Hicimos una reserva para dos comensales para las tres de la tarde. Nos presentamos a las 14:30 , nos ponemos en la barra ,nos pregunta una camarera qué deseamos y le comentamos que tenemos reservada una mesa a las tres. Nos dice que nos atenderá la chica que está en la barra. 14:52 Entra una persona a la barra y nos pregunta que si deseamos algo y lo comentamos que teníamos reservada una mesa a las tres respondiéndonos que nos atenderá la chica que está en la barra. 15:12 Ya pasada la hora de la reserva le comentamos a la chica de la barra a ver si alguien nos iba a atender ya que ella en ningún momento nos miró a la cara en los cuarenta minutos que estuvimos allí esperando. Nos pregunta a ver si teníamos reserva, la respondemos que sí,que habíamos reservado por teléfono a las 3 de la tarde. Nos dice a ver si busca unas sillas y nos pone al lado de la barra,ya que el comedor lo tenía ocupado. La comentamos que como es posible, teniendo reserva ,esté el comedor ocupado y que nos pone como haciéndonos un favor al lado de la barra en el bar. Es la primera vez que nos sentimos ninguneados desde que entramos a las dos y media en el bar y siendo las tres y veinte nos...
Read moreEn el cielo del mundo, existe un lugar, dónde Eugen y Anna, nos hacen llorar... De alegría. Gracias Eugenia y Ana por ser como sois y no dudéis nunca de como decía Terminator... Volveré...!!! Un pequeño restaurante en la cima de una montaña en el que sus dueños te hacen sentir como en tu propia casa. Amables, acogedores, cercanos y siempre dispuestos a que todo esté perfecto. Comida sencilla pero de una calidad fuera de duda. Incluso Eugen, a un comentario de Lourdes, le faltó tiempo para obsequiarnos con unos percebes. Se hacen querer. Estuvimos el 8 de septiembre que por desgracia hizo muchísimo calor y Ana lo tuvo que pasar bastante mal en la cocina. Pero tanto Eugen como Ana y todos los trabajadores del restaurante, siempre con una sonrisa en la boca. Tanto Lourdes como yo nos llevamos un recuerdo muy muy grato del lugar. Un cachopo y un bacalao espectaculares y una tarta de chocolate casera que hacía que se te saltasen las lágrimas. Ana, Eugen... No cambiéis nunca....
Read moreUna maravilla auténtica. Llamas para ver si hay sitio y, con toda la franqueza del mundo, te dicen: "pero... aquí sólo damos huevos fritos para comer". Y es verdad. Pero... qué huevos!!! Y txistorra, morcilla, chorizo, panceta, croquetas, patatas... Está todo de vicio auténtico. Un "involuntario descubrimiento" que, muy probablemente, se convertirá en un recurso habitual para...
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