Restaurant Figueres — Restaurant in Deltebre

Mind blowing Duck rice! 🤯🤯🤯 My God, it was good!

I have eaten all sorts of rice dishes in the region for over 30 years now. I have been to the very crowded and famous restaurants of Poble Nou many times, e.g, Pati d'Agusti. You see 100s of cars there of people going for their rice dishes at lunchtime. Feels too crowded, too touristy, even too fancy if I may.

Whereas Restaurant Figueres still preserves some countryside soul while offering the most tasty and perfectly cooked rice. It's simply amazing 👏.

Locally hunted duck, homemade duck fumet by the kind waitress, perhaps too salty for some, but not for me. I am still mouth-watering while writing the review 🤤🤤🤤

Perhaps we were lucky because we went on a Sunday at 13:30h and service was super nice and fast!

We did not feel the pressure of having 100s of tourists booking all village restaurants when going for lunch, as it happens in many other more upscale restaurants in the Delta.

Thanks, waitress, chef,...

¡HUYE DE AQUÍ! O al menos redacta tu testamento antes de sentarte.

Me duele escribir esto con tanta mala leche, pero más duele lo que le han hecho a este sitio. No suelo escribir reseñas, y menos en este “tono”, pero como cocinero y amante de la buena mesa, siento la obligación moral de advertiros. Lo que antes fue un templo del arroz, hoy es una emboscada gastronómica con vistas al desastre.

He vivido en el Delta durante más de 10 años. Este era mi altar, mi rincón sagrado para disfrutar de una paella en condiciones. Hoy, tristemente, es un mausoleo culinario donde el arroz va a morir.

El descenso al infierno, paso a paso:

Llegamos a las 13h. El aparcamiento impoluto. La terraza, preciosa. Todo parecía prometer. Error fatal. Primer síntoma del apocalipsis: 40 minutos hasta que alguien nos pregunta qué queremos beber. Y a los 60 minutos, llegan los mejillones. Fríos. Fríos como el corazón de tu ex. Textura de piedra, sabor de nevera y alma ausente. Me quejo con educación. ¿La solución? Los recalentaron y me los devolvieron. Como si fueran un favor. Como si mi paladar no importara. Eso no es cocina, amigos. Eso es terrorismo gastronómico con base de molusco.

Y llegó la paella… pero no la redención:

A las 2 horas, nos sirven la esperada paella de pato. Pero el pato… Dios mío, el pato. He mordido piedra pómez más tierna. El arroz, pasado, triste, sin vida. La segunda paella, que debía llegar después, la cancelamos a las 3 horas de espera. No la habían ni empezado. ¿Estaban esperando a que germinara el arroz? ¿A criar el pato?

Episodio extra digno de serie:

La mesa de al lado, unas 15 personas, se levantó y se fue sin pagar. Yo, en silencio, mentalmente les aplaudí…

Triste epílogo:

Este lugar tenía alma, magia y vistas de postal. Entre arrozales, con luz dorada del Delta… Hoy, es más bien un escenario abandonado de Pesadilla en la cocina, mezclado con El Exorcista, versión gastronómica. No me voy enfadado. Me voy de luto. He perdido un viejo amor.

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RESUMEN:

¿Quieres esperar horas, comer mal, y salir emocionalmente dañado? ¿Te va el masoquismo culinario? ¿Quieres una historia de terror para contar en las cenas familiares?

Entonces adelante, valiente. Reserva. Pero si aprecias tu estómago, tu tiempo y tu...

Con diferencia, el peor sitio en que he comido en mi vida. Comida muy mala, carnes TOTALMENTE CRUDAS, FRÍAS E INSÍPIDAS (sin habernos preguntado punto de cocción). Pollo asado CRUDO, SANGRANTE. Paella y fideua ambas sin sabor. Tras 50 minutos de estar sentados después de hacer el pedido, y con el restaurante semi vacío, uno de los camareros nos preguntó muy preocupado si no nos habían servido nada, a lo que no pudimos hacer otra cosa que decirle que eso nos lo explicase él, que trabajaba allí. Tras casi una hora de espera, nos comenzaron a traer platos, muchos de ellos fríos, sobre todo las carnes. Tuvimos que dejar casi todos los platos a medias por la mala calidad de la comida. Encima de todo esto, la cuenta fue carísima, como si hubiésemos pedido un menú degustación en un restaurante con estrellas Michelín. Lamento profundamente cada Euro gastado en ese sitio. Lo dicho, el peor sitio donde he comido en mi vida, con mala comida y mala atención. Si pasas por delante de este restaurante en el coche, acelera y déjalo atrás...