A Caldeira - Restaurante Pulpería — Restaurant in Gijón

Uno va a tomar una cerveza a relajarse y al final sale de mal humor y sin beber nada. Pedimos una ronda de cervezas y nos levantamos a fumar al aparcamiento un minuto, y cuando miramos la mesa nos habían quitado las cervezas y había una pareja sentada.

Hoy era un día nublado y hacía frío, por lo que estaba más de la terraza entera vacía. Nuestras 3 cervezas estaban intactas totalmente y el camarero, que "parecía" muy simpático pero muy poco profesional, no se le ocurrió otra cosa que retirárnoslas y acomodar a otros clientes porque, según él, pensó que habíamos marchado.

Cuando vemos la situación, se lo comentamos al camarero y ahí ya cambia totalmente la actitud con la que se dirige a nosotros y me dice en voz alta y tono jocoso que no nos preocupemos, que ahora nos saca una ronda gratis.

Por supuesto, me fui. No necesito que me "regale" una cerveza. Solo quiero gente profesional que sepa hacer su trabajo.

La comida no la voy a valorar porque realmente nunca he comido allí y, después de esto,...

De lo mejorcito en pulpo y cocina, pero yo como cliente habitual, y no como cliente esporádico, vengo observando que están subiendo los precios, y menguado las raciones, si a esto se une que queda un poco a desmano, pero que los clientes, aceptamos de buen grado subir hasta La Campa Torres, hay otras opciones de comer pulpo más céntricas, a calidad/precio razonable.

Entiendo que los gastos hayan subido, pero deben mirar si les interesa los clientes asiduos, o los esporádicos, porque la lealtad del cliente, es fácil de perderla.

Una ración de pulpo a 23€ me parece una pasada. Dicen que una imagen, vale más que 1000 palabras, y si se miran las fotos de pulpo etc, de hace un tiempo con las de estos últimos meses, se puede ver que menguaron, al igual que las croquetas de pulpo, que al día de hoy son muy pequeñas.

Espero que no se les ocurra, la genial idea, de cobrar el parking.

La atención de los camarer@s...

Llegamos sin reserva y nos dieron mesa en menos de media hora (ya nos avisaron que había que esperar un poco). El ambiente es de prisas y las instalaciones necesitan alguna mejora. Los baños bien equipados y limpios. Disponen de cambiador infantil. Los camareros bien con el cliente y regular entre ellos (no queda bien llamarle la atención a un compañero públicamente). La comida nos dejó que desear; las croquetas estaban espectaculares de sabor pero estaban mal fritas (congeladas por dentro algunas y frías todas). Las cebollas rellenas venían con poco relleno y nada espectacular el sabor. El bacalao a la vizcaína estaba bien el bacalao pero demasiado sabor a tomate frito la salsa. El lenguado relleno de marisco estaba muy bueno y el flan de postre estaba muy rico. Para nuestra experiencia nos ha resultado un poco caro el precio pero mejorando estos aspectos de la comida probablemente nos habríamos ido mucho...