Asador Alto del León — Restaurant in Guadarrama

Fuimos a pasar un domingo al Alto del León y de paso desgustar la comida de este asador que tan buenos comentarios me han llegado.

El restaurante es bastante grande con su ambientación rústica en madera y los grandes ventanales desde los que se puede ver todo Madrid a lo lejos.

Nada más llegar nos sentaron muy amablemente en nuestra mesa (teníamos reserva desde el jueves), estaba ya montada y tapada con un mantel para que nadie pudiera contaminar los cubiertos y enseres.

Nos pusieron unas aceitunas camperas con pimentón como aperitivo que estaban muy buena junto con un mollete de pan para cada uno.

Nos atendió un camarero muy simpático que nos ayudó en todo momento durante la comida a elegir la mejor opción y todo lo que íbamos solicitándole (más bebida, pan, sal, las cantidades de cada plato...).

Pedimos de entrante unas míticas croquetas de jamón y media ración de ibéricos (jamón, lomo y queso). Se pueden pedir medias raciones a pesar de que no venga contemplado en la carta, preguntad al camarero antes.

Las croquetas estaban buenas, pero vinieron templadas y no tenían el gusto normal que tiene una buena croqueta, eran algo más pastosa la bechamel, pero se dejaba comer.

El embutido muy bueno, el queso riquísimo y el lomo era calité (por eso ponen poco lomo y mucho jamón jaja).

De plato principal pedimos el chuletón tomahawk. Cuando te lo traen con el pedazo de hueso que casi se sale de la mesa, ¡es obligatorio sacarle una foto comparándolo con tu mano! La carne la pedilos al punto, y así nos la pusieron, estaba perfecta. El sabor era espectacular y se deshacía en la boca. Venía acompañado de patatas frítas caseras (no de bolsa congeladas) muy ricas también.

No pedimos postre porque estábamos llenos y tampoco nos atrajo mucho la variedad que tenían. En este punto creo que una mítica buena tarta de queso les daría muchísimo juego en la carta de postres.

Al finalizar nos ofrecieron un licor para finalizar la comida. Nos sobró un poquito de carne y nos la pusieron para llevar sin ningún problema.

LA CUENTA FUERON 55 EUROS (se nos olvidó sacarle una foto al ticket). RESPECTO A LAS MEDIDAS FRENTE AL COVID En todo momento hemos visto todo correcto, mesas con distanciamiento, manteles para tapar la cubertería de las mesas que no se están usando, la CARTA es de un solo uso y te la puedes llevar a casa (nos lo dijo el camarero varias veces). Comento esto de la carta porque he leido varias reseñas de gente quejándose sobre esto de que no se puede usar cartas en papel o plástico según las autoridades sanitarias, pero si se puede siempre que sean de un solo uso. Se agradece poder ver la carta en una hoja grande y no en la pantalla del movil.

Los camareros se desinfectaban las manos cada poco y todos con la mascarilla puesta correctamente siempre.

Si que es verdad que hay clientes en la barra tomando algo sin mascarilla, obviamente, y para acceder al restaurante tienes que pasar muy cerca de ellos... que supongo que será de lo que se quejaban en varios comentarios sobre personas dentro del local sin mascarilla.

Los cuartos de baño estaban impolutos para la cantidad de comensales que había dentro del restaurante. Un diez por la limpieza. Sin duda nos hemos quedado muy satisfechos con nuestro paso por este restaurante y repetiremos sin duda alguna con amigos y familiares para que conozcan el resto de la carta junto a...

We decided to drop by for an early lunch on a weekday. We arrived there at 13:00 and it was already starting to get full. By 14:00, the place was packed. We had the weekday menu which was tasty and well-priced. The place is clean and the waiters were all wearing masks. The reason for the 4-star review is that we felt rushed. Meaning, as soon as we were finishing a plate, the waiters were there to take it away. I hadn't even finished my dessert when it was snatched away from me. Moreover, when serving the dishes, they usually drop them on the table with a pretty loud bang. Not sure if this is part of the experience or etiquette but it made us a bit nervous. Overall the experience was great and we will definitely be going there again. I would also recommend that you book in advance and watch out for the weather conditions as the roads can get pretty tricky in the rain, sleet or...

Nunca había sido tan mala una comida. Pedimos varios primeros para compartir y por supuesto carne de segundo para todos. Un solomillo y un entrecot al punto y otro solomillo y otro entrecot un punto más (en otras oportunidades respetaron los puntos). La carne la trae a la mesa un camarero sólo, cuatro platos a la vez, venía tirando patatas por el pasillo. Se lo advierto porque creía que caería también la carne, no le gustó y tampoco que le dijera que había dos platos prácticamente sin patatas, eso le gustó menos. Tuvimos que repartirnos las pocas patatas que quedaron, no trajeron más. Nos quiso servir los platos al azar, le dijimos que no, que tenían puntos diferentes, según él no. Así que fuimos intercambiando la carne según parecía la cocción, estaba muy malo todo, mal hecho, de forma irregular, no sabemos como puede pasar eso. Tuvimos que mandar a pasar un poco más los entrecot cuando llegaron a la mitad, porque estaban sin hacer y se habían quedado muy fríos. Los solomillos eran incomibles y así se quedaron, no eran medallones como otras veces, eran las puntas deformes, con mucho nervio y todo fibroso, habremos rescatado casi la mitad. En los entrecot se notaba que la calidad de la carne no era la de otras veces, sin sabor, acuosa como si hubiera sido congelada y con textura demasiado flácida igual que los solomillos, pero en este caso pensamos que eran unos recortes sobrantes. Al final viene una camarera y nos pregunta por la comida, por supuesto le digo todo esto, y dice que los solomillos también tienen punta. Evidentemente, ¿pero dos puntas en la misma mesa para dos solomillos? En esto nos da la razón. Los precios siempre al alza, todas las veces más que la anterior, pero la calidad a la baja, aunque esta vez fue ya para no volver. Conversando con los otros comensales no entendíamos como podía estar todo tan mal, la carne, la cocción, el punto, la atención del camarero, en fin, para olvidar. Pero al salir del comedor y llegar a la barra nos detenemos en los expositores de la carne, y allí encontramos una de las respuestas. Habían cambiado de proveedor, ya no tenían a la entrada tampoco la publicidad de Los Norteños y su carne, que era bastante sabrosa y de buena calidad. Ahora la carne era del Encinar de Humienta, mucho más barata y una porquería. Me arriesgo a decir esto y mencionar los proveedores, porque los conozco muy bien y trabajé durante años con ellos, conozco muy bien sus instalaciones y en el caso del Encinar de Humienta, también su matadero. No sé si habrán cambiado sólo por ganar más dinero, si fue así ellos sabrán cuanto les aprovecha. Nosotros...