Una joyita de Restaurante. Un restaurante digno de recomendarse y de disfrutarse. La comida impresionante. El trato exquisito. El ambiente muy agradable. La calidad-precio inmejorable. Para empezar, te enseñan su Museo del Vino que es una auténtica pasada: didáctico, con encanto, con un gusto extraordinario y con un amor y una pasión por parte de su dueña y señora, Begoña, que encandila y enamora. Subes al restaurante con el regustillo del buen traguito de vino de cosecha propia servido en el porrón y te encuentras con un local lleno de reminiscencias del pasado (otro auténtico museo), que ya de por sí tiene la virtud de evocarte gran parte de tu historia personal y de generarte un montón de emociones. Sentados en la mesa, comodísimos y con suficiente intimidad, te sirven un aperitivo y, con absoluta tranquilidad pero con una rapidez endiablada, te van sirviendo las viandas de un auténtico menú de degustación realizado con todo el amor, la dedicación, la experiencia y sobre todo la originalidad, la sabiduría y el toque personal de una grandísima cheff, que trabaja para su satisfacción, sin importarla ni el tiempo ni la rentabilidad. Magníficos manjares, de una cocina de autor, en la que mezcla las más rancias tradiciones con toques muy personales y modernos, dignos del más afamado de los restaurantes. Todo ello regado con una selección de los mejores vinos de nuestro país y una amabilidad y una corrección encomiables. Íbamos a celebrar la Navidad 2024 y salimos encantados y alucinados de que pueda esto existir en plena campiña burgalesa a escasos 150 kilómetros de Madrid, con salida prácticamente directa de la E-5. Después te enteras de la historia de Begoña, la de Fuentenebro, y de Ángel, El Alforjillas, y no te queda más remedio que rendirte ante la evidencia. IMPRESIONANTE. Merece un...
Read moreReservamos con mucha antelación para 15 personas porque en nuestra ruta por la zona era una parada obligatoria aunque nos tuvieramos que desviar de la carretera principal.
Es de esos sitios que no está de paso y es lo que le hace ser un tesoro ya que es una experiencia muy privada y nada masificada.
El restaurante está en una zona privilegiada, el pueblo de Fuentenebro es un pueblo lleno de encanto y en el pack se incluye la comida, visita al museo del vino, visita a bodega con su respectiva cata de vinos y si pides la experiencia completa te llevan de ruta campestre para enseñarte los viñedos y explicarte más sobre este fascinante mundo del vino.
En nuestro menú habían 2 entrantes (chorizo local y unos pimientos rellenos en base de salmorejo que estaban de muerte) y luego el arroz con bogavante, todo esto bañado por unos vinos recomendados por Begoña, experta en el tema y dueña/guía/cocinera de este magnifico restaurante. Y que decir del postre, pastel de coco con un mouse de limón que quita los sentidos. También se incluye agua, cafés y pan.
La experiencia completa privada y el trato personal y familiar es inmejorable. Sin duda lo recomiendo al 100% a todo el mundo y cada vez que pasemos por la zona nos escaparemos para repetirlo.
El mejor descubrimiento de Burgos sin dudarlo!!! Muchas...
Read moreEstuve el pasado viernes, andaba haciendo un curso de inglés enoturistico en Aranda de Duero donde nos enseñaron las antiguas bodegas subterráneas, y me acerqué a ver el precioso museo que Begoña a hecho con tanto empeño, cariño y dedicación. Cómo describir un sitio donde te explican al detalle todo el proceso del vino, no sólo con palabras amables, sino también con unas antigüedades cuidadas, colocadas y puestas en el sitio perfecto. Y todo esto sin ayudas institucionales, ! Madre mía!, Esto tenía que estar anunciado en todo folleto del vino que se precie. Muchas gracias por deleitarnos con toda tu amabilidad, las mujeres como tú...
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