Restaurante La Zamorana — Restaurant in Gomezserracín

En lo que llevo de vida nunca me había pasado lo que me pasó en este restaurante, fuimos 11 personas desde Valladolid hacia nuestro destino , de primeras se agobiaron tanto que no eran capaces de algo tan simple como montar una mesa de 4 en la que ya estaba montada de 8 , nosotros mismos les dijimos que no se preocuparan , querían separar a 4 en otra mesa y dijimos que no pasaba nada, que nos pusieran a todos en la misma y estuvimos la mar de bien , el personal muy poco profesional, de 4 cosas que había en cada menú de primeros y segundos solo tenían 2 , por no hablar de como estaba cada plato . . . La paella, con arroz largo,super duro y con un sabor asqueroso, de verdad no os podéis hacer una idea ...vamos que el de los vasitos de Mercadona se lleva una estrella Michelín a su lado . Les digo que me lo cambien , que está malo y dudan de mi palabra ( nunca había cambiado un plato en un restaurante) me pregunta una de las camareras muy déspota ella que que quiero entonces y le digo si tampoco hay mucho para elegir, tráeme los macarrones me los pone y madre mía jajaaj eso era comida más que precocinada pero oye! Mejor que la paella desde luego . Mi marido se pidió de primero una ensalada, SIN ATÚN y madre mía del amor hermoso . .. las hojas enteras rodeando el plato y para de contar , 6 hojas de lechuga! , ATÚN, una tirita de zanahoria y una rodaja de tomate que parecía una radiografía Enserio!? No les hice foto porque me parecía hasta de vergüenza, luego llegaron los postres que adjunto las torrijas. Y se me pasan cosas porque como siga poniendo escribo el Quijote en 7 idiomas. De los 11 que estábamos los 11 nos fuimos muy descontentos, pensando que era surrealista pero pagando sus 16€ de cada menú del día , ah y por 2 platitos con 4 torreznos 6€ ! A la hora de pagar quería la tía que los 11 que estábamos pagáramos 1€ por ellos con lo cual salía a ganar 4€, se lo dijimos, le dio vergüenza y paró en los 6€. En resumen, NO LO...

No comprendo como te pueden vender entrecot y cuando llega el plato a la mesa es cadera, un filete de ternera, muy bueno por cierto, pero cuando se lo comento a la camarera quiso quedar por encima del cliente y tener razón cuando no la llevaba. Una cosa es filete de cadera y otra muy distinta un entrecot. Y el comportamiento de la camarera dejó mucho que desear. Insistiendo que eso es lo que vendían como entrecot. Le costó trabajo enseñar. La carne, ante la petición de que trajera hoja de reclamaciones, me mostró la carne cruda envasada, la cual efectivamente era cadera y no entrecot, que es lo que están vendiendo, creo que es una estafa al público. Es como si voy a comprar un Mercedes y me dan un Fiat. Y si me quejo, me dicen señor esto es lo que vendemos como Mercedes. Así estamos nos toman por el pito del sereno. Ahí queda eso, cada cual saque sus conclusiones. Y de amabilidad a desagradable en muy poco tiempo. Tampoco entiendo que un negocio que trata de ganar clientela, y cuesta trabajo y años de mantenimiento y sacrificio para llevar adelante, se pueda perder por esos detalles como estos. Espero el dueño cambie de actitud ante...

Parto de la base de que atender a 50 personas de un grupo para comer, no es sencillo. También soy sufriente de que cuando uno es miembro de un grupo de esas características, debe armarse de paciencia porque el servicio no suele ser el correcto. El trato es deficiente, lamentablemente. Así que, dicho lo anterior, lo que me ha sucedido en este restaurante supera todo lo que yo estaba dispuesto a tolerar. Al acercarse una camarera cerca de donde yo estaba, la llamé diciéndole "oye" para que me atendiera y trajera un a trozo de pan que inicialmente no se había depositado en mi sitio por un error al montar mi mesa. Eso ha sido todo lo que dije: "oye". Se volvió hacia mí y con una expresión y una voz alta y demostrando irritación me dice: "por favor". Mi sorpresa y la de quienes estaban en mi mesa han sido mayúsculas. Supongo que el agobio derivado de las numerosas peticiones que estaría recibiendo le llevaron a tratarme groseramente. Una pena que la profesión de camarera no esté desempeñada por personas que sepan lidiar con situaciones estresantes y que hagan pagar el pato al cliente que aunque no siempre tiene razón, siempre...