Restaurante Casa Vieja del Sastre — Restaurant in Cudillero

En el horario que aparece en Maps, en el turno de cenas, pone que abre de 20:00 a 21:00, pero esto simplemente significa que en esa franja de tiempo cogen clientes externos al hotel. Nosotros, sin saberlo, llegamos 10 minutos antes de las 21:00, lo cual tuvimos la sensación que les pilló muy por sorpresa.

Nos acompañó la recepcionista del hotel a nuestra mesa y estuvimos solos durante todo el servicio. Nos sorprendió que todo el tiempo que estuvimos (una hora aproximadamente), no viniese nadie más, ni siquiera algún huésped, siendo temporada alta. El ambiente fue una mezcla de tranquilidad y "soledad".

El servicio discurrió sin ningún problema, aunque no terminamos del todo satisfechos con la comida. No estaba mala ni mucho menos, pero nos pareció excesivamente cara para la calidad que nos encontramos.Elegimos este restaurante porque tenía muy buena reseñas y estaba muy cercano a donde estábamos alojados.

Empezamos con dos entrantes para compartir: una ensalada de burrata que no lo era (era mozzarella y estaba muy fría) con tomates bastante buenos, y un carpaccio de buey con parmesano. La carne muy bien pero el parmesano no lo era. Seguimos con una lubina de Estero que estaba perfecta de cocción, aunque le faltaba un puntito de sal, y un plato fuera de carta que fue recomendado por la camarera, que eran unas puntas de solomillo con patatas. El mejor plato de la noche. Quisimos finalizar con algo dulce y, de las opciones de postre, nos decantamos por un tiramisú, que resultó muy insípido. Por el precio que tenía el postre, no podemos admitir uno en el que, lamentablemente, se notaba que era una porción proveniente de una plancha de tiramisú de las que venden ya hechas.

La cena ascendió a un total de 81,85€ incluyendo la comida descrita, dos copas de vino tinto, dos bollos de pan y una botella de agua de medio litro. A nuestro parecer, los platos fueron extremadamente caros para lo que recibimos. Pensábamos...

Extraordinario. Un lugar tranquilo, moi silencioso e con música suave e agradable, e iluminación cálida e acolledora. A comida excelente e a atención de 10. Pedimos uns entrantes de sopa de marisco e croquetas deliciosos, a sopa sabía moito a marisco, ben quentiña e que asentaba moi ben o estómago, as 4 croquetas de pataca e terneira moi grandes e saborosas. Para segundo pedimos para ela presa de ibérico e para min entrecot con salsa de cabrales. 400 g de carne ó punto exacto que pides acompañada de patacas fritídas moi ricas e salsa de cabrales deliciosa. Ademáis invitaron a un aperitivo moi rico, unhas croquetas e un chupito de un cóctel de sidra e martini branco que nos encantou. De postre tomamos a tarta de queixo con arandos e un requeixón con marmelada de arandos, ambos de elaboración artesá e ambos exquisitos. Todo a moi bo prezo para a calidade e cantidade de produto e polo marabilloso ambiente. A camareira foi encantadora durante toda a cea, unha atención perfecta. O local impoluto e o protocolo Covid un exemplo...

Un gran descubrimiento y una gran sorpresa! Empezaron con un aperitivo de bienvenida que era chupito muy refrescante que junto con un tomate cubierto por unos Boquerones y una salsa nos dio una explosión de sabores increíbles, después una ensalada riquísima, a continuación unas setas con gambas muy ricas, acabamos con unos solomillos espectaculares y de Postre la mejor tarta de mouse de limón que he probado en mi vida. Y para rematar me regalaron, para mi sorpresa y solo por el echo de ser hombre y la semana del día del padre un detalle que me dejó sin palabras. Todo por menos de 30 euros por comensal con nuestras respectivas copas de vino más los cafes. Ambiente y servicio perfectos....