Restaurante Las Peñas — Restaurant in Gijón

Nefasto,nunca doy reseñas si no tengo nada bueno que decir,pero lo de hoy es para advertencia tanto al restaurante como a los posibles futuros comensales. A las tres, puntualmente según nuestra reserva nos sentamos a la mesa,se nos tomó pedido y a a las cuatro tuvimos que preguntar por nuestra comanda pues aún no nos habían servido nada., después de un rato,nos llegaron los primeros platos y al apreciar que el pollo no estaba en buen estado ,a pesar de el condimento,se lo comentamos de manera respetuosa a la camarera,la cual inmediatamente nos lo retiró y cuando regresó nos comentó que su jefe le había dicho que el pollo era de esa semana y que si tenía algún problema hablara con el, señalar que esto es de domingo (, supongo que el pollo lo compraría de lunes,).se sabe perfectamente cuando sabe a podre. Solicitamos cambiar de botella de aceite para la ensalada pues nos dejaron una vacía,la solicitud fue a tres camareros distintos y tuvimos que ir nosotros por una y es que no les quedaba aceite,,.......seguimos con nuestra comida sin querer amargarnos el día, pero al pedir la cuenta tienen la desfachatez de cobrar el pollo del que se probaron dos bocados y no se comió,la pobre camarera pasó un mal rato cuando le pedí hablar con el jefe de este tema y después de hablar un rato con el volvió y me hizo una nueva factura sin el pollo.tambien comentar que en uno de los trayectos al aseo el encargado del local,osea ese personaje tan agradable,descolgaba el teléfono y sin dar opción a la persona que llamaba a hablar le dijo textualmente:ya se para que llama,no tengo sitio libre,lo cual tampoco era cierto porque a esa hora ya muchas mesas se habían ido.. resumiendo,no se molesten en responder a mi crítica,no pienso volver,mi experiencia a sido nefasta sobre todo por la actitud de quien dirige este local, pues si se nos dice que lo siente y lo retira aquí no ha pasado nada pero, como se comportó de manera prepotente y poco profesional le dejo aquí mis más...

Un despropósito: Un menú carísimo para lo que comimos. No es la primera vez que vamos, pero esta vez ya me pareció escandaloso y de ahí mi reseña y mi negativa a volver. Hace un días fuimos a celebrar un cumpleaños un grupo bastante grande, tomamos menús de 30, 35 y 40 €. Yo tenía el de 40€ que contenía unos entrantes variados y chuletón, con postre y bebida. Los entrantes para nada estaban a la altura de un menú de este precio, éramos 4 con este menú y nos sacaron dos "tapas" de calamares (que podías tomar 3 tiras porque no daba para más), 2 cazuelitas de mejillones (tocábamos a 2 o 3 por cabeza), 2 platos con un cuadrado de pastel de cabracho donde no había 2 tostadas para cada uno y unas croquetas, cuya calidad era discutible (parecían congeladas, no lo sé pero esperaba más). Luego sacaron 2 chuletones partidos en trozos, así para compartir... Para beber sidra, pero no tienen escanciadores automáticos para todas las mesas, deben tener 2 o 3 para todo el restaurante, el resto con un tapón cutre... señores, que no hemos ido a un bar de pueblo, qué menos que tener unos cuantos ¿no? El postre fue una risa, porque quisimos que nos pusieran uno de los 'arroces con leche' que pedimos para podérnoslo llevar, pero resulta que "como es de menú es para consumir aquí y no os lo podéis llevar", o eso nos dijo la camarera después de recuperarse de shock que le debió dar al preguntarle, porque no nos contestaba. Pues que sepan señores que por el Real Decreto 1021/2022 nos deberían haber facilitado el poder llevárnoslo, qué pena no haberlo sabido en el momento. No acaba aquí la cosa, al ver la factura resulta que nos cobraron el pan a parte... En una factura de casi 700€ me parece de muy mal gusto que te cobren el pan cuando has ido a comer menús de 30-40€. En fin, no lo recomiendo, careros, atención de los camareros según el que te toque... la comida tampoco está espectacular, total: relación calidad/precio fatal....

UNOS PERFECTOS IMPRESENTABLES!!

Queríamos hacer una celebración familiar, y la convirtieron en un absoluto desastre.

Reservamos mesa con 2 días de antelación, y como uno de los comensales es vegetariano, encargué con antelación una parrillada de verduras fuera de carta, ya que la carta no tiene ni un solo plato para vegetarianos. Me dijeron entonces, que encargándola con antelación me la podrían preparar. Llegado el momento de servir la comida, nos sirvieron los platos elegidos, y cuando sirvieron la parrilla, resultó que la mitad de ella estaba completamente quemada. Le dijimos al camarero que aquello no estaba comestible, y que nos sustituyeran la parte quemada con otras verduras que no lo estuvieran. Se llevaron la parrilla y nos dijeron que como era fuera de carta, no podían ponernos otra. Nos pareció bastante impresentable, ya que no había nada en la carta apto para un vegetariano. Tratamos de solucionar el problema y les pedimos que si nos podrían preparar cualquier cosa sencilla, como unos cachelos con pimentón, o un sencillo revuelto de espárragos (ya que en la carta tenían espárragos y revueltos de otras cosas). Sólo tratábamos de solucionar el contratiempo lo mejor posible. La sorpresa llegó cuando se nos dijo que sólo nos podían servir lo que había en la carta. No podían cocer unas patatas con un poco de pimentón y aceite, o no podían hacer un sencillo revuelto. Claramente una actitud vengativa y rencorosa, por el orgullo herido de la cocinera. En conclusión, uno de los comensales se quedó sin poder comer, y al resto se nos quitaron las ganas de comer y de celebrar nada.

Resumiendo, si queréis pasar un rato agradable disfrutando de la compañía y de la comida, elegid otro restaurante. En este lo más importante no es que los clientes salgan satisfechos, sino la soberbia de la vengativa cocinera del local. Cada uno que decida lo que le parezca conveniente, pero que conste que...