He ido muchas veces con mi familia y el trato siempre había sido bueno. Esta vez fui con un par de amigas de fuera y sentimos constantemente que se nos menospreciaba frente a la gente del pueblo. Llegamos y habíamos llamado para reservar días antes, se nos dió una mesa en la esquina junto a la puerta de salida junto a donde almacenaban las sombrillas de otras mesas. La gente venía a fumar al lado nuestro haciendo desagradable nuestra comida. Había mesas libres y preguntamos si podíamos sentarnos en alguna de ellas, la respuesta fue que no, que esas personas tenían mesas con mejor posición y vistas porque habían reservado antes, ante mi asombro, pues cuando llamé para reservar no se me indicó nada de todo lo que se me estaba diciendo ahora, quizás hubiera reservado otro día si se me hubiera indicado algo de lo que me decían ahora. Se nos molestó mientras comíamos también para coger sombrilla para la mesa de al lado, creo que eso lo deberían tener en cada mesa desde el principio, pues es algo previsible. Cuando una de las mesas en mejor posición quedó libre preguntamos si podíamos cambiar y nos dijeron que no y pusieron a otra gente que llegó muchísimo más tarde que nosotros. Tras la comida, que he de decir que estaba buena, aunque yo pasaría un poco más el secreto; preguntamos si podíamos tomar el café en el chill out, ya según lo comentamos nos pusieron mala cara y que si se le iban a cruzar las cuentas. Respondimos que pagamos lo tomado ahí y le hacíamos pedido nuevo en el otro sitio. La respuesta fue que no había sitio. La vergüenza es que ni un minuto después se levanta la mesa de 8 de al lado y sin preguntar nada nos miran, se ríen y se bajan al chill out. Es curioso que para ellos si había mesa, pero para nosotras tres no y además se bajaron con los cafés y las copas que tenían en la mesa. Tras esto hablo con mi familia y me dicen que no es la primera vez, que ya habían oído de más desprecios a los clientes que no son habituales. Si no quieren clientes que no sean conocidos que se hagan un club privado y que lo avisen cuando llamas para reservar. Pero desde luego el hacer sentir así de despreciada a la gente es...
Read moreLa comida es de menú del día de bar de carretera (de los malos), no así los precios.
El servicio es bueno gracias a las camareras que son bastante atentas.
Es el típico sitio que, gracias al entorno, funcionaría aunque te diesen tierra para comer. (la carta no es mucho mejor)
Lo peor, sin duda, la comida. Quien lo gestiona no tiene la más mínima idea de llevar un negocio, repito, ni la más mínima idea. Una auténtica vergüenza.
Por poner un ejemplo, si pides eso que ellos llaman chuletón, te van a traer un bistec de menos de 1 cm de grosor y te van a cobrar 28 euros. La situación es tan surrealista que hasta te da vergüenza reclamar nada.
Te ofrecen traerlo entero o trinchado. Si lo trincha el dueño te lo trae en trocitos cuadrados del mismo tamaño que cuando lo cortas para tu hijo de 3 años. Para que veas la idea que tiene el tío.
Las patatas fritas por supeusto de las de bolsa congeladas.
Si sigo no acabo.
Jamás en mi vida he visto semejante ineptitud.
Si vas a ir que sea por ver el entorno. Tómate una Coca-Cola y pírate. Me lo vas a agradecer.
Me alucina toda la gente que dice que se come bien. Pero estos ignorantes que comen en su casa? como se puede tener semejante falta de criterio? como se puede decir que ahí se come bien?
Un desastre, con las posibilidades que...
Read morePésima atención al cliente. Somos clientes habituales (no vivimos allí pero toda nuestra familia va un mínimo de 20 veces al año para grandes y pequeñas celebraciones familiares) En esta ocasión, ante la imposibilidad de contactarles por teléfono les enviamos un WhatsApp indicándoles que del grupo había dos personas con necesidades especiales y les solicitabamos con más de quince días de abtelación si podrían hacer algo sencillo para ellos como unas setas salteadas, unos espárrsgos o alcachofas al ajillo. Al no obtener ninguna respuesta volvimos a insistir y sin ni siquiera un saludo de educación ni cortesía nos envían foto de la carta sin más. Les volvemos a preguntar si son tan amables de respondernos a lo preguntado, si sería posible hacer lo que les hemos pedido (sólo para dos personas del grupo, el resto iba a comer abundante y normal) y no se han dignado en responder. Toda nuestra numerosa familia está indignada, y no volver a visitarles más (de terminaron las cuentas de casi trescientos euros por visita) Si piensan que no es problema porque les sobran clientes, decirles que es una malísima política, porque la vida da...
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