falló un poco, la tarta de limón tenia el bizcocho demasiado seco, y unas natillas que pedimos para los peques (tampoco pude echarle foto) estaban como grumosas de nuevo una textura algo extraña, pero el pan de calatraba y la tarta de queso muy ricas. Los cafés también estaban algo extraños, pedimos un carajillo lo que es un solo con coña y el primero llegó muy aguado, pedimos otro y llegó igual, parecia recuelo de café más que un café en si... El primero nos lo hizo la chica joven que atendía se ve que aún es inexperta (a la hora de la cuenta se equivocó, pero bueno cosas que pasan que entendemos y lo rectificaron), el segundo el dueño, el cuál es un hombre muy simpático que incluso se sentó con nosotros y estuvimos hablando con él un buen rato, después nos enseñó su bodega la cuál es increíble pero creo que tanto el restaurante como la bodega y su conjunto esta un poco dejados... Aún así desde luego por las carnes merece la pena venir. Fue un menú con pan tostado, tómate y alioli y 3 entrantes a elegir, plato principal y postre y café, en total...