Simplemente espectacular. El enclave, el personal, la amabilidad y sobretodo la comida, todo es buenísimo. Reservamos porque están siempre a tope (ahora entiendo porqué) y ya desde el primer momento nos atendieron bien, muy amables hasta por teléfono. Llegamos y tras sentarnos y ver la carta la verdad que nos apetecía probarlo todo, pero le preguntamos a una de las chicas, y muy amable nos recomendó probar la especialidad Pad Thai y nos sugirió combinarla con un par de cosas que nos habían llamado la atención. La camarera nos surgió pedir medias raciones de pad thai y de ensalada de tomate, hummus y queso, y una brusqueta siliciana completa para así probar mas cosas. Para mi la elección fue perfecta. Primero la ensalada de tomate, el hummus tenía sabor a legumbre y a aguacate, creo q una combinación perfecta con el queso crema, que contrario a lo que pueda parecer no mataba el sabor el uno al otro y con la vinagreta de pistacho le daba un toque diferente a todo lo que había probado. Después nos llegó la brusqueta, una rebanada de pan con verduras y queso por encima, rúcula, concentrado de tomate, cebolla, alcaparras, champiñones y queso algo entre rulo de cabra y feta, para mi gusto la combinación de los ingredientes es perfecta, bien es cierto que a mi me gusta la verdura y los sabores intensos. Y por último el plato estrella, el pad thai, que a pesar de ser solamente media racion, nos llegó de cantidad y fue suficiente para probarlo y saborearlo. El pad thai consiste en fideos de arroz, con calamares y gambas, con salsa de soja y lima, es un sabor muy intenso, para mi espectacular, seguro que volveré a tomarme una ración completa para mí solo. Para terminar nos ofrecieron el postre de la casa, un frixuelo relleno de arroz con leche y caramelizado por encima, acompañado de un jugo de frutas con trozos de melon, kiwi y arándanos, una delicia. Pedimos la cuenta y el camarero la revisó con nosotros por si había algún problema, la verdad que todo un detalle. El precio me pareció adecuado. Nos fuimos muy contentos y con ganas de volver y probar mas cosas de la carta....
Read moreMi reseña y fotos pertenecen al concesionario anterior, bajo el nombre de Menos Mal Porcía. No les deseo ningún mal a los nuevos, que pobres de Google no les han hecho caso y no han podido comenzar de cero su perfil.
(Redactado en 2015): Abierto desde el 1 de Julio se trata del local de moda y referencia en la costa más occidental asturiana. Y no es de extrañar ya que se trata de una experiencia en todos los sentidos: chiringuito con un entorno incomparable sobre una bonita cala, cocina excelente a base de productos de la mar y seguro que con buena compañía. No es de extrañar que si quieres mesa debes reservar con tiempo, en las cubiertas por toldo (más altas) suelen tener los dos turnos pillados. En la barra como en las mesas bajas de fuera, algunas con mejores vistas que las entoldadas como la que nos tocó, no reservan, eso sí, suelen rotar bastante. Centrándonos en los platos se ve que Pablo Fernández, el propietario y cocinero, ha sabido conjugar platos tradicionales, fusionando sabores de la zona con técnicas asiáticas y tradicionales. De su anterior etapa en La Solana de Ribadeo, ha rescatado su famosa cazuela de pulpo y almejas (aunque sin langostinos), del Abastos 2.0 de Santiago ha clavado el pulpo con grelos y de cosecha propia, el que puede ser su plato estrella: lomos (marcados a la plancha) de bonito en salsa thai, espectacular. Pudimos observar que muchas mesas pedían arroces, por lo que he de suponer que hacen bien. Sirven cafés y cócteles, así que para media tarde puede estar muy bien también. Encima gozan de tres aparcamientos, un prado arriba y dos bajando la cuesta, así que se antoja fácil el poder dejar el coche. 100%...
Read moreVista muy bonita sobre la playa y... se acabó todo lo positivo de este sitio.
Dos metros más abajo hay unas mesas de área recreativa en las que comer con las mismas vistas sin depender de un servicio tan incompetente como el del bar.
Cuando tras 20 minutos conseguimos mesa siguiendo "el que primero la vea se la queda" que nos recomendó la encargada, "solo" tuvimos que esperar otros 20 minutos a que nos pusieran los cubiertos. Sin embargo ese camarero parece ser que no estaba capacitado para tomar nota. Nota de unos platos que solo están escritos en unas pizarras sobre la barra. Supongo que para ahorrar papel...
Tras otros 15 minutos decidí levantarme a la barra a preguntarle a la encargada si podría pedir, a lo que me contestó de forma altiva que "no trabajamos con prisas y cuando os toque os atenderemos".
Visto que tal vez nos llegaría la comida a la hora de la cena, terminamos las cervezas y nos fuimos sin comer, no sin antes pasar por el baño, pero ah no, que resulta que tampoco tienen, sino que hay que salir fuera a usar los públicos de la playa.
Tal vez muchos clientes prefieran el postureo de tomarse un pad thai tailandés en la tierra de la sidra y la fabada pero lo que en cualquier caso nunca deben de faltar son la formas. A mí que no me...
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