Un café popular en el pueblo de Espolla donde comer un sabroso arroz negro
En el corazón del pueblo Ampurdanés de Espolla se esconde un lugar peculiar: un bar restaurante que funciona también como centro social. Su horario, amplio y adaptable, permite disfrutar desde almuerzos tradicionales hasta cenas completas, con una oferta variada de platos que se adaptan a cada momento del día.
El comedor, sin grandes lujos, desprende un encanto retro innegable. Su mobiliario y decoración, que evocan claramente la estética anterior a los años 80, crean una atmósfera única. Aquí, las mesas largas invitan a la interacción, y es común compartir espacio con otros comensales, ya sean vecinos del pueblo o visitantes que se acercan a probar su propuesta culinaria. Un mantel de papel y los clásicos vasos Duralex complementan perfectamente esta decoración, donde destacan detalles como una auténtica cabina telefónica de los años 80 y fotografías que evocan la historia y los eventos vividos entre sus paredes.
La oferta para comer es concisa y se recita al momento, ya que no disponen de carta. Esta particularidad añade un toque de misterio a la experiencia, pues los precios se desvelan al final, directamente en la barra.
En cuanto a los entrantes, la selección se centra en opciones clásicas: ensalada verde, una tabla de embutidos, calamares, croquetas y poco más. Sin embargo, los platos principales brillan con luz propia. Destacan las diferentes carnes a la brasa y los caracoles, que también pueden pedirse como entrante. Pero sin duda, el protagonista es el arroz negro de sepia, que comparte el protagonismo con los caracoles como uno de los grandes reclamos de la casa.
El arroz negro fue, sin duda, la estrella. Su excelente sabor, resultado de un caldo excepcional, lo convierte en una delicia. Se sirve directamente en la cazuela, con un punto de cocción perfecto y una cantidad de caldo de pescado que lo hace increíblemente jugoso. Eso sí, es importante saber que en este arroz de sepia no encontrarás una gran variedad ni cantidad de marisco; la sepia es la protagonista, acompañada de un par de gambas.
Para el postre, ofrecen algunas opciones caseras como un delicioso flan de café y unas natillas con el punto justo de dulzor.
Recomiendo encarecidamente acompañar los platos con un buen vino de la cooperativa local, con la prestigiosa Denominación de Origen Empordà.
En cuanto al momento de pagar, la ausencia de una carta con precios detallados puede generar cierta incertidumbre. No sabrás el PVP de cada plato, lo que puede dejarte con la sensación de haber pagado un poco más de lo esperado. A modo de referencia, una ensalada, arroz negro de sepia, postre y vino nos costó 22€ un sábado al mediodía.
En resumen, este lugar es una opción para disfrutar de un sabroso arroz negro caldoso en un ambiente familiar y con un...
Read moreLa comida es buena pero la experiencia surrealista.
Alguien nos había recomendado el arroz negro de este restaurante. Después de ir, entendimos que era la único recomendable.
Tras estar mucho rato esperando en la entrada a ser atendidos, notando como el personal evita el contacto visual para no tener que hablar con nosotros, decido acercarme a la barra para que al menos nos digan dónde podemos sentarnos.
No hay reacción por parte de la persona que parece el encargado. Me mira de reojo cuando hago alguna señal para indicarle que me gustaría ser atendido pero no parece darse por enterado. Me rindo e intento ser atendido por otra persona que se pone a caminar en dirección contraria a mí en cuanto hago el gesto de querer hablar con ella. En ese punto deberíamos habernos ido pero la recomendación venía de una persona que iba cada año al restaurante y decidimos darle otra oportunidad.
Por las mesas ronda una camarera superatareada, es a la última a la que quería preguntar para no molestarla, pues parece que es la que sirve todas las mesas. Finalmente, es la única persona que nos hace caso y nos indica en qué mesa sentarnos.
Después de otro buen rato de espera viene el encargado a la mesa y se para a menos de dos palmos de mi cara. Tengo que apartarme para evitar la incomodidad. Saludamos; no hay respuesta. El encargado no dice nada, simplemente se queda ahí parado. Pensábamos que nos diría lo que había ese día para comer, pero no. No sabemos si tomar la iniciativa o esperar que vuelva de su catatonia. Decidimos tomar la iniciativa y parece funcionar, finalmente podemos comer.
Más tarde, para los cafés, ocurre más o menos lo mismo. Se los pedimos al encargado quien, sin hablar, hace un gesto con la cabeza señalando a la encargada. Creemos entender que eso significa "pídeselos a ella". "Ella" no tiene ningunas ganas de atender a nadie y te lo hace saber con esa manera tan incómoda de no mirarte, de tirar las cosas encima de la mesa sin recordar quien las ha pedido, de no dedicarte ni una palabra,...
El arroz muy...
Read moreCreo que esta es de sde las pocas veces que publico una reseña sin fotos, pero por motivos de trabajo como a menudo fuera en bares de menú que suelen dar un buen servicio por un módico precio.
Pero esta vez, esta vez... Solo puedo estar agradecido. Entrar en un local totalmente opuesto a un restaurante michelin, encontrarme un trato cercano, casi sin menú, arroz o rustido, nos ofrecía el hombre...Que grata sorpresa EL MEJOR ARROZ de mi vida, no diré ni la mejor paella, ni el mejor arroz negro, ya que es una mezcla con un toque picante. Pero con diferencia es una de las mejores experiencias que a vivido mi paladar, siento una enorme gratitud, estaba tan bueno que he sentido que estaba robando al pagar tan poco, juro que me he sentido hasta mal, ya veis que absurdo, si he pagado lo que me pedían. Pero era un precio tan bajo, tan barato, para un manjar digno del mejor restaurante del mundo, y he estado en varios estrella michelin, lo digo en serio y de corazón, GRACIAS...
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