Al llegar a pocos metros de la playa, me encontré con el humilde y encantador chiringuito ALMALU, construido con madera y decorado con cortinas blancas al estilo ibicenco. Su dueño, Rafael, pero conocido por todos como Fae, es un apasionado hostelero que ha heredado recetas de antaño y les ha dado un toque moderno y marinero. La experiencia comenzó con una muestra impresionante del ronqueo del atún de Isla Cristina, donde se demostró cómo aprovechar cada parte de este magnífico pescado.
Una vez terminada la fascinante exhibición, los camareros nos acompañaron a nuestras mesas, y mientras disfrutábamos de una copa de vino fresco del Condado de Huelva, el aroma del mar se colaba por las ventanas del chiringuito, creando un ambiente mágico.
La velada comenzó con el Mojito Almalu, un cóctel de bienvenida refrescante que combinaba la frescura de la menta con un toque de sal marina. Los primeros platos fueron un ajo blanco con dados de atún ahumado y uvas, junto con el morrillo de atún en aceite, pimentada casera y sal de escamas. Ambos platos mostraron la habilidad de fusionar lo tradicional con lo moderno, y el vino Mioro del Condado de Huelva complementó perfectamente el sabor del atún.
El segundo plato destacó por su originalidad y presentación. Una tostada de mojama, tomate y huevas de lumpo se combinó con otra de atún ahumado, guakame, guacamole y tartar de piquillo. La explosión de sabores que proporcionaron los ingredientes fue increíble, y la presentación con una servilleta bajo el plato simulando un periódico le dio un toque auténtico y encantador.
El tartar de atún y vela de pan carassatu fue otro plato ingenioso que rindió homenaje a la historia marinera de la zona. La vela de pan carassatu dentro del barco que era el tartar añadió una dosis de nostalgia y originalidad a la experiencia culinaria.
El tataki de atún con guakame, mango y almendras nos sorprendió con el crujiente y sabor a roble que aportaba la almendra, convirtiéndose en un delicioso hilo conductor de sabores.
El sashimi de atún fue una delicia visual y gustativa. Los cortes perfectos del atún resaltaron la frescura y calidad del pescado.
Para ofrecer un toque cálido a la velada después de tantos sabores frescos, se sirvió un guiso de atún y crujiente de su piel en un plato sopero, con todo el encanto de un buen guiso tradicional.
La ventresca de atún con verduras salteadas estilo roteño fue una opción deliciosa y auténtica que reflejaba la riqueza culinaria de la región.
Para culminar la experiencia, el postre "Tarta de galletas del abuelo Enrique" nos llevó en un viaje nostálgico a través del tiempo. Este plato dulce, además de su exquisito sabor, transmitía un profundo significado emocional. Rememoró los tiempos pasados y honró la tradición de generaciones anteriores, convirtiéndolo en el broche final perfecto para una velada inolvidable.
Para finalizar, la barra se abrió para tomar alguna copa o cóctel, y el gran Fae nos deleitó con una magnífica actuación del grupo "Marivi", compuesto por la impresionante vocalista Marivi y el talentoso guitarrista y cerebro del grupo, Carlos. Su versatilidad nos transportó a diferentes épocas musicales, cerrando la noche de manera inolvidable.
En resumen, el chiringuito ALMALU en Isla Cristina es un verdadero tesoro gastronómico. La fusión de sabores marineros con toques modernos, la calidez de su dueño Fae y la experiencia única que ofrece a través de la comida y la música, lo convierten en un lugar mágico y especial al que sin...
Read moreHoy hemos pedido para 4 comensales y un menor de 2 años 78€ en total
1 Jarra de tinto de verano 1 copa de cerveza 1 Ración de Sardinas 1 Ración de Chocos 4 platos de Paella 1 Cono 2 cafés solos con hielo
La Jarra de vino servida correctamente. 7.0 copa de cerveza correctamente servida pero muy tarde en poner en la mesa 5.0 Ración de Sardinas, tenían un buen sabor pero 3 de ellas no están hechas completamente. 6.0 Ración de Chocos estaban muy ricos y muy bien hechos pero poca cantidad 8.0 Platos de Paella, tenían buen sabor le faltaba un poco de sal y un poco más de Cantidad. 7.0 El cono estaba descongelado y tuve que ir a cambiarlo por que no me atendían 6.0 Cafés solos Con hielo correctos pero se tardaron una eternidad en traerlos. 6.5
No aceptaban Reservas tenía que ser orden de llegada.
El servicio ha sido bastante BÁSICO, la encargada del comedor nos advirtió que la paella no la traía, lo primero porque se vendía muy rápido, lo cual lo entendimos, pero nos trajo toda la comida al mismo tiempo y creo que tenía que esperar a que termináramos la paella y luego traernos lo demás. Se les notaba mucha prisa por servir servir y servir pero el trato con el cliente quedó en un segundo plano.
Faltaba un poco más de organización y planificación.
El calor que hacía en el comedor era inaguantable, dan por hecho que al tener las ventanas abiertas tendríamos una buena temperatura pero no es así. Deberían colocar ventiladores
Muy buena limpieza tanto comedor y alrededores.
Se tardan mucho en cobrar y con el calor que hace no...
Read moreUn lugar en el que el trato al cliente deja bastante que desear. La comida no era nada del otro mundo, pero el trato lo hace todo y es el único motivo por el cual volveríamos. Con el plato de coquinas aún haciendo barquillo vino la camarera y sin preguntar nos lo quitó directamente. Se pidieron tortillitas de camarones y nos recomendaron las gambas fritas pero desde luego que el tamaño era exageradamente pequeño sin poder llegar ni a pelarlas, y para rematar, cuando esperábamos que con la misma prisa que nos retiraron las coquinas nos atenderían para ofrecernos el postre, había mesas que hasta habían pagado y nosotros seguíamos esperando. Aún vino una camarera de últimas como diciendo que a ver qué esperábamos, y decidimos pedir la cuenta sin ni siquiera tomar el postre. Pero aquí viene cuando rematan la faena trayendo la cuenta y dejándonos otros más de 15 minutos olvidados cuando otras mesas era traerles la cuenta junto con el datáfono para pagar. Le pedimos a una de las camareras que como comento trajo la cuenta y el datáfono de la misma a la mesa de al lado, y al decirle perdona nos cobras para irnos nos hablo de muy malas formas diciéndonos que tranquilos que a ver qué nos pensábamos. Que no eran formas y que si teníamos que esperar esperaríamos. En definitiva, no será un lugar que recomiende por un trato tan desagradable como el que recibimos. Entiendo que puedas estar desbordado o tener muchas mesas pero no es mi culpa a la hora de recibir una contestación así ni el estar esperando tanto rato para poder tomar un postre ni después...
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