Restaurante Meléndez — Restaurant in Humanes

La experiencia que hemos tenido en este restaurante, bajo mi punto de vista, deja mucho que desear. Es verdad que los camareros se han disculpado varias veces, incluso, ha salido el cocinero a disculparse también, pero considero que hemos pagado 111€ por una comida que no tiene ese valor. La comida que hemos pedido para dos ha sido: Pulpo a la brasa: 27€ Chuletón de vaca: 61€ 1 botella de Luis Cañas: 20€ 2 panes: 3€ 1 botella de agua: 3€

Entre el 1° plato y el 2°, más de 25 minutos de espera (por eso se han disculpado). Cuando han sacado el chuletón, además de tener más grasa que carne, estaba frío, algo que no entendemos después del tiempo de espera. Se lo llevan, lo vuelven a sacar, esta vez más caliente y más hecho, por lo que ya no está a nuestro gusto, que era al punto. A esto, añadir que estaba recubierto de sal gruesa, tipo Maldon, por lo que nos ha parecido muy muy salado. Hemos tenido que "rascar" la superficie de la carne. Aún así, comemos lo que podemos del plato, que entre la espera y la calidad de la cocina, seguramente nos ha sabido peor de lo que estaba. La reseña no es positiva porque a la calidad del servicio y de la comida, le sumamos el precio, y pienso que por 2 trozos de carne salada y muy hecha, cobrarnos 61€, es un robo. Nada que decir del pulpo ni del vino. Quizás el precio este justificado para ellos, para mi paladar y punto...

La experiencia en Meléndez no fue para repetir. Nos sucedió lo mismo que a algún otro comensal que ya ha reseñado. Los precios de la carta no se corresponden con el precio final (íbamos en familia y no era el momento de ponerse a reclamar). Los precios son… ¡Desorbitados! ¡Ni en Madrid centro! ¡Ni en un 5 estrellas! 37€ el rodaballo, 79€ chuletón de vaca gallega, 39€ el pulpo… ustedes mismos. Entre los entrantes y el principal… 45 minutos! El chef salió luego a disculparse, pero por lo aquí leído, ya es una disculpa poco creíble y rutinaria. Los postres… nada especiales, pero el precio sigue siendo de altos vuelos. La carne fría y ni mucho menos la pieza… traía mucha carne… un corte poco aprovechado. Las croquetas nada cremosas. El pan… de boda de los 90. Todo el mundo muy campechano, ambiente distendido y un lugar donde va la gente de la zona como lugar donde “comer bien” (en nuestro caso 60€ por persona con una botella de vino de 25€). Eso sí, el salón a reventar, con lo cual, hay gente que entiende que es buen lugar y lo paga. Me quedé sin palabras...

Pues leyendo otras opiniones no sé si tuvieron un mal día o nosotros no supimos elegir... Pedimos UN arroz con Bogavante y un entrecot, todo para compartir. Nos trajeron DOS platos de arroz con Bogavante, no dijimos nada porque de cantidad iban MUY justitos. Estaba MUY soso (era sopa de arroz) y al comunicárselo al camarero su respuesta fue que eso tenía solución, que lo malo sería que estuviera muy salado...

El entrecot lo pedimos punto menos. Al terminar el arroz pasamos más de 10 minutos esperando que trajeran la carne y cuando la sacaron estaba fría. Se lo comunicamos a otra camarera, que simplemente le dieran otro toque para calentarlo. Al traerlo de nuevo estaba la carne tirando a muy hecha. Además, cuando pedimos el entrecot preguntamos por el precio y nos dijo que serían unos 19€ aproximadamente y que nos enseñaría el corte para que lo viéramos (cosa que no hizo). El entrecot al final fueron 29€.

No hay otro restaurante en la zona, pero mejor comerse un bocadillo de mortadela que gastarse casi 40€ por persona en una comida que no lo vale y un servicio poco...