Casa del Hijarano — Restaurant in Híjar

Pésimo Hemos llegado a las 15:12 min.para comer (he mirado el reloj por la reacción que ha tenido el "camarero" al atendernos) El camarero que nos ha atendido (moreno,alto y de complexión fuerte) muy mal educadamente, sin un hola,un buenas tardes... nos ha preguntado que "que quereis" le hemos dicho que si no era muy tarde,nos gustaría comer a lo que cabeceando contesta pues pasar al comedor le hemos dicho pero somos 8 entran ahora y nos ha contestado

RAPIDICOS QUE LA COCINA CIERRA YA

Detrás de nosotros y antes de entrar nuestra gente,ha entrado una pareja también para comer y cuando le han preguntado también ha contestado de muy malas murmullando

FIJATE AHORA VAN A VENIR TODOS ESTOS A COMER A LAS 3 DE LA TARDE

Si hubiera cuidado las formas pues bueno aún va que va, pero...madre mía que humoracho Nos hemos ido sin comer a cascala

Este sitio lo he visitado muchisimas veces,de hecho de pequeña he pasado muchos fines de semana allí y le tengo cariño porque recuerdo que los dueños de por aquel entonces tenían algún parentesco con mi madre y hablo de hace años yo era niña pero habíamos vuelto muchas veces más (el entorno merece la pena),con las salidas en moto,todo terrenos y sobre todo en Semana Santa pero lo de hoy ha sido una sorpresa muy ingrata Volveremos pero si está este señor...no creo que dejemos que nos atienda Espero que solo haya sido que ha tenido un mal dia,pero la EDUCACION Y LAS BUENAS FORMAS no hay que...

Reservamos en este bonito restaurante porque el edificio imita a las iglesias que hay en la zona, se encuentra al lado del museo del tambor y a la ermita del santo sepulcro en un bonito lugar en alto que se divisa parte del pueblo de Híjar pero cometimos el error de hacerlo en semana santa (sábado). No había servicio de carta, solo menú a 25 euros con 2 platos como primeros a compartir (ensalada ilustrada y arroz negro) y como segundos 3 platos a elegir (bacalao a la vizcaína, jarretes de cordero y entrecot) De postres 4 tipos a elegir, en cada mesa había una botella de vino tinto natural, la botella estaba abierta (mal) pedimos una Gaseosa para mezclar con el vino pues este era peleón osea bastante áspero, mi hija pidió una botella de agua que por cierto el envase era de cristal con el serigrafiado del restaurante que también trajeron abierta osea rellenada (mal) La comida estaba buena pero en cantidades pequeñas y muy poco surtido en el menú, eso sí, había un menú infantil que tenía más variedad que el menú de adultos. La decoración del interior del restaurante muy simplón, paredes blancas con 6 mesas y sillas de madera y el resto unas 10-12 mesas con sus correspondientes sillas eran metálicas y plegables tipo camping. Si volvemos a estas tierras lo siento pero este restaurante ya no será nuestra...

Espantosa experiencia el cenar en este restaurante. Fuimos ocho adultos a cenar. El menu se anunciaba a 18 €, pero luego al añadir el pan, el vino y el resto de bebidas y cafes, se convirtio en un menu de 26 €. Lo unico que se pudo comer fue la carne, porque su calidad no dependia del restaurante, si no del carnicero que se la habia vendido a ellos. El lenguado a la menier, malo y con un sabor extraño, por haber utilizado mantequilla rancia. Las patatas en pequeños dados de su guarnicion, horribles. Tanto que le di a probar una a uno de mis compañeros, porque no se creia que estuvieran tan malas y la escupio nada mas metersela en la boca. Lo unico comestible eran los dos entrecots y la guarnicion de...