Oboe cocina tradicional — Restaurant in el Campello

El peor restaurante en el que hemos comido en Campello. Una auténtica vergüenza. Desde que entramos el trato fue discriminatorio. Nos dijeron que no había menú del día, pero minutos después vimos cómo TODAS las mesas a nuestro alrededor —incluso personas que venían solas— estaban comiendo el supuesto menú que “no existía”. Al reclamar, el camarero nos mintió descaradamente diciendo que esos menús solo eran para gente con vales comprados por Internet. ¿Dónde estaban esos vales? Nadie presentó nada. La realidad es que solo ofrecían el menú a conocidos o a trabajadores que iban con uniforme.Encima, nos cobraron precios desorbitados por tapas ridículamente pequeñas (¡6€ cada una!) y una ensalada que claramente estaba incluida en el menú del día a otras mesas, a nosotros nos la cobraron a 12€. Para rematar, al pedir la cuenta nos cobraron 1€ de más por cada plato y tapa. Menos mal que me acordaba de los precios exactos, porque si no ni nos enteramos. Una experiencia lamentable. Mal servicio, mala atención, precios injustos y un trato claramente discriminatorio. No volveremos jamás y, sinceramente, no se lo recomendaría a nadie. En Campello hay muchos sitios donde comer bien, sentirse bien tratado y no salir con esta sensación de haber...

Como siempre una experiencia excepcional en Oboe. El trato amable de todos los trabajadores, en especial a Marien, quién nos atendió durante toda la comida con una atención impecable.

La calidad de los ingredientes son frescos y de calidad.

La relación entre la calidad de la comida y los precios es notable, lo que hace que Oboe destaque aún más. Marien se aseguró de que todo estuviera perfecto.

Mi recomendación es total; si buscas una experiencia culinaria satisfactoria, definitivamente no te decepcionará.

Mi preferida:...

Fui sin muchas expectativas porque era tarde y a pesar de un primer “encontronazo” (malentendido) con el camarero y dueño, nos sentamos y disfrutamos de una comida tradicional, casera y con productos de primera calidad. El trato de Tamara y el de su padre fue espléndido, el pulpo estaba increíble y la ensaladilla rusa también. La salsa de las albóndigas para mojar (y eso hice). En general, repetiría y no fue...