Me decido a opinar tras ver como los propios dueños inundan ellos mismos de opiniones todas las webs, con valoración máxima, claro. 11 de septiembre, 4 personas a cenar. Nos pidieron puntualidad por teléfono al reservar, hora 21:30. Por ese motivo llegamos con tiempo por si acaso, tras hacer muchos kilómteros porque el sitio está aislado. Eran las 21:00 aproximadamente, con la idea de tomar algo en caso de tener que esperar . Entramos al restaurante y aparece quien atiende las mesas. Una mujer de cincuenta y tantos, tatuada y con piercing de la que no recuerdo el nombre, luego he visto que es Cris. Muy nerviosa, de malos modos, prácticamente empujando a mi mujer para salir del restaurante diciendo que no era la hora y explicando que está ella sola y que no podemos pasar porque está ocupada con los clientes. Realmente tenía solamente 2 personas en sala, en una mesa. No había aglomeraciones ni nada. Solamente estábamos llegando nosotros. De modo desagradable nos manda a dar una vuelta (!) En un pueblo sin bares, a 17°, a oscuras, casi sin farolas en la aldea, sin nada que hacer. Nos sentamos en su propia mesa de jardín fuera del restaurante oorque no había donde ir, y le pedimos poder sacar una botella de vino y 4 copas mientras esperamos en el jardín. Nada. No se apiadó. De malos modos de nuevo. Tras esta entrada brusca y maleducada, pensamos en marcharnos, pero entre que es un restaurante lejos de todo y habíamos hecho muchos kilómetros, , y que no quisimos enzarzarnos, nos quedamos.
A las 09:15 llegaban otros 5 clientes, y ella salió a ver si llegaban. Al vernos dijo "¿todavía estáis ahí?". Le respondí que no hay donde ir en el pueblo. Ni contestó.
A las 21:30 salió y entramos. Por nuestra parte, sonrisas y neutralidad, simplemente confiando en tener una buena cena y una charla agradable. Trabajan dos personas: el cocinero Iñaki y su mujer, que fue con quien lamentablemente topamos.
La comida, normal. Normal sin más. El restaurante muy bien decorado. Esa noche en total estuvimos 2+5+4 personas en total en el restaurante. La carta muy corta. Y caro. Pagamos 199,10 Euros. A modo de comparación, en Chicote en Madrid en la 5a planta del Corte Inglés , en plena azotea en la Puerta del Sol pagamos menos por persona por cenar la semana previa. Con un trato infinitamente mejor y y esa capacidad de acogida que tiene Madrid.
Ya como detalle casi macabro, en el baño de hombres había decenas o incluso centenares de tarjetas de colores supuestamente escritas y firmadas por clientes con mensajes excesivamente laudatorios ("el cocinero es un Dios","estrella Michelín en breve"..) que parecían propios de una secta y con toda la pinta de ser escritos por los propios dueños.
No repetiremos. No merece la pena el viaje para encontrarse a una señora que no mantiene las formas y que demostró muy poca amabilidad. Habíamos hecho muchos kilómetros de noche para encontrarnos con una acogida que más bien parecía rechazo. No lo expresamos al salir, cuando el cocinero, que si parecía un señor amable, con barba canosa poblada, nos preguntó por todo.
Por todo ello me decidí a escribir esta crítica aquí, sabiendo que va a estar ella atenta a escribir varias opiniones de 5 estrellas seguidas por encima para dejar esta opinión sepultada, por si puedo evitar a alguien la experiencia desagradable o ayudar a que la señora piense y se de cuenta de que no solamente somos clientes sino también personas, y que no puede pretender que seamos robots a los que aparcar...
Read moreEl domingo fuimos a conocer y disfrutar de una maravillosa experiencia en El Petirrojo. Solo tengo palabras de admiración de cómo Cristina e Iñaki han conseguido hacer un perfecto lugar para disfrutar y comer, no bien...lo siguiente La atención espectacular. Llegamos pronto, y nos recibió Cristina que amablemente nos indico que no disponían de bar para hacer tiempo pero nos indico que seguramente en el Club Social no les importaría ponernos un vinito mientras se hacía la hora de la reserva. Entrar en ese comedor es como transportarte...la música en el tono adecuado, tanto en volumen como en la reproducción de los temas, las mesas preparadas con mucho gusto, así como el resto del comedor....todo adornado con múltiples escenas de petirrojos, haciendo honor al nombre del restaurante Comimos de todo, y aunque pedimos demasiado, ya que las raciones son muy "hermosas" como quien dice dimos con todo. No puedo elegir que plato es el que más me gustó, estaba todo delicioso: los espárragos blancos, el pulpo sobre patata y salsa alioli, el foie de La Llueza a la plancha, un espero que parecía para un gigante, el carpaccio de buey con lascas de parmesano y alcaparras, el bacalao a la vizcaina ( que fue el que nos recomendó Cristina de las múltiples preparaciones que tienen) Decir que antes de empezar nos obsequiaron con unas croquetas de gambas sobre salsas de mahonesa, alioli y mojo picón, que al igual que el resto estaban espectaculares. Ahhhh, y sin olvidar la sorpresa del sorbete de limón que nos trajeron antes del plato principal como su de una vida se tratara. A pesar de estar llenos, nomoudinos dejar de probar los postres, todo casero: una tarta de manzana con helado y confitura y una crema de arroz con leche que me dejó con los ojos como platos. Cristina se disculpó porque Iñaki no puedo salir a saludar, cosa que entendimos perfectamente porque había más mesas que atender, pero prometimos volver!!! Tenemos que terminar de probar el resto de esos platos... Mil gracias Cristina e Iñaki por vuestro buen hacer y hacernos sentir como en...
Read moreHabía leído interesantes comentarios en internet sobre el restaurante El Petirrojo (Quintana de los Prados) y me pareció una excelente idea poder ir a visitarlo. Así que llamé a mi sobrina Yosune, mujer de excelente y ordenado apetito, y nos plantamos el sábado a comer, previa reserva telefónica. No recuerdo muy bien la carta, pero había bastantes cosas para elegir. Nosotros nos decidimos por unas anchoas con pimientos y pulpo asado con patatas, de entrantes. Las anchoas con pimientos venían presentadas con unas tostas y estaba todo exquisito. El pulpo asado fue una auténtica pasada, con unas patatas de autor con un punto crunch por fuera y blanditas por dentro, que quitaba el hipo. Después, pedimos un risotto y pochas. Como yo no podía con lo mío, me limité a compartir el risotto, que estaba de levantar la boina. Tuvieron la amabilidad de ponerme las pochas en un táper para llevármelas a casa, y confieso que hoy mismo he dado buena cuenta de ellas. Estaban de cine, en su perfecto punto de sal y una cremosidad insuperable. Llegada la hora del postre, nos encontrábamos desfondados. Uno ya no tiene 25 años. Nos quisimos refugiar en una infusión, pero Cristina nos sugirió, amablemente, que probáramos una crema de arroz con leche que resultó sublime. Todavía me estoy acordando. Resumiendo, comimos de bigote. Soy friolero y fue muy de agradecer la agradable temperatura del comedor. Una fantástica experiencia que esperamos repetir. No podemos pasar por alto el exquisito trato dispensado por Cristina e Iñaki que son dos auténticos fenómenos. Viajero, turista, peregrino, mero curioso, no pierdas la ocasión de comer un día en El Petirrojo. La gente muy mirada y los ahorradores impenitentes pueden encontrar propuestas gastronómicas más sencillas en los...
Read more