Fuimos un grupo de amigas de ruta y teníamos reservado para comer en exterior a las 15h. Finalizamos antes de lo previsto (14:30) y preguntamos ya que había mesas vacias si había opción de sentarnos antes a lo que nos dijeron que no era posible sentarnos hasta llegada la horas de nuestra reserva (algo en principio lógico y coherente) así que consultamos si podíamos pedir algo y tomarlo fuera mientras tanto. A regañadientes al final nos sirvieron algo para la espera porque no querían hacerlo. Esperamos hasta las 15h como teníamos reservado pero debo destacar que la mesa vacía continuó vacía hasta llegada nuestra hora de reserva y curiosamente fue la que nos asignaron, algo incomprensible y reseñable como mala gestión y atención.
Pedimos varios platos al centro, entendimos que eran raciones (por concepto en carta y precio asociado) por lo que pedimos 6 platos y un montadito (éramos 7), en cualquier lugar casi a racion por cabeza sería mucho, aquí fue más que insuficiente. Las raciones a tamaño tapa y siendo generoso alguna a media ración pero llamar a eso plato me resulta vergonzoso.
Detallo lo que pedimos y probamos: croquetas de gurumelos (normalitas, cremosas pero poco sabrosas), revuelto de espárragos trigueros (el espárrago no estaba bien cocinado y estaba aprovechado mas tallo de lo debido teniendo presencia una dureza curiosa el plato), carrilleras (muy tierna, limpia y sabrosa, sin duda el plato top de nuestra selección. Muy recomendable), espinacas con garbanzos (ricas pero excesivamente aceitosas y los garbanzos prácticamente eran inexistentes), presa ibérica (estaba tierna y sabrosa), ensaladilla de gambas (una ensaladilla mas).
Debo decir que la comida en general estaba buena pero nada fuera de lo común ni destacable por su sabor ni por su cocinado, a excepción de la carrillada. Lo detallado con 10 bebidas y 7 cafés/infusiones ascendió a 97.30€. Por cierto, otra curiosidad es que cobran 0.80€ por comensal en concepto de pan y picos, algo adecuado siempre y cuando sirvan lo citado por comensal. Pusieron dos paquetes de picos pequeños (calculo que 30gr) y un mini trozo de pan por cabeza.
En definitiva relación calidad precio desproporcionada, no repetiría para almorzar, si para tomar un café o copa ya que esta en un entorno maravilloso y a esto nos agarramos para justificar el importe...
Read moreEstuvimos comiendo en este restaurante hace unos días. El entorno es muy bonito, a pie del pantano de la Minilla, en uno de sus extremos, con bonitas vistas. El restaurante también es bonito, incluyendo su terraza, aunque esta estaba cerrada por lluvias y un poco de frio. Pero el interior es agradable. El servicio de camareros, al menos a nosotros, fue bueno. Dos camareros nos atendieron, chicos jóvenes muy amables. Es cierto que ese día había poca gente, no se cómo será con el restaurante lleno. Lo que lamentablemente no nos gustó nada fue la comida, cara y de calidad bastante mediocre, al menos lo que nosotros pedimos: Un revuelto de gurumelos, aguado y sin sabor, con poca cantidad y un precio de unos 17-18 euros. Unos huevos con patatas y chorizo, con un chorizo de muy escasa calidad y unas patatas de esas tiesas, fritas pero semi crudas por dentro. Los huevos sí se salvaban. Creo que costó sobre 12-13 euros. Una ensalada de salmón, con mucho verde y algún trozo de salmón ahumado, y mucho vinagre. No recuerdo el precio. Tres cervezas en total creo recordar. El total de la cuenta fueron cincuenta y tantos euros...menos mal que no pedimos ni vino ni postres, pues no se a dónde hubiera llegado la cuenta.
Sinceramente...creo que ese lugar se merece mucho mejor cocina, en cantidad y sobre todo en calidad, pues por el precio elevado que cobran ya se podían esmerar en hacer mejor las cosas. No todo es el entorno, pues respecto a eso tienen la clientela asegurada...pero hay que cuidarlo todo, por supuesto la cocina. Volveremos, pero igual a tomar un café en la terraza... porque no se si le daríamos una segunda oportunidad a esa cocina tan pobre a esos precios tan...
Read moreAnte la reseña publicada por el Sr. Leandro Sancho, no tengo más remedio que desmentirla por no ser los hechos que publica en la misma los que realmente sucedieron. Este Sr. llego a la terraza con una Sra. invidente y un perro guía, y cuando fueron a sentarse en una mesa de 4 comensales, les indicaron una mesa de 2, junto a la que yo ocupaba con mi mujer, y nuestra pastora alsaciana. Se negaron en rotundo porque daba el sol, no hicieron ni el intento de sentarse y el personal del restaurante les indico que se podían sentar en otra mesa fuera e incluso dentro, pero de dos comensales. Estos Sres. no escuchaban, querían la mesa que ellos habían decidido y empezaron a hacer en voz alta, alusiones a que si era por el perro guía. Varios comensales le dijimos que podía observar que llevábamos perros y que no había problema alguno. El personal del restaurante intento por todos los medios que entendiesen que había más mesas, con una paciencia, educación y profesionalidad plausible. No pusieron ninguna pega al perro guía, todo lo contrario, y de ser así no lo hubiésemos consentido. He sido tres años presidente de un Club de Leones y entregado junto con la ONCE muchos perros guías a invidentes, lo que es una gran satisfacción personal. Pero repito no fue el caso, sino todo lo contrario. Por favor cuente la verdad. Un perro guía no da derecho a elegir la mesa que ustedes estimen, con el doble de comensales. No es de recibo que escriba usted esa reseña faltando a la verdad, y denostando a unos trabajadores que les trataron con una paciencia y educación, que no merece su falaz relato de los hechos realmente...
Read more