Bar Patrón — Restaurant in Huelva

Para empezar nos ofrecen una ración de acedías a las 13:30 diciendo que es la última que les queda siendo sábado...con lo cual te da ha pensar que de fresco tiene poco y es la sombra del día anterior. A continuación le presentamos por las gambas que extrañamente en la carta está a 16 euros el plato y nos comenta el camarero (con toda la educación y amabilidad del mundo) que su jefe le ha subido algo el precio.....sólo 6 euros más...22 euros el plato de gambas, obviamente le pedimos que antes de ponerlas nos gustaría ver si realmente son gambas blancas de Huelva, ya que conocemos el tema bastante bien ya que mi familia paterna, abuelo, tio, etc fueron marineros, armadores, etc y sabemos de lo que hablamos. Cuando ve mi padre las gambas dice vale sin de Huelva y frescas pero eso puede estar máximo a 16 euros el kilo y extrañamente a quien le compran el marisco es amigo íntimo de mi padre y así es a 15 euros se las vende este hombre al bar y 16 a la calle. Más tarde vamos a pedir una ración de coquinas las cuales presumen de ser XXL y como tuvimos la suerte de que nos tocó un camarero que era una bellísima persona y con un alto grado de lealtad nos indica que las coquinas son más bien medianas-pequeñas con lo cual hasta el momento no habíamos pedido nada de comer. Pues bien decidimos pedir media ración de chicos y media ración de araña en adobo, Dios mío en que mala hora pedimos eso ya que el adobo era literalmente incomible ya parecía una gelatina, el choco....bueno se medio podía comer aunque sinceramente no era choco era sepia o pota. A la vez pedimos tres platos: Un tarantelo de atún que la verdad estaba completamente crudo y no se podía cortar más que con un cuchillo de sierra como si fuese carne, aunque el camero lo devolvió a cocina para pasarlo de nuevo y claro semejante taco de atún al no ser fresco pues estaba completamente seco, es más ni lo probé. También pedimos bacalao y merluza a la plancha con la genial suerte de que vimos con nuestros propios ojos como el anisakis vivo se movía ya que también estaba completamente crudo los dos. Conclusión no comimos, dejamos los platos apenas sin tocar y con tan buena suerte que nos cobraron 65 euros... vergonzoso ya que somos vecinos de la zona y de antepasados onubenses los cuales hemos comido allí muchas veces siendo esto un referente pero por nuestra parte nunca más volveremos a comer allí ni mis padres ni mi hermano y...

Fuimos a desayunar los compañeros después del turno de noche el domingo por la mañana y un camarero más joven joven de los que había allí nos atendió de una forma super amable. Todo guay hasta que tenemos que hacer un par de correcciones en los desayunos ya que el camarero se confundió un par de veces (éramos 7 es normal y no pasa nada) sin embargo el camarero de mediana edad de la barra con gafas se le oía relatar de manera despectiva. Lo mejor es cuando llega la tostada entera con jamón serrano, con una minúscula ración de jamón (más negro y seco que yo por cierto) que no cubría ni media tostada, que recuerdo que era una entera. Le preguntamos mi compi y yo al camarero que nos atendió si está ración correspondía a una entera. A lo que respondió que si y que si queríamos otra ración pues se nos cobraría el extra. Pues sin más remedio pedimos esa porción extra a lo que una vez más el señor de las gafas de la barra se le oye relatar que si queríamos nos ponía la pata entera de jamón a lo que ya no me pude callar ante tal vacileo y responderle con la educación que mi humor me permitió. Conque nos ponga la ración que corresponde a una tostada entera es suficiente, gracias. Luego el siguió relatando a lo que para no escuchar más tonterías le dije "si si muy amable gracias". Me sentí un poco estafado con el desayuno que ni siquiera me acabé pero más aún por la atención y despotismo de ese camarero. Y lo digo porque tanto yo como mis compañeros también somos camareros y veníamos de poner copas toda una noche e intentamos mantener siempre una buena actitud. Si este hombre está quemado y no le gusta tratar con el público mejor que se jubile o se ponga a currar de farero y así no aguanta a nadie.

Una pena con tantas reseñas buenas que tiene el negocio,...

No sé si se debe a un cambio de dueño u otro motivo que desconozco, pero me entristece mucho decir que este restaurante ha bajado muchísimo su calidad. Llevo años yendo y era un sitio con un servicio estupendo con una comida deliciosa y abundante y bien de precio, estos últimos meses he acudido varias veces y lamento decir que no volveré más.

La atención de los camareros, aunque intentaron ser amables, no fue la más correcta a la hora de dirigirse a mi y al resto de comensales, la carta (que suelen modificar de forma demasiado continua en mi opinión, aunque esto puede ser subjetivo), carecía de los platos característicos que siempre ha tenido el restaurante y no tenía tanta variedad como acostumbraba, y la comida que nos sirvieron estaba completamente fría, cruda y dura, por tanto el precio exigido no se correspondió con la calidad y el servicio ofrecidos.

Además de esto debo resaltar la enorme falta de medidas con respecto al COVID19, ya que algunos camareros estuvieron todo el tiempo con la mascarilla bajada, con lo cual, la protección ante los contagios fue nula y no nos sentimos para nada tranquilos con respecto a ello, además en la mesa de al lado que estaba bastante pegada, había un señor fumando que nos estaba echando todo el humo directamente en la cara.

No sé si algún día este sitio volverá a ser lo que era, pero desde luego desde hace un tiempo para acá no es ni la sombra...