El Rebost de la Segarra — Restaurant in Guissona

Experiencia excelente en este restaurante de Guissona ubicado cerca de los centros productivos de Bonarea, en uno de los puntos neurálgicos de la población. El local es grande, amplio y espacioso y dispone de diversas zonas diferenciadas en el mismo comedor, que te hacen estar en un ambiente muy distendido y confortable. La atención de las camareras formidable, 2 chicas muy amables y atentas siempre con una sonrisa en la boca. Como curiosidad, disponen de un robot auxiliar que ayuda a transportar los platos, pero siempre son servidos con amabilidad por el personal de sala. La comida formidable, producto fresco y de calidad, muy bien tratado-sazonado. Se nota que en la cocina hay grandes profesionales que ponen amor y esmero para que los comensales salgan satisfechos. Hicimos el menú del dia entre semana, a 14,95 € por comensal con 6 primeros, 6 segundos y 6 postres a escoger, variedad y calidad en los platos. Comimos de primero sopa de pollo con pasta y fideuá de marisco con salsa allioli. De segundo estofado de ternera y pollo a la brasa con arroz con salsa de setas. De postre rematamos con el pastel de nata con frutas y un toque de mermelada de frutos rojos. Todo muy rico, delicioso. Incluso los baños estaban impecables, símbolo de local emergente y bien atendido. Volveremos seguro, 100% recomendable por confortabilidad, atención y sabrosura de la comida. Si estás en Guissona y quieres comer bien, en un ambiente tranquilo y con una excelente relación calidad-cantidad-precio, raciones muy generosas, el Restaurante el Rebost de la Segarra ha de ser tu elección. No te defraudará, te encantará. Unos cracks en todos...

De viaje a Andorra, paramos a comer a este restaurante de Guissona. Vimos buenas reseñas y unos precios razonables. El local se encuentra a las afueras, cerca del polígono industrial. Tienen un menú de 15€ con algunos platos con sobre coste. Decidimos coger el menú con unos primeros platos de Crema de calabaza y otro de Revuelto de alcachofas con jamón. Tardaron un poco en traernos los platos, pero mereció la pena por lo buenos que estaban. Las raciones no son muy generosas. Como seguimos platos pedimos una lasaña de verduras y un entrecot con guarnición. Para estos platos tardamos unos treinta minutos en tenerlos, un servicio muy pésimo. Pero también mereció la pena, sobre todo por la carne, muy buena. La ración de lasaña muy escasa. De postres pedimos una crema de limón y un tiramisú de café. Nos comentaron que eran caseros, pero ni de coña. La crema era un corte de tarta pequeño, seco y con sabor a nevera, el jarabe de limón que le ponen por alrededor, mata el sabor malo de nevera. Y el tiramisú de café, es una copa de helado sin más. Bastante decepción con los postre. No estuvimos mal, pero para ser un menú, que supuestamente ya lo tienen casi todo preparado, la comida se hizo...

Restaurant correcte de menús, tot i que també fan carta, un pèl cara. El menú de festiu són uns 25€. L'espai és ampli i lluminós a un edifici modern. La cuina es pot veure des de la sala com treballen, tot i no ser del tot vista. Els plats estan ben presentats, alguns de forma ben cridanera, però no sempre s'acaba d'entendre per quin motiu posen alguns ingredients, com colorant vermell a l'esqueixada. Les postres eren casolanes, però millorables d'elaboració.

El servei és regular, ni lent ni tampoc ràpid. De fet, els primers van triar força a portar-los. Això sí, porten un petit pica-pica per a l'espera. S'han apuntat a la moda de tenir un robot-safata, que pot fer gràcia, però que si volguéssim que ens atengués una màquina no aniríem a un restaurant. No ens van oferir pa en cap moment, per la qual cosa no sabem si no en serveixen per defecte o es van oblidar de portar-lo. Tampoc ens van oferir cap salsa per a la carn.

En general, és un lloc correcte que sobreviu a l'ombra de tenir l'Àrea de Guissona a prop. Com a punt de millora, les instal·lacions podrien ser millors, especialment els serveis, que tenen portes...